En tres años de lucha desigual, Marco Medrano consigue ser reconocido como líder del Suntuas administrativos
Nadie había logrado que la Universidad Autónoma de Sinaloa
retrocediera en la maniobra de desconocer a Marco Antonio Medrano como
dirigente de la Sección Administrativos del Sindicato Universitario,
hasta que la semana pasada la Junta Local de Conciliación y Arbitraje
concedió la toma de nota a quien durante casi tres años libró una lucha
titánica contra el grupo político que mantiene el control de la casa de
estudios.
Ningún llamado a la legalidad —ni siquiera el que le hizo la
Federación Nacional de Sindicatos Universitarios en diciembre de 2011—
ablandó a la UAS en la intransigente postura antimedranista, sino que
tuvo que ordenarlo el Tribunal Colegiado de Distrito de Mazatlán para
restablecer el principio de legalidad.
Ni aún así. Todavía al cierre de la semana pasada la administración
universitaria decía desconocer de manera oficial la toma de nota y ello
obligó al grupo de Medrano a librar una batalla más: solicitar copias
certificadas del fallo para entregarlo a la patronal y difundirlo en la
comunidad universitaria.
“La Universidad está al borde de incurrir en el delito de desacato y
de hacerlo se posicionará en la absurda encrucijada de respetar la ley o
mandar al diablo a las instituciones para colocarse en rebeldía ante el
Poder Judicial de la Federación. Esto último la pondría en una senda de
descomposición, de anarquía”, advierte el abogado constitucionalista
Enrique Alcántar Sánchez.
La trasgresión al marco jurídico laboral está consumada, agrega, y lo
que sigue ahora es minimizar los daños mediante el acuerdo y la
obediencia al mandato judicial.
En ello coincide la doctora Ana Luz Ruelas, académica que en varias
ocasiones se ha pronunciado por el restablecimiento de la legalidad en
la UAS. “El laudo laboral tiene que cumplirse porque si la Universidad
quiere entrar en desacato se estaría enfrentando a un Poder Judicial
Federal donde los jueces se han engallado y hay antecedentes de
sanciones a la desobediencia”, dice.
La toma de nota a favor de Marco Medrano, considera, debe llevar a la
UAS a discutir y definir, ya, acciones de respeto a la legalidad.
“Después del proceso que han seguido las partes, y una vez cubiertas
todas las instancias, veo muy delicado que quieran darle largas. Sería
muy vergonzoso que se recurra a todo tipo de recursos legales e ilegales
para resistirse a lo que la justicia ordenó”.
Tiempos convulsivos
La tardada definición de la Junta de Conciliación y Arbitraje que le
restituye a Marco Antonio Medrano Palazuelos la secretaría general del
Sindicato Único de Trabajadores de la UAS, sección administrativos, vino
a enrarecer la conflictiva atmósfera universitaria, agitada de por sí
por la demanda de mayores recursos presupuestales y el proceso de
elección de rector.
Pese a la complicada agenda de la Casa Rosalina, el Suntuas
Administrativos vino a ponerle otro “polvorín” al caldeado ambiente
institucional. En una estrategia para ganar tiempo y aguantar el
conflicto hasta que en julio próximo se realicen elecciones sindicales
para definir el nuevo Comité Ejecutivo, Jesús Escobar González, el
dirigente sindical cuya toma de nota le fue retirada por Conciliación y
Arbitraje, se puso a la cabeza de un movimiento de desobediencia al
tribunal laboral.
Escobar González anticipó la instalación del Colegio Electoral, que
será el encargado de organizar las elecciones del Suntuas
administrativos, y en un hermético actuar, que incluso se cerró a la
cobertura de los medios de comunicación, realizó una asamblea de
trabajadores para confrontarse a la decisión de los tribunales que lo
emplazan a entregarle a Marco Medrano la dirigencia sindical.
La insubordinación ataca los resolutivos del juez tercero de
distrito, con residencia en Zacatecas; el Tribunal Colegiado de Distrito
de Mazatlán; el Juzgado Primero de Distrito, con sede en Culiacán, e
incluso de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado de Sinaloa,
que en su momento dieron la razón legal a Marco Medrano.
El 9 de mayo, en un último apercibimiento a la Junta Especial Número
Uno de Conciliación para que obedeciera a la justicia federal, el juez
primero de distrito, Juan Carlos Amaya Gallardo, resuelve que esta
instancia laboral “evidentemente no cumplió”, “lo que expresamente se le
ordenó no fue atendido” e impone una multa de cien días de salario
mínimo a Fausto Rubén Ibarra Félix, representante del Gobierno del
Estado, Francisco Ramírez Acosta, representante de la UAS, así como a
Mauro Sandoval Ceja, representante del Suntuas.
