Una investigación de
la Dirección de Asuntos Internos llevó al desmantelamiento de una red de
empleados del Departamento de Estacionómetros que, según la indagatoria,
sumaban varios años saqueando el contenido de los parquímetros en la zona
Centro y en el Pronaf.
El pillaje lo
ejercían presuntamente en colaboración con los parqueros que en la vía pública
vigilan los vehículos estacionados y “administran” el tiempo de los aparatos en
ausencia de los propietarios de los automotores.
El resultado parcial
de la investigación fue el despido de siete funcionarios del Departamento de
Estacionómetros tras comprobárseles que incurrieron en actos de corrupción al
manipular los parquímetros y extorsionar a los parqueros, lo que provocó una
fuga de recursos no determinada para el erario.
La autoridad
municipal precisó ayer en un comunicado que con el despido de un mecánico, dos
recolectores de monedas y cuatro motociclistas, no concluye la indagatoria,
pues se buscará en los siguientes días fincar responsabilidades a estos siete
ex empleados para ponerlos a disposición de la Fiscalía General del Estado.
Con más pruebas
sobre el caso, Asuntos Internos trasladó la investigación al aspecto
patrimonial.
En esta faceta de la
pesquisa descubrió que los empleados de Estacionómetros poseen propiedades que
difícilmente habrían adquirido con su salario: 4 mil 100 pesos mensuales.
Hasta anoche no
habían identificado a los involucrados en esta red que operaba de dos maneras.
La primera, a través de la “ordeña” de los parquímetros.
“El empleado tomaba
el dinero y una parte de ella no la reportaba a la dependencia. En el proceso
se detectó que la morralla con la que se quedaban, la cambiaban por billetes.
Todo esto se comprobó fehacientemente luego de una investigación realizada por
casi un mes”, amplió el comunicado.
La segunda actividad
irregular de los motociclistas era exigirle a los parqueros una comisión de lo
que recaudaban entre los usuarios, a quienes les cobraban sin depositar las
monedas.
Los motociclistas
les pedían entre 20 y 100 pesos por cada parquímetro, por eso aplicaban muy
pocas multas.
Durante la
investigación se cuestionó a los parqueros por qué la recaudación era tan baja.
Respondían que algunos aparatos estaban descompuestos, pero al comprobarles que
no era cierto, confesaron quiénes eran los empleados involucrados en la
sustracción de las monedas y en la extorsión en su contra.
Por la noche, el
alcalde agregó que los parqueros entraron ya en un proceso de revisión y
actualización del censo.
(El Diario / Antonio
Rebolledo / 2014-02-07 | 23:57)
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