lunes, 22 de julio de 2013

EL PRD: EL PARTIDO SOBREVIVIENTE

PRD en Sinaloa. Fracaso amarillo.


Imperceptible y desdibujado, el PRD recibe aliento de la coalición con el PAN

Acompañante incómodo en la alianza Unidos Ganas Tú, el Partido de la Revolución Democrática dejó de ser la vieja izquierda combativa —la necesaria oposición política— para convertirse en comparsa de las siglas panistas y copartícipe de la farsa de ser gobierno en Sinaloa.

Reducido ahora en un estorbo para el Partido Acción Nacional, dirigentes y líderes morales de la organización albiazul exigen el rompimiento de la coalición para ir solos, “es mejor que mal acompañados”, en el proceso electoral de 2016, cuando se elegirá al nuevo gobernador.

Benevolente en su juicio interno, proviene del PAN el balance más ácido para un perredismo que no sabe a ciencia cierta qué aportó y que mermó en la elección del reciente 7 de julio.

Rafael Morgan Ríos, parte de una corriente panista que cobra fuerza en la propuesta de que en Sinaloa ganaría más el PAN yendo solo a las elecciones, dice que el planteamiento puede ser llevado al Comité Directivo Estatal y luego al Consejo del partido, y elevado ante el Comité Directivo Nacional, que es el que aprueba las alianzas, “porque se trata de una cuestión que tendremos que discutir y resolver”.

“Yendo solo, creo yo, el PAN ganaría más en identidad y conocimiento del partido. En coalición la percepción de la gente es que todos los que participan en la alianza son lo mismo. Y hay diferencias sustanciales entre Acción Nacional y el PRD”, agrega el ex secretario de la Función Pública del Gobierno federal.

Sin embargo, para el dirigente estatal del PRD, Heriberto Arias Suárez, se trata de una discusión que trata de desviar la atención de lo fundamental, que es el análisis sereno de los resultados electorales del 7 de julio y con base al balance objetivo rectificar para hacer más competitiva la alianza de cara a lo que viene.

Insiste en que el PRD sí le generó votos a la coalición Unidos Ganas Tú, aunque la proporción y el peso de la aportación es materia de reflexión y análisis al interior del PRD.

“Los votos ahí están y también los que no se emitieron porque la gente no salió a sufragar”, remarca.

Aportación regateada

Ni siquiera le reconocen los panistas al PRD haberle aportado a la alianza los 55 mil 593 votos que logró en la elección de presidentes municipales de 2007, la última vez que el partido del sol azteca fue solo a la elección de alcaldes, o los 62 mil 234 sufragios que obtuvo en la votación para diputados locales ese mismo año.

Mucho menos aceptan que el Partido de la Revolución Democrática le hubiese aportado al bloque Unidos Ganas Tú los 24 mil 270 votos que se le adjudican dentro del convenio de coalición en el cual, al lograr la alianza el 36.80 por ciento del total de votos, al PRD le corresponde el 7.2 por ciento.

Con esos votos y ese porcentaje, el PRD obtuvo, en el reparto de diputaciones de representación proporcional, curules en el Congreso del Estado para sus ex dirigentes Imelda Castro Castro y Ramón Lucas Lizárraga.

Precisamente Imelda Castro, quien se integrará la 61 Legislatura, llama a una altura de visión en los análisis que se hacen al interior de la alianza y considera que debe existir autocrítica, pero no autoflagelación.

Recuerda que así como el PRD vivió problemas internos al ir a la elección del reciente 7 de julio, también el PAN llegó mermado tras haber perdido la elección presidencial de 2012 y enfrentar conflictos internos entre el grupo dirigente y la fracción legislativa en el Senado.

Respecto a la aportación de votos del PRD en la reciente elección local, recuerda que la votación histórica de este partido ha fluctuado entre el ocho y siete por ciento en procesos comiciales similares al recientemente vivido en Sinaloa y que en la elección federal de 2012 a nivel nacional su partido se convirtió en segunda fuerza política.

“Una alianza es una suma de esfuerzos y así debe verse en las buenas y en las malas. En este sentido los resultados electorales también son la expresión de situaciones multifactoriales y en vez de tensar la etapa poselectoral hay que ver otras cosas más importantes”, expresa.

Lo que propone es estudiar el entorno, ver cómo la fracción parlamentaria y el Gobierno surgidos de la alianza en 2010 no han tenido una evaluación autocrítica que permitiera ir con una estrategia diferenciada al proceso electoral de 2013. “Todos los partidos entramos a la elección con problemas; incluso el PAN tuvo desprendimientos de militantes que se fueron al PAS o al PRI”.