Y los emplaza: “Requiérase por última vez… con el apercibimiento de
que de no hacerlo así se le impondrá, a cada uno, multa por quinientos
días de salario mínimo… y se remitirá el expediente al Tribunal
Colegiado de Duodécimo Distrito para que se siga el trámite de
inejecución de sentencia que puede terminar con la separación de su
puesto y la consignación ante el juez de distrito correspondiente”.
Sin más salida y tras casi tres años de dilación de este pleito, la
Junta procedió el 17 de mayo a efectuar la toma de nota del comité
ejecutivo que encabeza Marco Medrano, reconociéndolo como dirigente del
Suntuas Administrativos en el periodo comprendido del 17 de julio de
2010 al 17 de julio de 2013.
Recuento largo
En contraste al silencio que guarda la parte afectada por el
resolutivo de tribunales federales y estatales, los que acompañaron a
Marco Medrano durante casi tres años de lucha se lamentan de la
circunstancia vivida pero se dicen contentos porque al final la razón
jurídica les fue reconocida.
No hay triunfalismo en ellos porque no están seguros que sus derechos
se vayan a respetar del todo. En noviembre de 2010, una vez que se
repuso la elección sindical al desconocer el triunfo que en julio de ese
mismo año había obtenido Marco Medrano, se declararon en pie de guerra
contra la estrategia para mantener contra viento y marea a Jesús Escobar
González como secretario general del Suntuas Administrativos.
Fue cuando entraron en acción, denuncian, por parte de la patronal,
maniobras de intimidación contra los medranistas que defendían el haber
ganado la dirigencia del sindicato: amenazas, despidos, porros, quema de
boletas, bombas de humo, secuestro de vehículos y oficinas.
A la batalla jurídica en los tribunales se le acompañó de un plantón
en las instalaciones de la Junta de Conciliación y Arbitraje, toma de
las oficinas del Suntuas y jornadas de información a nivel estatal y
nacional sobre las maniobras del Colegio Electoral que llevaron a anular
el triunfo de Medrano.
El recuento que hacen, una vez que la Junta les dio la toma de nota,
es desolador. “Pasamos por tantas cosas, porque esto es producto de un
movimiento de un conjunto de trabajadores, penurias, amenazas, golpes,
injurias y lo propio de estar en la calle, agresiones de porros, falta
de dinero, estar las 24 horas en la Junta casi un año fuera de la
familia.
Lamentan el deceso durante este movimiento de Paloma Beltrán, de
Mazatlán. “Injustamente la corrieron de la UAS, desgraciadamente
falleció, y cuando intervino el Gobierno, porque le pedimos a Gerardo
Vargas que interviniera, y la pudimos finalmente meter al seguro,
falleció porque el desgaste que tenía era tal que ya no pudo. No estaba
en la nómina porque la despidieron y todavía no les pagan a los
familiares el seguro de vida”.
También enlistan entre las bajas al esposo de Rosalva Higuera Castro.
“Ella lo tenía registrado en el Seguro Social porque sufría diabetes y
cuando la administración universitaria la corrió por andar en nuestra
lucha, él falleció porque no tenía atención médica y le dejaron de
funcionar los riñones. Es una gran injusticia”.
A otros doce trabajadores integrantes del movimiento de Medrano
Palazuelos no les pagan salarios desde el día en que se rebelaron al
Colegio Electoral que impuso como dirigente a Jesús Escobar.
Hoy, al ganar la toma de nota de la JLCA a favor de Medrano, se dicen
alegres, pero no contentos. “El costo ha sido muy alto y sabemos que
todavía quedan muchas batallas por ganar”.
“Triunfó la razón y la justicia”
En lo que pareciera el corolario de su extensa ofensiva en los
tribunales para ser reconocido como secretario general del Suntuas
Administrativos, Marco Antonio Medrano Palazuelos, llama al rector
Víctor Antonio Corrales Burgueño a “aceptar que a pesar de todas las
argucias que hicieron, todo lo que implementaron en mi contra, al final
se impuso la razón y la justicia”.
