El
“cochinero” que algunos militantes del PAN anticipan para la elección
interna de mayo próximo es una expresión que de hecho ya se observa en
la campaña por la presidencia nacional de ese partido. Las acusaciones
mutuas entre los grupos de Gustavo Madero y Ernesto Cordero van y
vienen, pero el denominador común en ambos es la corrupción política y
moral… Muy mal signo para una organización política que no ha sido capaz
de rescatarse a sí misma.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- Manchados unos y otros por la corrupción, que condenan
en el discurso pero solapan en los hechos, la disputa por el control
del Partido Acción Nacional (PAN) exhibe la desmemoria, el cinismo y las
truculencias de Gustavo Madero y Ernesto Cordero.
Luego de tres
semanas de campaña, un tercio del total, se ha configurado un escenario
incierto para la elección del 18 de mayo, como lo registran las más
recientes encuestas, una de ellas filtrada por el propio equipo de
Madero y que le da ventaja de apenas cuatro puntos.
En el PAN
todos lo saben: Ganará el candidato con mayores recursos para llevar a
votar a la mayoría de los 217 mil 557 panistas con ese derecho y desde
ahora arman y ensayan la estructura para ese fin… por las buenas o por
las malas.
Ante la pasividad de la Comisión Organizadora de la
Elección, que preside Francisco Gárate y cuya mayoría es afín a Madero,
se perfila un “cochinero” el día de la jornada electoral.
Madero, a
quien miembros de su propio equipo lo advierten arrogante en exceso, ha
colocado su reelección en manos de los gobernadores y caciques locales
del PAN –muchos de ellos expriistas–, quienes controlan la estructura
clientelar en los estados con mayor militancia.
Cordero, apoyado
en los residuos del grupo de Felipe Calderón, apuesta a la estrategia de
polarización, al castigo de la militancia a Madero por ser “comparsa”
del presidente priista Enrique Peña Nieto y a la estructura que creó el
exgobernador Juan Manuel Oliva –su compañero de fórmula– desde su cargo
como estratega electoral en 2012.
La contienda tiene a Puebla como
epicentro: En ese estado Madero inició su campaña nacional, el domingo
23 de marzo, donde el equipo de Cordero documentó los excesos de su
adversario: Acarreo en cientos de autobuses de miles de personas, entre
ellas niños y ancianos que ni siquiera eran militantes, a cambio de
dádivas.
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, es señalado
además como el virtual coordinador de campaña de Madero y, según el
equipo de Cordero, ha enviado a sus principales operadores electorales,
la mayoría expriistas como él, a Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y
Tlaxcala.
Uno de ellos, el consejero del Instituto Estatal
Electoral de Puebla Víctor Cánovas Moreno –obligado por ley a la
imparcialidad–, era el responsable de operar para Madero en Tlaxcala por
órdenes de Moreno Valle, como lo confesó él mismo según una grabación:
“Me
pidió el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, con el cual tengo
el gusto de trabajar, que los invitara a todos a que nos acompañen para
que le demos la bienvenida a Madero y le demos la fuerza que merece.”
El
arranque de la campaña nacional de Madero en Puebla tuvo el sello
priista hasta por el yerro del alcalde de Puebla, Antonio Gali Fayad,
quien gritó que, en la elección del 18 de mayo, “ganará el PRI”.
Justamente
para neutralizar la operación electoral de Moreno Valle, Cordero nombró
como su coordinador estratégico a Fernando Manzanilla Prieto, cuñado
del gobernador, exsecretario general de Gobierno de Puebla y
abiertamente confrontado con él.
Moreno Valle, quien trabaja
conjuntamente con el operador electoral Jorge Manzanera Quintana en su
proyecto presidencial para 2018, ha puesto al servicio de Madero
inclusive a su proveedor de productos chinos para las campañas, el
veracruzano Roberto Arandia Gutiérrez.
