En cambio, el
Revolucionario Institucional controlará la mayoría de los Congresos locales,
“por los que al final van a pasar las reformas”
Leticia
Robles de la Rosa
CIUDAD DE MÉXICO, 9
de julio.- En las elecciones del domingo pasado, el PRI dejó ir ante la
oposición un total de 126 municipios, aunque recuperó otros 84, de acuerdo con
los resultados preliminares.
La población que
dejará de gobernar el PRI en los 15 municipios más grandes de los que perdió
asciende aproximadamente a cinco millones de personas.
Esos municipios son
Mexicali, Aguascalientes, Saltillo, Matamoros, Nuevo Laredo, Monclova, Córdoba,
Ciudad Acuña, Papantla, Boca del Río, Rosarito, Tlaxcala, Las Choapas, Izúcar
de Matamoros y Alvarado.
En contraparte,
entre los ayuntamientos que recuperó, destacan Benito Juárez (Cancún) y la
ciudad de Oaxaca, cuyas poblaciones sumadas llegan casi al millón de
habitantes.
En entrevista con
Grupo Imagen Multimedia, el líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz,
consideró que el PRI tuvo buenos resultados, al asegurar que obtuvieron 55% de
los cargos en disputa y se impusieron en la mayoría de procesos donde se
eligieron diputados locales.
Aseguró que
aventajan en diez u once congresos estatales “que son por los que al final van
a pasar las reformas constitucionales que este país necesita, muchas de las
cuales se han incubado o se conseguirán en el Pacto por México”.
ARREBATAN A PRIISTAS 126 ALCALDÍAS
El Revolucionario
obtuvo 84 municipios en donde su poder estuvo diezmado: Zacatecas, Quintana Roo
y Chihuahua.
El Partido
Revolucionario Institucional (PRI) perdió 126 municipios que gobernó en los
últimos tres años, principalmente en Aguascalientes, Puebla y Veracruz, aunque
ganó 84 alcaldías en entidades donde su poder estaba mermado, como en Quintana
Roo, Chihuahua y Zacatecas.
El saldo del PRI,
con base en los resultados de los programas de resultados electorales de las 14
entidades donde se realizaron comicios el pasado domingo es de 42 alcaldías
menos.
Por estado, se
observa que en Aguascalientes perdió su hegemonía. Tenía presidentes
municipales en toda la entidad y ahora sólo se queda con Cosío, Tepezolá y San
Francisco Romo; perdió frente a la alianza PAN-PRD los municipios más
importantes: Aguascalientes, Calvillo y Jesús María.
El Partido Nueva
Alianza le arrebató los municipios de Asientos, Pabellón de Arteaga y San José
Gracia, mientras que el PT le ganó Rincón de Romos y El Llano.
El saldo electoral a
escala municipal en el PRI fue negativo en Aguascalientes, aunque a nivel de
Congreso estatal mantuvo la hegemonía, porque con su aliado Partido Verde
obtuvo diez distritos frente a siete que ganó la coalición PAN-PRD y uno del
Partido Nueva Alianza.
En Baja California,
donde hace tres años se llevó la mayoría de las posiciones, en esta ocasión
perdió los municipios de Mexicali y Playas Rosarito, también frente a la
alianza PAN-PRD y su dominio en el Congreso se vio mermado, porque el PAN-PRD
ganó diez distritos y el PRI-Verde sólo siete diputaciones.
Con base en el
listado oficial del PRI sobre las presidencias municipales que pertenecen a sus
militantes y que están actualizadas al 27 de junio pasado, en Chihuahua los
suyos sólo encabezaban dos municipios, pero ahora hizo tres combinaciones de
alianzas para lograr triunfos en 54 alcaldías, frente a 15 triunfos del PAN,
que en este caso compitió solo. Así, el balance en esa entidad es positivo.
OTRA PÉRDIDA
Otro estado donde
tuvo una disminución en el número de alcaldías que gobernaba es Coahuila, pues
de 31 pasó a 25; entre las que perdió están Acuña, Frontera, Monclova, Morelos,
Sabinas y Saltillo, aunque conservó una de las ciudades más importantes, como es
el caso de Torreón.