“Yo creo que el rector debe de ser sensato y considerar que no debe
enlodar más la imagen de la UAS. Respetar el derecho y la autonomía del
sindicato y también reconocer que los tribunales para eso están, para
cuando hay un conflicto de intereses, y ellos deben entrar a revisar
quién tiene la razón y con justicia y conforme a derecho tiene que
establecerse lo que corresponda”.
—Qué sigue después de la toma de nota?
—Ahorita estamos en el proceso de notificación a la gente, porque el
rector ha dicho que no sabe nada, estamos difundiendo la documentación,
entregándole una copia, una original al rector y a las dependencias que
dicen que no saben que la tenemos, aunque se nos hace raro porque el
rector tiene representantes ante la Junta.
—Los dirigentes de la UAS lo han querido tomar como una violentación a la autonomía…
—La Universidad no es una isla, sabemos que están equivocados, porque
la situación esta es de derecho, no se genera desde la Universidad,
para eso están los tribunales del estado y de la Federación, para
regular cuestiones cuya resolución no es del ámbito interno. Lo que pasa
es que manejan la bronca de la autonomía a conveniencia. Sabemos cómo
están manejado el Consejo. Vamos a ver cómo reaccionan ante esta nueva
circunstancia legal. Sabemos que Jesús Escobar es miembro del Consejo
Universitario pero hoy no tiene la toma de nota, la tengo yo, me tienen
que nombrar consejero universitario, vamos a ver qué van a hacer, además
se supone que el secretario general del Suntuas Administrativos tiene
que ser miembro también de la Contraloría Social Universitaria, y
también tiene que ser miembro del Comité Técnico del Fideicomiso de
Jubilación. ¿Por qué ellos se oponen a que entre una gente que no sea de
su línea política y usan su control para que no pueda ser parte de esas
instancias?
—¿Te sientes satisfecho de haber obtenido la toma de nota? ¿Qué significa esto para ti y para tu gente?
—Para nosotros significa que es el fruto de una lucha en la que hemos
estado en contra de los poderes fácticos y donde incluso hemos estado
en contra de las autoridades del Estado, que es a quienes representa la
Junta. Eso no lo digo yo, lo dice el contenido de los documentos
revisados y juzgados por los tribunales federales. Ellos revisaron todo y
cada uno ha establecido la violación de las garantías individuales,
humanas y contractuales de toda índole.
—Hay quienes interpretan esto como una derrota legal al grupo
político que dentro de la UAS encabeza Héctor Melesio Cuen Ojeda. ¿Tú lo
ves así?
—Pues la verdad, para la soberbia de ellos, pero sobre para la
intencionalidad de ellos, sí es una derrota. No por el tiempo o como
haya sido, el problema es que están acostumbrados a hacer y deshacer al
considerar que son impunes, que son intocables, y esto demuestra que la
justicia federal está por encima de los intereses de ellos y de la
autonomía universitaria secuestrada hoy por un grupo de gente que
controla la Universidad. Esto es lo único que se les ha salido de
control en el abuso y desaseo que tienen en la UAS.
—Te están dando la toma de nota al terminar el periodo que tú
debiste encabezar como dirigente del Suntuas Administrativos. ¿Te pueden
reponer el tiempo que no ejerciste la secretaría general?
—En términos legales ahorita estamos en un tiempo en que estoy dentro
del periodo que dirijo, como me la pongan. Que quedan dos meses, sí,
pero finalmente la dirigencia del sindicato es entregada a una persona
diferente a la que controlan ellos. Efectivamente, cabe la situación de
un posible amparo sobre esto que pueda determinar que como no he
ejercido, pues que pueda ejercer los tres años. Sí se puede. O si nos
atenemos a la cuestión de autonomía sindical, el Suntuas Administrativos
puede, legalmente constituida la toma de nota, establecer qué hacer en
el caso. Las ventanas que se abren van desde una simple prórroga o que
la asamblea pueda acordar, porque es soberana, cómo procesar esto o
nuevas elecciones. Todos los escenarios posibles pudieran considerarse.
—¿Qué les dirías a trabajadores administrativos una vez reconocido como su dirigente?
—Les digo que la verdad es que hemos sufrido mucho, hemos luchado
fuerte, que con esto se demuestra que con un poco de dignidad y con
mucha valentía se pueden cambiar las cosas en la Universidad. Hoy le
quitamos al control férreo del sindicato a la administración y al grupo
que gobierna la UAS. Les digo que la autonomía sindical en nuestra
sección es una realidad y que podemos hacer con ello, para el bien del
sindicato y de la institución, lo mejor para beneficio de todos, no de
unos cuantos.
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