Ciudad de México.-
Es uno de los consejeros generales del Consejo Ciudadano de Autodefensa del
municipio de Tepalcatepec, Michoacán. Fue entrevistado por la Agencia SubVersiones;
y el video, subido a la red social hace menos de un mes, acumula miles de
vistas.
La entrevista dura
21 minutos, suficientes para que el médico denuncie el terror que viven los
pueblos de Tierra Caliente. Narra cómo los Caballeros Templarios les exigían no
sólo dinero por metro cuadrado de propiedad o por cada auto, sino hasta a sus
esposas. Pero antes, a las hijas.
“Y las regresaban
cuando ya estaban embarazadas”, dice.
Cuenta cómo los
operativos federales son una farsa. “No pisan el cemento”, afirma. Los
militares llegan a los pueblos y no enfrentan a los narcotraficantes a pesar de
que los lugareños les dicen en dónde están.
Revela, por su
experiencia, cómo se libraron de la plaga de las extorsiones. Simplemente se
armaron, como los indios Purépechas. Tomaron la justicia por su propia mano. Se
organizaron y un buen día detuvieron a una gavilla de criminales y los
entregaron a las autoridades. Poco después, los habían liberado.
El médico pelea la
causa de los pobladores. Dice que no son criminales; que no pertenecen a un
bando. Afirma que la corrupción llega hasta la Secretaría de la Defensa
Nacional y explica por qué los operativos fallan.
El doctor Mireles
Valverde denuncia que desde hace 12 años ha habido muchas guerras entre
cárteles del crimen organizado en la región, pero no se metían con la población
civil.
“Los primeros que
estuvieron aquí, Los Zetas, eran mucho, demasiado, malos, porque ejecutaban y
descuartizaban a sus víctimas, aun después de recibir el rescate”.
PARTE DE LA ENTREVISTA
Es por eso que un
grupo de ciudadanos se organiza, apoyados en otro Cártel de la Familia y los
desplazaron, los eliminaron y se fueron. Posteriormente, este grupo se divide y
surgen los Caballeros Templarios y se posesiona de la región.
Hace aproximadamente
cuatro años hacen una asamblea en Tepalcatepec y en cada uno de los municipios
de la región de tierra caliente con toda la gente productiva, que son los
empresarios, los industriales y hasta los taxistas, donde les garantizaron que
nadie los iba a molestar, que nadie les iba a faltar al respeto, nadie los iba
a secuestrar, nadie los iba a ejecutar. Y alguien les preguntó que de qué
pensaban vivir si ya iban a apoderarse del pueblo y no iban a atacar a nadie,
entonces de qué iban a vivir. Y uno de ellos dijo a la comunidad que su negocio
iba a ser únicamente con los narcotraficantes de la región, a lo cual la
población civil dijo: “mientras no te metes conmigo, está bien”.
El problema empezó
cuando a raíz de tantas ejecuciones de narcos, los que no murieron decidieron
abandonar el país, y como ya no había narcotraficantes a quien explotar o de
quien mantenerse empezaron a explotar a la comunidad, pedirle cuotas, cobrar
derechos de piso, permiso por vivir? desde al señor que vende jitomates en el
mercado hasta los grandes empresarios de la región.
Repito esto empeoró
en los últimos tres años. Ninguna autoridad pudo cumplir con su función, porque
todas las autoridades estatales, municipales y federales eran parte de estos
cárteles o estaban en la nómina de estos cárteles. Eso no lo sabíamos entonces,
pero sí lo asumíamos. Porque da la casualidad que entraba personal federal o
militar y nunca los encontraban, pero nosotros sí los veíamos donde se sentaban
a almorzar o desayunar con ellos, con los meros líderes.
La situación empeoró
cuando estos señores, no tan sólo con quitarle el dinero a la gente, desde la
más jodida a la más acomodada, comenzaron a meterse con la familia, comenzaron
a violar niñas de 11 y 12 años.
Nada más en mi
secundaria, motivo por el cual que yo soy miembro del Consejo Ciudadano, en el
mes de diciembre fueron violadas 14 niñas.
De hecho, varios
grupos de Tepalcatepec tuvimos la intención de organizarnos, pero todos
teníamos miedo, tuvimos miedo. Pero se empezó a hacer un movimiento nocturno
muy discreto, discreto porque no lo descubrieron, hasta el día mismo que
estalló del levantamiento, de visita las familias. Pero fue una organización
que nosotros admiramos mucho y que nació entre los socios ganaderos de aquí de
Tepalcatepec.
De tal forma, que el
24 de febrero a las 9 en punto de la mañana había 80 ganaderos, pero ya con
camisetas de policías comunitarios. Ya tenían aquí a la gente que venía por la
cuota de todas las vacas que se vendían. Tenían que pagar mil pesos por cada
vaca que vendieran, los carniceros tenían que pagar por cada kilo de carne que
vendían, los tortilleros tenían que pagar cuatro pesos por cada kilo de
tortillas que vendían.
Esos señores se
llevaban de aquí 30 millones de pesos al mes, nada más en esos tres negocios,
sin contar lo que pedían a veces a cada familia, hay familias que tenían que
pagar 10 o 20 mil pesos mensuales. Ya nos tenían medidos los metros de los
frentes de las casas de nosotros porque íbamos a pagar por metro, ya nos habían
asignado 500 pesos por carro que tuvieran. A los niños, desde primaria hasta
preparatoria, tenían que pagar 20 pesos todos los lunes. O sea, ya teníamos que
pagar por poder vivir.
El problema no
estalló por los cobros de los gatilleros a ganaderos, carniceros o tortilleros,
ellos subieron el costo y nunca perdieron. El problema de fondo fue cuando
empezaron a llegar a tu casa y te decían: “me gusta mucho tu mujer, ahorita te
la traigo. Pero mientras me bañas a tu niñas, porque esa sí se va a quedar
conmigo varios días”. Y nunca te la regresaban, hasta que estaba embarazada.
Ese fue el problema detonante de la situación en Tepalcatepec. Porque así como
le llegaban a la gente pobre de los ranchos, así le llegaban a los ganaderos
más ricos. Así empezó el movimiento.
(ZOCALO/Agencias/ 09/07/2013 - 02:31 PM)
(ZOCALO/Agencias/ 09/07/2013 - 02:31 PM)
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