Durango se convirtió
en un espacio priista casi en su totalidad. Además de ganar los 30 distritos,
con lo cual se llevó carro completo en la elección del nuevo Congreso, aumentó
su poder en las alcaldías de 21 que tenía a 32 que ganó; sin embargo, en el
reacomodo se observa que seis municipios que eran gobernados por el priismo
ahora están en manos de su oposición.
San Pedro del Gallo,
que ahora tiene el Partido del Trabajo; Nuevo Ideal, Pueblo Nuevo, Guanaceví y
Ocampo que se quedaron para el PAN, así como San Dimas, que fue para Movimiento
Ciudadano, con Alma Reyes, hija del candidato asesinado.
En Hidalgo sólo hubo
elecciones para diputados estatales y el PRI logró el triunfo en todos ellos;
en consecuencia, para los esfuerzos electorales del PAN y el PRD esa entidad
resultó un fracaso.
En Oaxaca el PRI
sufrió un golpe electoral, pues ahí gobernaba 72 municipios y ahora lo hará en
57; es decir, perdió 15; sin embargo, ahí logró un triunfo cerrado en la
capital, que le arrebató al PAN.
En el Congreso
local, el PRI no tuvo un saldo tan negativo, pues al cierre del programa de
conteo preliminar se observa que de las ocho diputaciones de mayoría relativa
que tuvo ahora tendrá 11; en contraste, la alianza formada por el PAN-PRD y el
PT se queda ahora con el primer lugar con 14 curules; en el saldo distrital el
priismo perdió tres y ganó seis posiciones.
Pero en Puebla el
desempeño priista fue el de mayor fracaso.
En el Congreso sólo
tenía cuatro distritos, frente a 22 que logró la alianza encabezada por el PAN
y el PRD.
A escala municipal
el descalabro fue fuerte. Ahí perdió 51 municipios, y 85% de esas posiciones
las perdió frente a la alianza PAN-PRD, pero también frente a partidos de los
llamados chicos como el PT, Movimiento Ciudadano y el PSI; entre los municipios
que le arrebataron están Zacapoaxtla e Izúcar de Matamoros.
Otro estado donde
mermó posiciones fue Tamaulipas, gobernaba 35 alcaldías y el PAN lo derrotó en
Matamoros, Nuevo Laredo, Antigua Laredo, Mainero, Mier, Miguel Alemán y
Maquihuana, mientras que se quedó con nueve diputaciones de mayoría.
A ese estado se suma
Tlaxcala, una entidad que el PRI recuperó hace tres años y logró importantes
triunfos. Ahora, sin embargo, su saldo es negativo, pues de los 28 municipios que
gobernaba ahora se quedó con 16, y entre los más importantes que perdió están
Tlaxcala que es la primera vez que se la arrebatan; Zacatelco y Calpulalpan,
todos ellos a manos del panismo; a nivel de diputados pasó de nueve a diez de
mayoría.
RESULTADOS MIXTOS
Una entidad más con
saldos mixtos para el PRI es Veracruz, pues según la lista oficial de alcaldías
que presidía tenía 81 y ahora tiene el triunfo en 79; sin embargo, en el
universo de las presidencias municipales se observa que fueron varias de las 81
que tenía las que perdió, como son los casos de Acatlán, Acula, Alvarado,
Amatitlán, Apazapan, Aquila, Boca del Río, Córdoba, Tlacotalpan, Papantla y
Cacaxtla, que perdió frente al PAN.
Ante el PRD perdió
Calcahuaco, Colipan y Las Choapas; ante el PT Astecingo, y Cosuatlán de
Carvajal, en tanto que Catemaco lo perdió con Alternativa Veracruzana.
En esa entidad logró
mantener el dominio de municipios como Tuxpan, Perote, Poza Rica, San Andrés
Tuxtla y Tecolutla, mientras que el resultado en materia de Congreso le
permitió tener 25 triunfos distritales.
Ante estos
resultados, el PRI obtuvo saldos altamente positivos en Quintana Roo. Hace tres
años sólo ganó Chetumal, Cozumel y Solidaridad; ahora su dominio se extiende a
todo el estado, pues ganó Bacalar, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto,
Tulum, Benito Juárez, Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas, y se los quitó tanto al
PAN y al PRD.
