“México duele… y lo estamos perdiendo”: Ramón Martínez
Coria…
“México está
sufriendo un despojo masivo de tierras y recursos naturales por las mafias
apropiadas del Estado, grupos de poder a nivel internacional y los mexicanos
lejos de expresarse tienen miedo”, reveló en entrevista exclusiva para Dossier
Político el investigador Ramón Martínez Coria, en atención al llamado del
Colectivo No al Sonora SÍ al foro “Políticas Hidráulicas en la Gestión de
Cuencas: Hacia la privatización de los recursos público, que tuvo lugar el
martes en Hermosillo…
Omar de la Vara / Dossier Politico
Hermosillo, Sonora
(DP).- En México se está viviendo un despojo masivo de tierras y recursos
naturales de los indígenas y ejidatarios por parte de grupos de empresarios
macro globales, con el pretexto o interés de la extracción masiva de recursos
energéticos de maneras insospechadas expuso el antropólogo e investigador del
Instituto Nacional de Antropología e Historia.
“México está sufriendo
un despojo masivo de tierras y recursos naturales por las mafias apropiadas del
Estado, grupos de poder a nivel internacional y los mexicanos lejos de
expresarse tienen miedo”, reveló en entrevista exclusiva para Dossier Político
el investigador Ramón Martínez Coria.
Ramón Martínez Coria
consideró que no hay precedentes en el despojo que está sufriendo el país por
parte de grandes grupos empresariales:
“En las aéreas
indígenas es donde más de manera más descarnada se está viendo el despojo y el
desplazamiento, la gran catástrofe humanitaria se está produciendo en una
escala que no estamos entendiendo los mexicanos porque es masiva, se están
desplazando poblaciones sin precedentes y se están despojando tierras y
territorios sin precedentes”, lamentó.
Para el escritor y
columnista, la pregunta es quién es el Estado y a quién representa:
“Con las décadas,
los poderes del Estado están secuestrados por la mafia, es decir las mafias
están en poder del Estado y la agenda pública está secuestrada por intereses
perversos, privados en gente que tiene en sus manos las leyes y las instituciones”, aseveró.
En atención al
llamado del Colectivo No al Sonora SÍ al foro “Políticas Hidráulicas en la
Gestión de Cuencas: Hacia la privatización de los recursos público, que tuvo
lugar este martes en Hermosillo, Dossier Político se abocó a investigar la
situación que priva en Sonora y México sobre el impacto ambiental provocada por
la cerrazón del Estado y los intereses de grandes trasnacionales que devastan
sin piedad la tierra que nos vio nacer.
La entrevista
exclusiva para Dossier Político se realizó en una Universidad de Arte ubicada
en la colonia Centro, debajo de un árbol en el jardín durante un receso de los
expositores del foro público…, de pronto,
un pájaro defecó en la mesa o en el lenguaje popular, “cuachó” en la
mesa, sin interrumpir la respuesta el investigador comentaba:
“Lo primero que
tendríamos que hacer los mexicanos es expropiar el Estado para el bien común y
para el interés público, en esa situación literalmente hasta los pájaros nos
están cagando”, expuso sin tapujo el antropólogo al reportero.
En México, dijo, no
hay un interés por el bien colectivo, los migrantes mexicanos ejemplifico
Martínez Coria, son los únicos que se dan de codazos entre sí, no se ayudan
mientras que los migrantes de cualquier otra parte del mundo se apoyan hacen
redes de solidaridad y se defienden:
“Entre migrantes
mexicanos no se ayudan todos los migrantes de otro lugar se ayudan entre si
hacen redes de solidaridad se defienden, lo mexicanos no entonces no tenemos
este sentimiento de solidaridad y pertenencia colectiva”, apuntó
Precisó que existen herramientas
del Derecho Internacional que se han adherido al Derecho Constitucional
mexicano que vigila y sanciona en su caso la violación a los Derechos Humanos y
la garantía de grupos y personas, pero la corrupción de autoridades no permite
el avance del país para los grupos más vulnerables.
“No tenemos un
proyecto, no hay un liderazgo, no sé por qué las izquierdas en nuestro país no
sólo no existen, sino que cuando se expresan, se pelean; es decir, nos
tendríamos que reinventar, concretamente yo creo que las peleas están en lo
local, las conciencias entre las comunidades la relación entre las comunidades
locales y las organizaciones de la sociedad civil tiene que ser mucho más
orgánico, tenemos que propagar este sentimiento de dignidad y tenemos que informarnos
más”, señaló.