El aplauso o la crítica

Al igual que para Acción Nacional, el dilema en el PRD es seguir avalando íntegramente al gobierno de Mario López Valdez, donde conserva posiciones como la Secretaría de Agricultura a cargo de Juan Nicasio Guerra Ochoa y la Dirección General del Instituto de Capacitación para el Trabajo en Sinaloa, con Audómar Ahumada Quintero, o trasmutar a una organización crítica respecto al malovismo.

La tendencia emanada de la reunión del Comité Estatal realizada el 17 de julio consiste en modificar la relación con Malova, pero no llevarla a niveles de ruptura. “Se trata de una postura que señale errores, que cuestione el estilo priista que asumió este gobierno, pero a la vez de colaboración para que se encarrile en la propuesta original del cambio y alternancia”, dice uno de los directivos perredistas que participa en la deliberación.

De momento no está a debate la cuantía de votos que el PRD le aportó a la alianza Unidos Ganas Tú ni un eventual abandono de la coalición, como lo piden algunos dirigentes y líderes morales del PAN.

Para el sociólogo Misael Sánchez Olea, con doctorado por la Universidad de Barcelona, España, el PRD quedó difuminado dentro de la alianza a la que pertenece. “Esto es natural que ocurra dentro de una plataforma política en donde Acción Nacional lleva toda una estructura y presencia que lo convierte en la segunda fuerza política de Sinaloa y se asume como el partido que llevó al poder al actual gobernador Mario López Valdez”, señala.

“Los perredistas, con un planteamiento ideológico que es como el agua y el aceite al lado de la filosofía panista, se saben acompañantes incómodos en la alianza electoral, pero también aceptan que es la única manera de sobrevivir en un contexto en que la izquierda tiende a extinguirse en Sinaloa”, opina.

Al hacer un balance del desastroso resultado electoral para la alianza Unidos ganas Tú, Sánchez Olea considera que el PRD se guareció bajo la campaña del PAN, como lo hizo el PT, en espera de dividendos que por sí solo no tendría con regidores, diputados y alcaldes.

“En 2010, al ganar la gubernatura, el PRD creyó ser parte del Gobierno y se asumió como tal. Actualmente, al descubrirse poco a poco la farsa de la alternancia, este partido no demarca su actuación como izquierda de lucha eminentemente social; se confunde y confabula con un estilo de gobierno de claro corte priista. Eso le quita votos, como se los quitó al PAN”, concluye.

En ese contexto de opiniones encontradas, con el dedo acusador panista que le apunta, el PRD asume culpas, gana tiempo y toma oxígeno, pero al final de cuentas sigue vivo en la competencia electoral.

Una pausa para deliberar

Diezmada por el resultado electoral, la coalición Unidos Ganas Tú se concedió un paréntesis entre los partidos integrantes (PAN, PRD y PT) para efectuar primero el balance particular y luego tomar decisiones en razón de si es conveniente o no seguir en alianza y la relación que tendrán con el gobierno de Mario López Valdez.

En principio, la deliberación se centrará en una agenda común parlamentaria y la integración de manera plural de los gobiernos municipales de Angostura, Guasave y Mazatlán, ganados en las urnas el 7 de julio.

Con base a los acuerdos tomados la semana pasada por los partidos que integran la alianza Unidos Ganas Tú, los primeros compromisos poselectorales establecen lo siguiente:

1) No está a discusión la disolución de la coalición ni la renuncia de los dirigentes de los partidos que la conforman.

2) Los partidos reconocen el escenario “sumamente adverso” que contrasta con el escenario que habían vislumbrado antes del día de la elección y acuerdan impugnar ante tribunales electorales y federales en materia electoral aquellas presidencias municipales y distritos donde el resultado fue muy cerrado, con menos de un punto porcentual de diferencia.

3) Si en última instancia la resolución no le favorece a la coalición PAN-PRD-PT, se dará por cerrado el tema electoral y respetarán los resultados que emanen.

4) Una vez concluido el proceso jurídico legal, la coalición será congruente con el ofrecimiento de “aceptar nuestras derrotas y festejar nuestras victorias”.

5) Al darse por cerrada la elección Sinaloa 2013, la alianza política se centrará en preparar su participación en la elección federal de 2015 y la votación para elegir gobernador, presidentes municipales y diputados el domingo 3 de julio de 2016.

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