Otro saldo positivo
es el que logró en Sinaloa, donde gobernaba nueve municipios y ahora llegó a
13; perdió Guasave, a manos de la alianza conformada por el PAN y el PRD, y no
pudo recuperar Mazatlán y Angostura, que ya tenía el PAN; en el Congreso
estatal ganó 21 posiciones frente a tres que obtuvo la alianza Ganas Tú.
En Zacatecas coronó
su victoria con el triunfo en Fresnillo, prácticamente patentado por la familia
del diputado Ricardo Monreal, que ha sido gobernada por él y dos de sus
hermanos; ahora es del PRI, junto con otros diez municipios, por lo cual el PRI
pasó de dominar en 25 a 36 alcaldías, amén de aumentar a 13 el número de
diputados electos por el voto directo de los ciudadanos.
ABSTENCIONISMO, EL GRAN GANADOR
En diez de las 14
entidades donde hubo comicios el pasado domingo el abstencionismo fue el gran
ganador al no acudir a las urnas ni la mitad de los electores.
Asimismo, la falta
de interés por parte de la ciudadanía en ir a sufragar fue menor en 11 estados,
respecto de una elección anterior similar, mientras en tres casos aumentó la
participación, de acuerdo con datos de los institutos estatales electorales.
Hidalgo (60 por
ciento), Puebla (55 por ciento), Quintana Roo (68 por ciento), Chihuahua (64
por ciento), Durango (57 por ciento), Sinaloa (53 por ciento), Tamaulipas (54
por ciento), Veracruz (60 por ciento), Baja California (61 por ciento) y
Aguascalientes (51 por ciento) el abstencionismo superó la mitad de los
inscritos en el padrón electoral local.
En contraparte, en
Tlaxcala el nivel de abstencionismo fue de 46 por ciento, mientras en Zacatecas
de 43 por ciento, en Coahuila de 46 por ciento y en Oaxaca de 49 por ciento.
Si se comparan las
cifras del pasado domingo con las de una elección previa, se tiene que en Baja
California, en 2010 el desinterés por votar
fue de 66 por ciento, mientras el 7 de julio alcanzó 61 por ciento, una
cifra menor si se toma en cuenta que en el estado también se eligió gobernador.
En Tlaxcala, el
abstencionismo se redujo de 47 por ciento en una elección previa, a 46 por
ciento; en Coahuila pasó de 51 por ciento a 46 por ciento, y en Tamaulipas de
56 por ciento a 54 por ciento.
RETROCESOS
Las entidades donde
la participación ciudadana va a la baja son 11. En Hidalgo, donde se renovó el
Congreso local, pasó de 52 por ciento en 2010 a 60 por ciento este año.
En Puebla fue de 43
por ciento, contra 55 por ciento el domingo pasado; en Oaxaca alcanzó 49 por
ciento, mientras en 2010 fue de 41 por ciento.
Asimismo, en
Quintana Roo, el incremento fue marginal, al pasar de 67 por ciento a 68 por
ciento. Al respecto, la Coparmex en la entidad identificó algunas causas del
abstencionismo: poca credibilidad en los políticos, miedo que generan los
partidos y falta de cultura cívica.
La tendencia a la
baja en la participación electoral de los zacatecanos persiste al pasar de 41
por ciento a 43, según el Instituto
Electoral del Estado.
Catalina Soto
Acosta, consejera presidenta del organismo, atribuyó la baja participación a la
inseguridad o miedo de la gente, así como al clima.
FACTOR VIOLENCIA
Otras entidades
donde la participación ciudadana cayó debido en parte a la inseguridad fueron
Chihuahua, al pasar de 61 por ciento a 64 por ciento; Durango, donde en 2010
votaron 53 por ciento de los ciudadanos, mientras en 2013 la cifra alcanzó
apenas 43 por ciento.
Sinaloa, estado
donde antes de las elecciones se registraron actos violentos contra integrantes
de partidos políticos, la participación ciudadana fue de 58 por ciento en 2010,
contra 47 este año.
En Aguascalientes el
abstencionismo también creció al pasar de 46 por ciento a 51 por ciento,
mientras en Veracruz se incrementó de 41 por ciento a 60 por ciento de 2010 a
2013.
(DOSSIER
POLITICO/ Leticia Robles de la Rosa / Excélsior/ 2013-07-09)
No hay comentarios:
Publicar un comentario