Se trata de jefes de plaza y operadores de mediano nivel que
representan un riesgo en activo y han ascendido ante las bajas que el
gobierno ha propinado a ese grupo, argumentan.
La Ruana, Mich.- Antes de entregar las armas y desmovilizarse, como pide el gobierno
federal, es indispensable eliminar alrededor de 100 operadores
templarios de mediano nivel, hombres que han ascendido a la muerte y
captura de los líderes generales y regionales y que representan un
riesgo en activo, advirtió ayer Estanislao Beltrán, líder de las
autodefensas de Tepalcatepec.
"Tengo la lista de quiénes son y se
la voy a dar al gobierno", dijo en entrevista con MILENIO, en la que
sentenció que entregar las armas sin haber eliminado primero a esos
operadores y jefes de plaza es poner a su merced a los integrantes de
las autodefensas.
"Hay que entender que nada más han matado a El Pantera, a El Chayo y a Plancarte.
Hay otros 100 intermedios que están ahí moviéndose, muy agresivos.
Todavía tienen sus armas y si nos desarmamos primero, nos matan",
manifestó Beltrán, poco antes de reunirse con el comisionado federal
para la seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo.
Es la primera
vez que uno de los máximos jefes de las autodefensas se refiere a la
necesidad de eliminar a la estructura intermedia de Los caballeros templarios
—integrada por un centenar de jefes de plaza y un número no determinado
de sicarios—a manera de condición para pasar al desarme.
En un principio, las autodefensas fijaron como requisito central del desarme la eliminación de siete cabezas templarias:
Nazario Moreno, Servando Gómez, Enrique y Dionisio Plancarte, Gerónimo
Vásquez, Fernando Cruz e Isidro Virrueta, de los cuales han sido
capturados o asesinados cuatro.
Lo cierto es que el tema se
mantiene entrampado: mientras los líderes de las autodefensas no se han
movido de su rechazo tajante, el gobierno federal insiste en
convencerlos de deponer las armas, como ayer expuso en un tuit el
comisionado Castillo, quien por la tarde dio a conocer que volvió a
reunirse con los líderes comunitarios para avanzar "en la
desmovilización y el desarme".
Incluso al interior de las
autodefensas hay diferentes posturas al respecto. Hasta el momento,
según dijo Mireles a este diario, tres comunidades ya aceptaron entregar
las armas: Aguililla, Coalcomán y parte de Tepalcatepec, "porque ya
ganaron, para ellos la guerra terminó, ya les regresaron todo lo que
habían perdido". Tres de un total de 45.
Empero, Jorge Vázquez,
del consejo general de autodefensas de Aguililla, definió que en lo que a
ellos toca la batalla sigue y no se ha acordado desarme alguno.
"Tenemos a gente ahorita en la sierra cazando templarios", dijo.
Consecuencias
La
desmovilización tiene consecuencias. En La Ruana, una de las pocas
comunidades en las que el desarme ha avanzado, la desarticulación del
grupo de Hipólito Mora ha llevado a que el bando de Simón El Americano asuma el control total de la región, según advirtió el padre José Luis Segura, párroco de la comunidad.
"El
que hayan destruido a las autodefensas de aquí, que hayan encarcelado a
Hipólito Mora llevó a la expulsión de muchas personas por parte del
nuevo grupo que llegó", deploró. Hasta el momento, 60 familias han
tenido que abandonar la Ruana, ante el temor de ser víctimas de
represalias por parte de El Americano.
Segura acusó que
el nuevo grupo dominante "está amenazando, metiendo miedo en la
población" e incluso señaló que ya se han presentado quejas de
extorsiones, secuestros y cobro de cuotas, por lo que llamó al gobierno
federal a aplicar una política de "desarme selectiva", basada en los
perfiles individuales de cada grupo.
—¿Tienen que desarmarse las autodefensas?
—Hay
dos tipos: las buenas y las malas. A las buenas no. A las malas sí.
¿Cuáles son las malas? Las que ya están claramente mezcladas con el
crimen organizado... si andan asustando a la gente, amenazándola,
cobrando cuotas, si quieren determinar quién entra y quién sale, esas no
son autodefensas. Son grupos armados de un cártel.
Este jueves
será altamente simbólico en distintos puntos de Tierra Caliente; se
espera una de las más grandes movilizaciones del movimiento de las
autodefensas en los últimos meses, al conmemorarse el primer aniversario
de la masacre de productores de limón y mango que, en 2013, pidieron
ayuda al entonces gobernador, Jesús Reyna.
Llaman a comisionados
En
un plazo no mayor a 20 días, Monte Alejandro Rubido, titular de la
Comisión Nacional de Seguridad, y Alfredo Castillo, comisionado en
Michoacán, comparecerán en la Cámara de Diputados.
El objetivo es
que expliquen el incremento de la violencia en varias entidades y
abunden sobre los presuntos nexos de Jesús Reyna con el crimen
organizado.
La Comisión de Seguridad Pública de San Lázaro aprobó un punto de acuerdo para convocar a ambos funcionarios.
(MILENIO/ Víctor Hugo Michel
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