MÉXICO,
D.F. (apro).- La guerra que el expresidente Felipe Calderón emprendió
contra el crimen organizado en el estado de Michoacán, su tierra natal,
dejó 600 desapariciones forzadas, sin contar muertos, de acuerdo con el
más reciente conteo realizado por organizaciones civiles avecindadas en
esa región.
Sólo en los dos últimos años del gobierno calderonista
la cifra de desapariciones fue de 128 personas, suficientes para
colocar al estado de Michoacán a la cabeza de la lista nacional, según
el reporte elaborado por el Comité de Familiares de Personas Detenidas
Desaparecidas en México “¡Alzando Voces!” y la Federación
Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de
Detenidos-Desaparecidos.
Publicada por el diario Cambio de
Michoacán en su edición impresa de este jueves, el informe indica que en
2011 la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) realizó más de 600
canalizaciones para la localización de personas ante la Procuraduría
General de Justicia de la entidad, la Secretaría de Seguridad Pública,
la Dirección de Prevención y Reinserción Social y la Cruz Roja.
De ese total, únicamente 75 están catalogadas como desapariciones.
A
partir de esos datos, la CEDH pudo establecer también que un buen
número de desapariciones de michoacanos ocurrió en diversas ciudades de
Tamaulipas, Veracruz, Colima y Baja California.
Este último hecho derivó
en que en 2012 el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o
Involuntarias, Misión a México del Alto Comisionado de la Organización
de las Naciones Unidas presentara en Michoacán un informe con los
resultados de la visita realizada en marzo de 2011 a nuestro país para
analizar el tema.
En el reporte de los organismos no
gubernamentales se señala que en la recta final del sexenio calderonista
los municipios más peligrosos en Michoacán eran: Puruándiro, Morelia,
Apatzingán, Ciudad Hidalgo, Jacona, Jiquilpan, La Piedad, Los Reyes,
Maravatío, Lázaro Cárdenas, Uruapan, Zacapu y Zamora.
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