El coordinador de la
campaña de Madero, Marko Cortés –cuyo equipo aplastó al calderonismo en
Michoacán–, no da crédito a las acusaciones del equipo de Cordero y
advierte que su estrategia es polarizar al PAN, como lo hizo Calderón
con México en 2006.
“¡Ya basta de la campaña de desprestigio,
ataque y difamación constante! ¡La gente no quiere una polarización
social llevada al PAN como la que vivió México en 2006, cuando el país
se partió! Ahora quieren polarizar al partido para lograr su objetivo,
no importa que los panistas queden dolidos, enfrentados y hechos
garras.”
Maximiliano Cortázar, quien de vocero de Calderón pasó a
ser el coordinador de la campaña de Cordero, responde: “Lo que realmente
divide y ofende al panismo son las prácticas priistas: El acarreo de
gente, darle prebendas. Eso se vio en Puebla y hay evidencia también en
el Estado de México y en Veracruz…”
Si el órgano electoral solapa
los excesos, advierte Cortázar, la elección puede convertirse en un
cochinero: “Es muy importante que la comisión preste mucha atención a lo
que ha estado haciendo Madero. Es como el ladrón que sale de la tienda y
grita: ¡Agarren al ladrón!”
Las estructuras
El
lenguaje áspero del equipo de Cordero le está dando resultados: Ya se
desvaneció la imbatibilidad de Madero, una percepción que prevaleció
todavía al inicio de la campaña, el 18 de marzo.
La semana pasada
se difundieron dos encuestas que muestran un cierre en la competencia,
luego de que otras cuatro marcaban una ventaja amplia para Cordero. Una
de las más recientes, la de Blanco y Asociados, fue publicitada por el
equipo de Madero y le da tres puntos de ventaja.
Difundida por TV
Azteca, esta encuesta le da ventaja a Madero de 47 puntos por 44 de
Cordero, quien en otra de Ana María Covarrubias, hecha para el portal
SDP-Noticias, se coloca 13 puntos arriba.
Para ganar la elección
se debe obtener la mayoría absoluta de los votos emitidos o al menos
37%, con una diferencia de cinco puntos porcentuales en relación con el
rival, y el temor del equipo de Cordero es la estructura que ha armado
Madero.
De acuerdo con los equipos de campaña de los dos
candidatos, en los tres estados con mayor militancia el voto está
dividido, aunque con tendencia hacia Madero: Jalisco (20 mil 700),
Veracruz (16 mil 800) y Estado de México (15 mil 200).
En el
primer estado, el coordinador de Madero es Hernán Cortés, expresidente
estatal del PAN y discípulo de Francisco Ramírez Acuña, a su vez
coordinador de Cordero, quien cuenta también con el apoyo del
exgobernador Alberto Cárdenas, regidor de Guadalajara.
En
Veracruz, Madero está en manos del expriista Miguel Ángel Yunes, junto
con sus hijos, el del mismo nombre, alcalde de Boca del Río, y Fernando,
senador, mientras que Cordero tiene a su favor al presidente estatal,
Enrique Cambranis, y a Julen Rementería.
En el Estado de México,
los tres principales grupos apoyan a Madero: El hegemónico, con Ulises
Ramírez; el de José Luis Durán Reveles, allegado a Santiago Creel, y
algunos de los juramentados de El Yunque, que liderea Luis Felipe Bravo
Mena.
La fortaleza de Madero son los gobernadores y los caciques
locales, muchos de ellos fortalecidos con los recursos gestionados desde
la Cámara de Diputados por el coordinador, Luis Alberto Villarreal, el
vicecoordinador Jorge Villalobos y el legislador veracruzano Víctor
Serralde.
Puebla, que es el cuarto estado con mayor militancia
–con 13 mil 400–, está casi controlado por Moreno Valle a favor de
Madero, aunque hay un contrapeso con los liderazgos de Ana Teresa
Aranda, Francisco Fraile y Juan Carlos Mondragón.
