Suecia.- El enorme roedor había ingresado a la casa, en
Estocolmo, comiendo la pared. Se escondía detrás del lavaplatos, hasta
que la atraparon con una trampa gigante
La familia Bengtsson-Korsås notó que algo andaba mal cuando su gato, Enok, empezó a negarse a ingresar en la cocina. Pero como no veían nada fuera de lugar, ignoraron el problema.
Hasta que un día percibieron que debajo del lavaplatos había una importante pérdida de agua. Cuando corrieron el aparato para ver qué pasaba, la vieron.
"Estaba aterrada. Era tan grande que apenas la vi salté sobre la mesa de la cocina", contó Signe Bengtsson-Korsås, la madre, en diálogo con Aftonbladet. Con la cola extendida, el animal rondaba los 50 centímetros de largo.
Para ingresar, había hecho literalmente un túnel en la pared, que desembocaba detrás del electrodoméstico. Luego comenzó a comerse la tubería, lo que dio lugar a la fuga de agua.
Signe y sus dos hijos intentaron asustarla, pero no había caso. La rata los desafiaba y hasta se animó a plantarse en el piso de la cocina.
Por eso no tuvieron otra alternativa que llamar a exterminadores, que llenaron la casa de trampas de tamaño industrial. Menos de 24 horas después, el roedor cayó en una de ellas.
Sin embargo, cuando fueron a buscarla notaron que ya no estaba allí. Como era mucho más fuerte que una rata común, había logrado huir con la trampa apriosionando su cuello.
Pero no aguantó demasiado. "Se escurrió debajo de una planta, donde quedó atascada y se ahogó hasta morir", contó el señor Bengtsson-Korsås.
La familia Bengtsson-Korsås notó que algo andaba mal cuando su gato, Enok, empezó a negarse a ingresar en la cocina. Pero como no veían nada fuera de lugar, ignoraron el problema.
Hasta que un día percibieron que debajo del lavaplatos había una importante pérdida de agua. Cuando corrieron el aparato para ver qué pasaba, la vieron.
"Estaba aterrada. Era tan grande que apenas la vi salté sobre la mesa de la cocina", contó Signe Bengtsson-Korsås, la madre, en diálogo con Aftonbladet. Con la cola extendida, el animal rondaba los 50 centímetros de largo.
Para ingresar, había hecho literalmente un túnel en la pared, que desembocaba detrás del electrodoméstico. Luego comenzó a comerse la tubería, lo que dio lugar a la fuga de agua.
Signe y sus dos hijos intentaron asustarla, pero no había caso. La rata los desafiaba y hasta se animó a plantarse en el piso de la cocina.
Por eso no tuvieron otra alternativa que llamar a exterminadores, que llenaron la casa de trampas de tamaño industrial. Menos de 24 horas después, el roedor cayó en una de ellas.
Sin embargo, cuando fueron a buscarla notaron que ya no estaba allí. Como era mucho más fuerte que una rata común, había logrado huir con la trampa apriosionando su cuello.
Pero no aguantó demasiado. "Se escurrió debajo de una planta, donde quedó atascada y se ahogó hasta morir", contó el señor Bengtsson-Korsås.
(ZOCALO / Agencias /28/03/2014 - 08:34 AM)
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