Según el
antropólogo, los mexicanos tiene miedo y este miedo se les inculca a través de
los medios masivos de comunicación que están al servicio de un poder factico,
son muy ignorantes y muy religiosos, esto afecta en gran medida el desarrollo y
el bien común, “los mexicanos somos muy fáciles de paralizar, por eso somos un
pueblo muy ignorante, muy religioso y muy aterrorizado, esos mecanismos nos
tienen fritos”.
Para continuar en
miras a un mejor futuro en México, agregó el maestro, se debe generar
información en foros escolares, plazas públicas, desmentirnos de lo que impacta
la propaganda gubernamental, la propaganda empresarial, de todos los productos
que te venden en la televisión que dicen que son buenos cuando en realidad no es
así.
“Todos tenemos que
buscar una trinchera en lo pequeño, y empezar a transformar nuestro entorno inmediato, con nuestras
familias cuando vamos a dejar de descargar nuestro propio desperdicio al mundo
cuando vamos a cambiar o sea, no podemos ser grandes prolegómenos si en lo
pequeño seguimos aventando nuestra ´mierda´ literalmente al río, entonces
cuando dejemos de tirar nuestra mierda al rio en casa estaremos en condiciones
de buscar que otros lo hagan también”, concluyó catedrático e investigador del
Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El lunes, a través
de un comunicado, el grupo integrante del Movimiento Mexicano de Afectados por
las Presas y en Defensa de los Ríos destacó que
“creemos que la información es la mejor arma que tenemos la sociedad
civil para defender nuestros bienes naturales ante la privatización del modelo
de desarrollo extractivo. Invitamos a todos los interesados a este foro a
compartir su opinión y conocer más de los impactos de estos mega-proyectos en
los ecosistemas y las personas”, exponen en el documento.
En días pasados, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó en días recientes el
amparo contra la autorización de la manifestación de impacto ambiental que
otorgó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la
construcción del Acueducto Independencia en Sonora y reconoció la personalidad
de la Tribu Yaqui para reclamar ante las autoridades la inhabilitación de esta
obra.
Esta confirmación
supuso para mucho el fin del Sonora SÍ y el reconocimiento que lo hecho por el
Gobierno del Estado, al menos en lo que respecta al Acueducto Independencia,
está lleno de irregularidades como muchas veces se mencionó.
Esta victoria de la
Tribu Yaqui no es una victoria ante el mega-proyecto, sino una derrota política
del Gobierno que encabeza Guillermo Padres, el cual ha visto su popularidad ir
en picada en los últimos meses.
Es una victoria que
de nuevo deja fuera de plano los demás componentes del Sonora SÍ y los impactos
que estos conllevan sin negar la importancia de este triunfo, dejamos claro que
no es el único y que aún faltan muchos más. El recuento de los proyectos que
comprenden este mega-proyecto es de 16 obras en todo el Estado, sin embargo la
realidad es que la mayoría de ellas no está ni en proceso de licitación, mucho
menos en proceso de construcción.
Para Conagua, la
mayoría de las obras del Sonora SÍ, no son primordiales, sólo las presas de
abastecimiento y control de avenidas (Nacozari y Alamos) el acueducto
Revolución y algunas plantas tratadoras siguen en planes. Las demás entre las
que se encuentra la desaladora para San Carlos Nuevo Guaymas, no se proyectan
en un futuro cercano, esto también es una victoria a medias.
El Gobierno Federal
no tiene ni ha tenido un interés real en el Sonora SÍ y/o los planes
hidráulicos del gobierno estatal. A pesar de esto, las obras que aún están
proyectadas como es el caso de la Presa Bicentenario, mejor conocida como Presa
Pilares, es una obra con un alto impacto negativo en la zona, tanto para los
ecosistemas como para la tribu Guarijia que en más de una ocasión ha expresado
su inconformidad con el proyecto a lo cual tanto el gobierno estatal como el
gobierno federal han hecho caso omiso a pesar de las claras evidencias de
irregularidades en todo el proceso.
No hubo consulta
pública, no hubo indemnización a los desplazados, una Manifestación de Impacto
Ambiental irregular. Todas ellas causantes de la cancelación del proyecto; de
la misma forma las plantas tratadoras serán manejadas por la iniciativa
privada, desde su construcción hasta su operación, cumpliendo con el mandato
del Banco Interamericano de Desarrollo que en el 2008 pone como condición para
un préstamo al Gobierno Federal la participación de la iniciativa privada en
los organismos operadores de agua potable municipales, iniciando así en Sonora,
la privatización silenciosa de los recursos hídricos.
(DOSSIER POLITICO/ Omar de la Vara /
2013-05-29)
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