Luis Durón/ Zócalo
Saltillo, Coah.- La
violencia contra las mujeres en Saltillo sigue en escalada, alcanzando niveles
insospechados debido a la brutalidad con la que el género masculino arremete
contra las féminas, pues tan sólo ayer tres hombres fueron asegurados por
violentar a sus esposas e hijas sin importar que algunas de las víctimas presentaran
un embarazo avanzado.
QUISO ASFIXIARLA
En primer lugar,
utilizando una almohada un hombre trató de matar a su mujer y además amenazó de
muerte a su hija, que se encuentra embarazada; las ofendidas lograron huir de
los maltratos para alertar a la Policía.
Los hechos
sucedieron cerca de las 1:15 horas de ayer en colonia Los Valdez, cuando el
agresor, identificado como Jaime Hernández Martínez, de 41 años, sin mediar
palabra y luego de ir a la cama con unas copas de más, tomó una almohada para
intentar asfixiar a su mujer, Leonor Gaona Bocanegra, de 41.
Tras esto, la mujer
salió corriendo del cuarto de ambos, siendo perseguida por el violento sujeto
que, debido al alboroto, despertó a su hija embarazada.
La joven salió para
ver qué sucedía e intentó defender a su madre, cuestión que enardeció aún más a
Jaime, quien trató de golpear a su hija sin lograrlo, aunque sí amenazó con
matarla.
Tras esto, las
víctimas alertaron a la Policía, cuyos elementos arribaron para someter al
energúmeno.
NO LE IMPORTÓ
Por otro lado, José
Orlando Morín García, de 30 años, fue aprehendido por la ley luego de que
golpeara brutalmente a su esposa sin importarle el estado de embarazo que
presenta.
Los hechos
ocurrieron la medianoche de ayer en un domicilio de la colonia Santa Bárbara, a
donde llegó el agresor en completo estado de ebriedad cuando su esposa, Miriam
Sandoval Morales, de 30 años, lo esperaba afuera platicando con una vecina.
A José Orlando no le
importó la presencia de la vecina ni el embarazo de su esposa y la agarró del
cabello para meterla a la casa, donde continuó golpeándola.
Fue la vecina la que
alertó a las autoridades, cuyos elementos aprehendieron al sujeto.
A TUBAZOS
Por último, cegado
por el alcohol que había consumido, Juan Ramón Márquez Rivera, de 29 años,
arremetió a golpes en contra de su mujer, Patricia Flores Quintero, de 26, con
un tubo galvanizado, todo porque su pareja le había prohibido conducir por el
estado de intoxicación que presentaba.
La golpiza tuvo
lugar cuando el agresor le pidió las llaves de la camioneta a su esposa, ante
lo que ella se negó. Esto enfureció a Juan Ramón, quien derribó a su mujer con
varias patadas, y ya en el piso aprovechó para golpearla con un tubo de acero
galvanizado.
Cuando dejó de
atacarla, la mujer aprovechó para llamar a la Policía para ordenar la detención
de su esposo.
(ZOCALO/ Luis Durón/ 02/04/2013 - 04:12 AM)
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