En Nuevo León,
con 11 mil 500 militantes, el control casi total lo tiene el grupo que
planea llevar a la gubernatura a Margarita Arellanes, alcaldesa de
Monterrey, ligada a Juan José Rojas Cardona, El Zar de los Casinos,
quien financió la campaña de Madero en 2010.
Uno de los operadores
de Madero en Nuevo León, según el equipo de Cordero, es el panista
duranguense José Serrano, socio de los hermanos Rojas Cardona y amigo
íntimo del diputado federal Rodolfo Dorador, coordinador de la primera
campaña de Madero para presidente.
En Sinaloa, donde hay 8 mil 900
panistas, el gobernador expriista Mario López Valdés trabaja para
Madero por la vía de varios colaboradores y en coordinación con el
diputado Jorge Villalobos, identificado como “mano derecha” del
presidente del PAN con licencia.
En Baja California, el gobernador
Francisco Kiko Vega mantiene un control prácticamente total para que
los 7 mil 500 panistas voten a favor de Madero, lo mismo que el de
Sonora, Guillermo Padrés, quien tiene encomendada la misión de hacer que
los 6 mil 800 militantes se inclinen por la reelección de Madero.
Michoacán,
donde hay 8 mil 300 panistas, es otro estado donde Madero tiene fuerza:
En la reciente elección de consejeros nacionales, su grupo aplastó a
los seguidores de Calderón. En Chihuahua, donde nació Madero, tendría
también la mayoría de los 8 mil 400 militantes.
El Distrito
Federal, donde hay 8 mil 200 panistas, es controlado por afines a
Madero: Jorge Romero, delegado en Benito Juárez, y Federico Doring,
coordinador de los diputados locales, enfrentados con la senadora
Mariana Gómez del Campo, el exsubsecretario Obdulio Ávila y Carlos
Gelista, expresidente del PAN local.
Aunque en Morelos sólo hay 2
mil 700 militantes, el control lo tiene el exgobernador Marco Antonio
Adame, uno de los principales operadores de Madero y jerarca de El
Yunque, la organización confesional que tiene sembrados militantes en
uno y otro equipo, además de ostentar la presidencia y la secretaría
general con Cecilia Romero y Jorge Ocejo.
Víctor Cánovas, evidenciado
Además
de los estados donde el PAN tiene gobernador o grupos locales que lo
apoyan, Madero cuenta con la operación de Moreno Valle para ganar en
otros seis estados, según el equipo de Cordero.
El gobernador de
Puebla envió a Oaxaca, donde hay 4 mil 500 militantes, a Eukid Castañón,
diputado local y exsecretario de la Contraloría de Puebla, y Néstor
Gordillo, diputado federal y exsecretario de Desarrollo Social, fue
enviado a Chiapas, donde hay 4 mil 200 panistas.
Hidalgo, con 3
mil 200 panistas, le fue encomendado a Jorge Aguilar Chedraui, diputado
local y exsecretario de Salud de Puebla, y a Quintana Roo, con mil 500,
mandó a Ángel Trawitz, exsecretario de Turismo.
La estrategia de
Moreno Valle se evidenció cuando su operador en Tlaxcala, Víctor Cánovas
Moreno, consejero del IEE de Puebla, fue sorprendido como organizador
del arranque de campaña de Madero, el martes 18, por instrucciones del
gobernador.
Cuando se difundió la información de su asistencia a
un acto partidista en Tlaxcala, donde hay 3 mil panistas, alegó que fue
sorprendido por el alcalde de Huamantla, Alejandro Aguilar López. “Es un
error, no sabía de qué se trataba, así de simple”.
Mintió: Una
grabación difundida por el columnista Alejandro Mondragón del portal
StatusPuebla.com –sometido a un boicot publicitario por Moreno Valle,
igual que E-consulta e Intolerancia– lo evidenció a él y a su jefe.
