México.- La propuesta de Reforma Migratoria aprobada esta
semana por 68 votos a favor y 32 en contra, es apenas el primer paso
para que más de 11 millones de personas que de manera ilegal viven,
trabajan o estudian en el vecino país, puedan legalizar su estancia.
De acuerdo con análisis de medios internacionales, el paso de la reforma por la Cámara Baja puede ser igual de tortuoso que el acuerdo para evitar el llamado precipicio fiscal a finales del año pasado.
El camino no va a ser ni recto ni plano lo dejó claro el mismo jueves el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, quien declaró públicamente que su Congreso no aprobará ninguna propuesta de ley que no cuente con la mayoría tanto demócrata como republicana. Y también subrayó que no dejará que la propuesta migratoria del Senado, pese a su monumental incremento en materia de seguridad fronteriza como “cebo republicano”, sea votada tal cual en su Cámara.
En este cámara hay cuatro veces más legisladores (435) que en el Senado, quienes no necesariamente, comparten los mismos intereses.
Un análisis hecho por la cadena británica BBC destaca que el hecho de que el próximo año haya elecciones legislativas en Estados Unidos añade un ingrediente adicional a la postura de los representantes de la cámara sobre la reforma.
Los senadores lograron un inusual consenso en torno a la propuesta inicial del llamado Grupo de los Ocho -cuatro legisladores demócratas y cuatro republicanos- y en el camino fueron añadiendo las demandas republicanas para el reforzamiento de la seguridad fronteriza que terminaron garantizando incluso más apoyo al proyecto del que era necesario.
En el Comité de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes no se han podido alcanzar acuerdos bipartidistas y la mayoría republicana ha movido la iniciativa de reforma según sus deseos, sin tomar en cuenta las objeciones demócratas.
“¿Por qué debería una minoría de la minoría en el Senado influir a la mayoría de la mayoría en Representantes?”, se preguntaba la semana pasada el representante republicano de Oklahoma Tom Cole.
Lo que puede ser electoralmente bueno en la escena nacional puede resultarle fatal a un congresista en un distrito conservador, donde el tema de los indocumentados y el supuesto desplazamiento que hacen a los trabajadores nativos es un punto controversial.
Un ejemplo de lo anterior es el Legislador de origen cubano, Marco Rubio, del Partido Republicano, quien ha perdido apoyos entre la base más conservadora que le critica el haber sido uno de los promotores del acuerdo migratorio.
El miedo de muchos republicanos no es perder su escaño por un demócrata, sino ser desafiado en el proceso previo de primarias por un candidato más a la derecha aún que lo ataque, precisamente, con argumentos como la reforma migratoria todavía tabú para muchos de los sectores más conservadores.
“Es por eso que no todos están dispuestos a aceptar que en la futura ley haya un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados como el que estableció el Senado, porque lo consideran simplemente una ‘amnistía’”, detalla la cadena.
“La cúpula republicana debe elegir entre aprobar una reforma y compartir el crédito por ello o seguir manchando su ya dañada reputación ante los grupos de votantes que más rápido crecen en el país”, advirtió a la agencia DPA el director de la organización pro-inmigrantes America’s Voice, Frank Sharry, nada más acabar la votación del Senado.
Además, algunos temen que la eventual reforma migratoria sea vista como el gran logro legislativo del segundo mandato del Presidente Barak Obama (en el primero fue la reforma de la Ley de Salud u Obamacare).
Y si bien están conscientes de la necesidad de acercarse a los hispanos que les fallaron en las elecciones de noviembre, temen que al final el crédito se lo lleve de manera íntegra la Casa Blanca.
LA MAYOR REFORMA EN 27 AÑOS
El documento aprobado por el Senado representan la mayor Reforma Migratoria desde 1986 y es una ruta para que los inmigrantes que llegaron al país ilegalmente antes del 31 de diciembre de 2011 puedan obtener la ciudadanía.
Contempla una visa inicial para inversionistas extranjeros y programas de visado para trabajadores no profesionales y para el sector agrícola, además del sistema llamado E-Verify, que verifica electrónicamente su estatus legal en un lapso de cuatro años.
El punto más polémico es que al tiempo que abre la puerta para 11 millones de ilegales, también implementa una estrategia de contención en la línea divisoria con México, lo que, en palabras del Senador John McCain, garantizará la “frontera más militarizada desde la caída del Muro de Berlín”, en 1989.
“Seremos la frontera más militarizada desde la caída del Muro de Berlín. Es por eso que creo que esta enmienda es muy importante”, dijo McCain. Y agregó: “La legislación refuerza la seguridad fronteriza y quita toda validez al argumento de que la seguridad fronteriza no es suficiente”.
La “Ley de Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización de la Inmigración” o S.744 fue elaborada por el “Grupo de los Ocho”, conformado por los senadores demócratas Chuck Schumer, Bob Menéndez, Richard Durbin y Michael Bennet y los republicanos John McCain, Marco Rubio, Lindsey Graham y Jeff Flake.
(ZOCALO/ Sin Embargo/ 29/06/2013 - 03:16 PM)
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