Se corre el riesgo de convertirse solamente en un recuerdo que existió en la ciudad, afirmó el historiador Josué Beltrán.
Sonia ALCANTAR JAIME
TIJUANA.- Los icónicos
burroscebra de la Revolución ya no generan un ingreso
económicobeneficiario para sus fotógrafos. Esto debido a la baja del
turismo en la zona Centro de Tijuana.
En años anteriores, el comerciantes llegaba a ganar 50 dólares al
día por las fotografías tomadas. En 2013 existen los días en que ni un
solo dolar pueden generar de este atractivo cuadrúpedo rayado.
Lo anterior fue comentado en la mesa de discusión sobre el tema, en la que el coordinador del Archivo Histórico de Tijuana, Gabriel Rivera Delgado, expresó que el objetivo es sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del rescate de esta tradición que cumplirá 100 años en 2014.
La manera de lograr este objetivo es apoyar al fotógrafo para que su actividad sea remunerada, resaltó Roberto Lango, presidente de la asociación civil Uni2. Solo de esa forma se asegurará la permanencia burrocebra hasta convertirse en Patrimonio Cultural de la Ciudad por la trascendencia histórica que le acompaña.
El burro-cebra nació como un atractivo turístico en la avenida Revolución, y más tarde se trasladó al Casino de Agua Caliente donde se le añadió el toque de la carreta. En los años 40, el simpático cuadrúpedo regresó a las calles de “la Revu” y permanecer como un pintoresco elemento indentitario.
El líder de los fotógrafos de la avenida Revolución, Jorge Bonillas, reveló que a los animales les fueron pintadas franjas negras para que se distinguieran en las fotografías, ya que en los inicios de esta actividad las imágenes eran tomadas en blanco y negro.
Lo anterior fue comentado en la mesa de discusión sobre el tema, en la que el coordinador del Archivo Histórico de Tijuana, Gabriel Rivera Delgado, expresó que el objetivo es sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del rescate de esta tradición que cumplirá 100 años en 2014.
La manera de lograr este objetivo es apoyar al fotógrafo para que su actividad sea remunerada, resaltó Roberto Lango, presidente de la asociación civil Uni2. Solo de esa forma se asegurará la permanencia burrocebra hasta convertirse en Patrimonio Cultural de la Ciudad por la trascendencia histórica que le acompaña.
El burro-cebra nació como un atractivo turístico en la avenida Revolución, y más tarde se trasladó al Casino de Agua Caliente donde se le añadió el toque de la carreta. En los años 40, el simpático cuadrúpedo regresó a las calles de “la Revu” y permanecer como un pintoresco elemento indentitario.
El líder de los fotógrafos de la avenida Revolución, Jorge Bonillas, reveló que a los animales les fueron pintadas franjas negras para que se distinguieran en las fotografías, ya que en los inicios de esta actividad las imágenes eran tomadas en blanco y negro.
(EL MEXICANO/ Sonia ALCANTAR JAIME /lunes, 29 de julio de 2013 05:49 p. m.)
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