Tomás Eduardo
Tovar, el famoso compositor de narcocorridos asesinado a balazos, dedicó sus
canciones a las bandas más peligrosas de México
Como la mayoría de
los músicos populares, "Tito Torbellino" empezó su carrera cantándole
al amor. Más precisamente, a los desencuentros amorosos, principal fuente de
inspiración de la poética romántica.
"Te la
pasas", es uno de esos temas, dedicado a una mujer caprichosa que le
complica la vida.
Pero con el tiempo,
el poder narco en México le fue marcando el paso. Poco a poco, sus canciones
dejaron de estar dedicadas a mujeres inalcanzables. En su lugar, aparecieron
algunos de los delincuentes más peligrosos del país.
Grandes carteles de
la droga, como Los Beltrán-Leyva, Los Ántrax y Los Canelos protagonizan sus
letras.
Un ejemplo es
"Pedrón Ántrax", dedicado a Pedro Valenzuela Meza, uno de los líderes
de Los Ántrax. Meza es conocido por mutilar a las personas que secuestraba.
En "Alfredo
Beltrán Guzmán" le canta al hijo de Alfredo Beltrán Leyva, uno de los
narcos más poderosos del país. "Tengo un gusto por las pistolas / Si se
ocupa también las se de disparar / La sangre en mis venas se me alborota / Cuando
un acordeón empiezo a escuchar", dice la letra.
"Chuy y
Mauricio" está dedicada a Los Canelos y cuenta la historia de dos jóvenes
que se suman a la banda criminal. "Que toquen vida mafiosa / El grupo de
los Canelos / Si en vida fuimos alegres, / brindemos por los recuerdos".
Una de sus letras
más fuertes es "La Ley del Sicario", donde relata la vida de un
asesino de sangre fría. Dice cosas como "Después averiguo, primero
disparo", "Reviento cabezas, nunca dejo testigos" y "Sí soy
sanguinario, castigo al malnacido".
"Tito
Torbellino", nacido Phoenix, Arizona, tenía 33 años. El pasado jueves 29,
seis hombres entraron al restaurante de Ciudad Obregón en el que estaba
comiendo, y uno de ellos le disparó en repetidas ocasiones. Murió en la
ambulancia, camino al hospital.
Presintiendo lo que
podía llegar a ocurrirle, le dedicó una canción a Chalino Sánchez, un cantante
de narcocorridos que había sido asesinado en 1992.
"Me dolió morir
muy joven y dejar a mi familia, fue un sueño incompleto y no tuve alternativa,
pero a través de ustedes mi voz sigue estando viva" dice en "Rosalino
Sánchez Felix".
(VANGUARDIA/ INFOBAE/
SÁBADO, 31 DE MAYO DEL 2014)
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