Iban
a ser las nueve de la noche del lunes 31 de marzo cuando dos pistoleros
a bordo de motocicletas asesinaron a Fortino Valdez Valdez, quien se
desempeñaba como jefe de Afiliación, Cobranza y Fiscalización de la
delegación del IMSS en Sinaloa.
El crimen cimbró a la opinión pública sinaloense y sobre todo mazatleca, pues Fortino había ocupado el cargo de subdirector del IMSS en el puerto y gozaba de gran aprecio en la población.
Fue atacado a balazos cuando circulaba en un vehículo Sonic, placas VEP-8580 de San Luis Potosí, en el cruce de la avenida Álvaro Obregón y el bulevar Francisco I. Madero, en pleno centro de Culiacán.
Le dispararon con armas de fuego cortas, y Fortino quedó muerto con el cuerpo doblado sobre el volante.
“Es una muestra más de la terrible impunidad”, asegura el economista Jorge Franco Rodríguez, excondiscípulo de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, generación 1966-1971 y amigo del finado Juan Fortino Valdes Valdez.
“Es una muestra más de la violencia que estamos viviendo, ahora sí, el valor que se le da a la vida, esa pérdida de valores en el ser humano”, secunda el contador público Víctor Manuel Barboza Pérez, excompañero de trabajo del funcionario público del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), asesinado a balazos el pasado lunes 31 de marzo.
“Porque esos que lo hicieron son seres humanos, no son extraterrestres, son personas como nosotros que estamos aquí, así de sencillo, lamenta, es diferente cuando la muerte es originada en un accidente vial, cuando se da por una enfermedad, pero arrebatar la vida a un ser humano es lo más triste que se nota”.
La ejecución de Juan Fortino Valdes Valdez, de 67 años, jefe de Afiliación, Cobranza y Fiscalización del IMSS en Sinaloa, perpetrada por dos sicarios montados en motocicleta, aproximadamente a las 20:55 horas del lunes 31 de marzo, en el cruce de las avenidas Álvaro Obregón y Francisco I. Madero, en Culiacán, Sinaloa, estremeció a no pocos mazatlecos.
El mediodía del miércoles dos de abril, mientras los restos mortales de Juan Fortino descansaban en un reluciente féretro de cedro con relieves de bronce de la Pasión de Cristo, ante el sacerdote que oficiaba la misa de cuerpo presente, en la capilla contigua a la sala de velación Resurrección de la funeraria Aeternus, sus familiares y amigos lo veían y no lo creían.
Entrevistado por este semanario, el excondiscípulo del extinto Juan Fortino en la Facultad de Economía de la UAS, Jorge Franco Rodríguez enfatiza que “no era buscapleitos ni prepotente; fue un extraordinario ser humano, apegado a la normatividad de su trabajo, era un hombre muy conciliador; su asesinato es por la terrible impunidad, uno ya no puede saber qué nos va a pasar”.
Juan Fortino Valdes Valdez era sobrino directo del exgobernador de Sinaloa Alfredo Valdes Montoya, en el periodo 1969-1974.
Por su parte, Víctor Manuel Barboza Pérez, trabajador jubilado del IMSS y excompañero laboral de Juan Fortino durante 13 años, comenta que “todos estamos consternados por la forma en que le arrebatan la vida, porque Juan Fortino era una persona muy dedicada a su trabajo, muy respetuosa con sus compañeros de trabajo”.
“Cuando Valdes Valdez llega a Mazatlán, rememora, simple y sencillamente él decía que la fortaleza con la que contaba en su equipo de trabajo era el recurso humano”. Y sostiene que como funcionario fue él quien gestionó para que a los pensionados les pagaran en centros pagadores y no hicieran largas filas en los bancos durante horas, agobiados bajo los rayos solares. “Él consiguió el Club de Leones, el Club Muralla, pagarles ahí a los señores sentaditos, nosotros trabajamos con él, él liderando el proyecto ese”, recuerda.
El excolaborador de Valdes Valdez en el área de fiscalización resalta que el liderazgo del hoy occiso está reflejado en la innovación tecnológica que se aplicó en la subdelegación del IMSS en el puerto. “Fue un gran líder, agrega, porque en los problemas patronales siempre daba la cara, y nuestra subdelegación fue una de las primeras diez, a nivel nacional, con los números de ventas más altos”, enfatiza.
“A Juan Fortino no le dieron la oportunidad, insiste, porque su muerte fue un acto certero y el IMSS pierde un elemento preocupado por la justicia social”.
A la pregunta de si se está volviendo peligroso ser jefe de cobranza del Seguro Social, Barboza Pérez responde: ”lo que pasa es que alguien tiene que ser el que arrime los ingresos al IMSS, y ese alguien pues son las subdelegaciones principalmente; entonces ese era el papel importante de él, era el jefe de afiliación, cobranza y fiscalización a nivel Sinaloa”.
El crimen
-Víctima de la violencia: Juan Fortino Valdes Valdez, de 67 años de edad.
-Lugar de los hechos: en el cruce de las avenidas Álvaro Obregón y Francisco I. Madero, de Culiacán, Sinaloa.
