Redacción
Chilpancingo.- “Estás loco y pendejo, ahora nomás falta que te andemos cuidando para
que no te maten con tantos problemas que tienes, cabrón”, dijo el
alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, a Arturo Hernández
Cardona el pasado 1 de abril durante una reunión en la que el dirigente
de Unidad Popular responsabilizó al presidente municipal de lo que le
pudiera pasar.
Lo anterior consta en la demanda penal que Hernández Cardona
interpuso ante el Ministerio Público contra el alcalde Abarca Velázquez
dos días antes de ser secuestrado junto a siete de sus compañeros de la
UP.
En la denuncia de hechos, cuya copia tiene El Sur, el dirigente
popular expresó su temor de ser privado de la vida, y expuso su opinión
de que el asesinato del síndico Justino Carvajal Salgado, ocurrido el 8
de marzo en el centro de Iguala, pudo haber sido ordenado por un
político con poder.
De acuerdo con la denuncia, Hernández Cardona había tenido varios desencuentros con el alcalde perredista.
En uno de esos choques, Abarca Velázquez insultó públicamente a
Hernández Cardona después de que el dirigente lo responsabilizó de
cualquier agresión que le pudiera ocurrir.
La UP se constituyó con alrededor de 10 organizaciones locales a
pocos meses de que tomó protesta el alcalde perredista, en la idea de
sumar fuerzas ante la cerrazón de éste a atender sus demandas de obras y
servicios públicos para diversas colonias.
De acuerdo con registros periodísticos las relaciones entre la Unidad
Popular y el gobierno municipal fueron ríspidas desde el principio,
toda vez que la administración no accedió a la inclusión de colonias
irregulares vinculadas con la coalición de organizaciones en las
propuestas de obras, como lo hizo con otros asentamientos liderados por
dirigentes afines a la alcaldía.
A finales de enero de este año el diálogo entre la UP y la administración de Abarca Velázquez prácticamente se había roto.
En la denuncia, Hernández Cardona recuerda que el 29 de enero “se
llevó a cabo una mesa de trabajo en la sala de la presidencia municipal
estando presente el presidente municipal, los síndicos Justino Carvajal
–asesinado en marzo– y Mario Castrejón Mota, así como algunos
regidores”.
En esa reunión Hernández Cardona exigió la salida de alrededor de 30
familiares de Abarca Velázquez que ocupaban diferentes puestos en el
gobierno local.
Además demandó al alcalde “que concluyera su actitud soberbia en contra de las organizaciones sociales”.
La reunión concluyó sin acuerdos y al día siguiente la UP se
manifestó frente al gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien asistió a la
Plaza de las Tres Garantías, donde se celebró la Sesión Solemne por la
Instalación del Congreso Constituyente en la ciudad.
Las movilizaciones de la UP se hicieron en paralelo a la sesión
parlamentaria, y la exigencia era una reunión urgente con el gobernador
Ángel Aguirre.
En la denuncia que Hernández Cardona presentó antes de ser levantado y
posteriormente asesinado, asentó que “cuando estábamos tratando de
establecer este diálogo se presentó la agresión de varios elementos
policiacos (municipales) que intentaron llevarse a varios compañeros
detenidos, la policía después los soltó”.
En la cronología que relata Hernández Cardona en su denuncia contra
el alcalde, quedó registrado que el presidente de la Comisión de
Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega, tenía conocimiento sobre
los problemas entre la UP y el alcalde.
“El 8 de febrero del año en curso fuimos recibidos por el diputado
Bernardo Ortega Jiménez en sus oficinas del Congreso local, donde en
primer orden le planteamos que interviniera el Congreso para que a José
Luis Abarca se le exigiera la salida” de alrededor de 30 familiares que
trabajaban en puestos claves dentro de la administración, dice la
demanda.
El presidente del Congreso local pertenece a la misma corriente
política que el alcalde de Iguala, Nueva Izquierda, que en el estado
dirige el diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez.
Bernardo Ortega ha sido uno de los políticos que en fechas recientes
ha defendido al edil, lo mismo que De la Rosa quien considera que los
que demandan justicia por el asesinato de tres luchadores sociales
“lucran” con su memoria.
De acuerdo con lo dicho por Hernández Cardona en su declaración
entregada al MP, el 12 de febrero tuvieron una reunión con el gobernador
en el Palacio de Gobierno, tras la cual las relaciones con la
administración municipal se estabilizaron hasta el primero de abril.
El dirigente asesinado narró en su denuncia que el primero de abril
“llegamos puntuales a la cita para que nos recibiera el cabildo y poder
reunirnos para tratar asuntos relativos a obras públicas y servicios
para colonias populares (…) de inmediato comenzó la sesión al hacerse
presente el primer edil José Luis Abarca Velázquez, él tomó asiento sin
decir palabra alguna, sólo se limitó a estar escuchando”.
En esa reunión, a la que también asistieron la mayoría de los
regidores, Hernández Cardona manifestó que “reiteramos nuestra postura
política que de la actual comuna tienen que salir todos los familiares
del presidente municipal, de que se transparentara la nómina y de que se
dieran cuentas en un informe financiero de la Feria de la Bandera”,
misma que fue administrada por el cuñado del alcalde, Cirilo Lara Brito.
“Y que planteábamos una investigación a fondo del gobierno del estado
y que se instruyera a la Procuraduría General de Justicia del Estado
dicho asunto, porque había el rumor de que al primer síndico Justino
Carvajal lo había privado de la vida el crimen organizado y si no (fue)
el crimen organizado, lo ordenó otro político con el mismo poder, o más
poder”, se lee en el documento.
Ante el agente del MP de la Procuraduría General de Justicia del
Estado, Hernández Cardona manifestó que “el día en que mataron a
Justino Carvajal se sabe que ese día no hubo retenes, ni operativos, ni
movilización policiaca alguna. Pero eso sí, poco después de haber
sucedido el crimen, que se sabe fue después de las siete de la noche, se
apostaron patrullas afuera de las instalaciones de la Unión Campesina
Emiliano Zapata, ahí permanecieron hasta las 10:30 de la noche”.
En el texto en el que dirigente popular reproduce parte de la
discusión que sostuvo con el alcalde en la fallida mesa de trabajo del
primero de abril, señaló que Abarca Velázquez mandó a los agentes a sus
oficinas con la finalidad de intimidarlo y hostigarlo, “ellos solamente
cumplieron la orden, percibimos que fue así, presidente. Porque desde
ese ayuntamiento se propagó una línea de investigación en contra de
Hernández Cardona que tú promoviste”.
“Tenemos el temor fundado de perder nuestras vidas, los que estamos
al frente de las diferentes organizaciones, que integramos la Unidad
Popular”, denunció un día antes de su desaparición.
De acuerdo con la declaración, cuando Hernández Cardona le dijo al
alcalde que hacía responsable a su administración por cualquier cosa que
pudiera pasarle, éste le respondió: “estás loco y pendejo, ahora nomás
falta que te andemos cuidando para que no te maten con tantos problemas
que tienes, cabrón”.
Entonces el secretario general del ayuntamiento dijo al dirigente que
“yo también los hago responsables a ti, Arturo Hernández Cardona, y a
todos los integrantes de la Unidad Popular, de lo que pueda pasar al
alcalde y a su familia”.
En la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público, Hernández
Cardona asegura que la esposa del alcalde se le acercó con la finalidad
de golpearlo y les dijo a los integrantes de la Unidad Popular (UP):
“Mugrosos, delincuentes, vividores, lucradores”.
(EL SUR ACAPULCO/ Redacción/ jun 12, 2013)
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