Cánovas
–protegido de Beatriz Paredes en el PRI– tuvo que renunciar como
consejero electoral, aunque el alcalde de Huamantla lo contrató de
inmediato como asesor…
“Comparsas del PRI”
Cordero,
mientras tanto, concentra su fuerza en Guanajuato, que gobernó Oliva y
que pretende hacerlo también el diputado Villarreal, identificado como
el principal beneficiario de los “moches”. En esta entidad Madero sería
minoría entre los 10 mil 600 militantes con derecho a voto.
En
Baja California Sur, el gobernador Marco Covarrubias otra vez apoya a
Cordero, igual que en la elección interna para la candidatura
presidencial. El padrón en el estado es muy marginal: Mil 64 militantes.
Cordero
tiene también fuerza casi total en San Luis Potosí, donde hay 6 mil 800
panistas; en Aguascalientes, con 5 mil 200; Tamaulipas, con 6 mil 600;
Querétaro, con 6 mil 900, y Chiapas, con 4 mil 200.
Hijo del
poder, miembro activo del PAN desde apenas 2008, Cordero se juega todo
en esta elección luego de fracasar como aspirante a la candidatura
presidencial, con todo el poder de la Presidencia de la República.
Cordero
ha integrado su equipo con funcionarios del gobierno de Calderón,
muchos de ellos legisladores por designación como él, sin jamás haber
ganado ninguna elección: Maximiliano Cortázar, su coordinador, y Roberto
Gil Zuarth, senador y derrotado por Madero en la elección de 2010.
El
discurso de Cordero y su equipo se ha centrado en la corrupción
asociada a Madero y sus allegados, como el diputado Villarreal, quien no
ha aparecido en los principales actos de campaña.
La propia
presidenta del PAN, Cecilia Romero, pareció aludir a él y a otros
legisladores cuando, en la inauguración de la Asamblea Nacional, el
sábado 31 de marzo, exclamó: “Simple y sencillamente, en este partido no
queremos a los corruptos”.
Ante la corrupción que mancha a unos y
a otros, los equipos de Madero y Cordero sólo repiten que se investigue
sin ir más allá, y cruzan culpas de quiénes son peores.
Cortázar,
quien afirma que Cordero tiene una tendencia irreversible a la alza,
afirma que Madero será sancionado por la militancia por no cuidar la
unidad del partido y ser sinónimo de derrota.
“Parece que tiene
amnesia. Él tomó el PAN en el 2010 y la mayor derrota fue el 2012. Tuvo
ese tiempo para preparar las elecciones y han sido las peores que hemos
tenido.”
El deterioro del PAN, juzga, fue brutal: “Incertidumbre
en corrupción, derrotas tremendas y no haber cuidado la unidad del
partido, que es la principal encomienda de un presidente”.
Marko
Cortés afirma que la desmemoria es de Codero y su equipo, porque el
sexenio de Calderón fue sólo de derrotas, imposiciones y complicidades
con el PRI.
“El PAN perdió todo cuando estábamos en el gobierno.
Las decisiones del PAN se tomaron fuera del PAN, porque tuvimos
presidentes que ni siquiera tuvieron contienda, sólo ratificación,
porque las decisiones eran allá (de Los Pinos).”
Si en algún
periodo hubo imposiciones fue en el de Calderón. “No nos pueden venir
con ese discurso de mentiras. ¡Mienten cuando dicen eso! Los panistas
tienen dos opciones: Optar por aquellos que han hecho tanto en tan poco
tiempo o aquellos que en todo su periodo de gobierno perdían alcaldías y
gubernaturas, que sometieron al partido y que iba de caída”.
Inclusive
Cortés recuerda que fue con Calderón en la Presidencia que el PAN firmó
un pacto con Peña Nieto para no hacer alianzas con el Estado de México y
el actual canciller, José Antonio Meade, fue subsecretario de Hacienda
con Cordero. “¿Entonces quién es comparsa del PRI? ¿Quién ayuda al PRI
con esos hechos?”
/ 10 de abril de 2014)
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