-Presuntos asesinos: dos supuestos sicarios que viajaban en motocicleta.
(RIODOCE/ Cayetano Osuna/
El crimen cimbró a la opinión pública sinaloense y sobre todo mazatleca, pues Fortino había ocupado el cargo de subdirector del IMSS en el puerto y gozaba de gran aprecio en la población.
Fue atacado a balazos cuando circulaba en un vehículo Sonic, placas VEP-8580 de San Luis Potosí, en el cruce de la avenida Álvaro Obregón y el bulevar Francisco I. Madero, en pleno centro de Culiacán.
Le dispararon con armas de fuego cortas, y Fortino quedó muerto con el cuerpo doblado sobre el volante.
“Es una muestra más de la terrible impunidad”, asegura el economista Jorge Franco Rodríguez, excondiscípulo de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, generación 1966-1971 y amigo del finado Juan Fortino Valdes Valdez.
“Es una muestra más de la violencia que estamos viviendo, ahora sí, el valor que se le da a la vida, esa pérdida de valores en el ser humano”, secunda el contador público Víctor Manuel Barboza Pérez, excompañero de trabajo del funcionario público del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), asesinado a balazos el pasado lunes 31 de marzo.
“Porque esos que lo hicieron son seres humanos, no son extraterrestres, son personas como nosotros que estamos aquí, así de sencillo, lamenta, es diferente cuando la muerte es originada en un accidente vial, cuando se da por una enfermedad, pero arrebatar la vida a un ser humano es lo más triste que se nota”.
La ejecución de Juan Fortino Valdes Valdez, de 67 años, jefe de Afiliación, Cobranza y Fiscalización del IMSS en Sinaloa, perpetrada por dos sicarios montados en motocicleta, aproximadamente a las 20:55 horas del lunes 31 de marzo, en el cruce de las avenidas Álvaro Obregón y Francisco I. Madero, en Culiacán, Sinaloa, estremeció a no pocos mazatlecos.
El mediodía del miércoles dos de abril, mientras los restos mortales de Juan Fortino descansaban en un reluciente féretro de cedro con relieves de bronce de la Pasión de Cristo, ante el sacerdote que oficiaba la misa de cuerpo presente, en la capilla contigua a la sala de velación Resurrección de la funeraria Aeternus, sus familiares y amigos lo veían y no lo creían.
Entrevistado por este semanario, el excondiscípulo del extinto Juan Fortino en la Facultad de Economía de la UAS, Jorge Franco Rodríguez enfatiza que “no era buscapleitos ni prepotente; fue un extraordinario ser humano, apegado a la normatividad de su trabajo, era un hombre muy conciliador; su asesinato es por la terrible impunidad, uno ya no puede saber qué nos va a pasar”.
Juan Fortino Valdes Valdez era sobrino directo del exgobernador de Sinaloa Alfredo Valdes Montoya, en el periodo 1969-1974.
Por su parte, Víctor Manuel Barboza Pérez, trabajador jubilado del IMSS y excompañero laboral de Juan Fortino durante 13 años, comenta que “todos estamos consternados por la forma en que le arrebatan la vida, porque Juan Fortino era una persona muy dedicada a su trabajo, muy respetuosa con sus compañeros de trabajo”.
“Cuando Valdes Valdez llega a Mazatlán, rememora, simple y sencillamente él decía que la fortaleza con la que contaba en su equipo de trabajo era el recurso humano”. Y sostiene que como funcionario fue él quien gestionó para que a los pensionados les pagaran en centros pagadores y no hicieran largas filas en los bancos durante horas, agobiados bajo los rayos solares. “Él consiguió el Club de Leones, el Club Muralla, pagarles ahí a los señores sentaditos, nosotros trabajamos con él, él liderando el proyecto ese”, recuerda.
El excolaborador de Valdes Valdez en el área de fiscalización resalta que el liderazgo del hoy occiso está reflejado en la innovación tecnológica que se aplicó en la subdelegación del IMSS en el puerto. “Fue un gran líder, agrega, porque en los problemas patronales siempre daba la cara, y nuestra subdelegación fue una de las primeras diez, a nivel nacional, con los números de ventas más altos”, enfatiza.
“A Juan Fortino no le dieron la oportunidad, insiste, porque su muerte fue un acto certero y el IMSS pierde un elemento preocupado por la justicia social”.
A la pregunta de si se está volviendo peligroso ser jefe de cobranza del Seguro Social, Barboza Pérez responde: ”lo que pasa es que alguien tiene que ser el que arrime los ingresos al IMSS, y ese alguien pues son las subdelegaciones principalmente; entonces ese era el papel importante de él, era el jefe de afiliación, cobranza y fiscalización a nivel Sinaloa”.
El crimen
-Víctima de la violencia: Juan Fortino Valdes Valdez, de 67 años de edad.
-Lugar de los hechos: en el cruce de las avenidas Álvaro Obregón y Francisco I. Madero, de Culiacán, Sinaloa.
-Presuntos asesinos: dos supuestos sicarios que viajaban en motocicleta.
(RIODOCE/ Cayetano Osuna/
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