Alejandro Gutiérrez/ Proceso
MADRID (apro).- La
publicación de unas fotografías del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo, acompañado del narcotraficante gallego Marcial Dorado Baúnde,
agitó la política regional e incluso la oposición pidió la dimisión del
político.
Este caso se
convierte en un nuevo frente del Partido Popular (PP) a nivel nacional, que
enfrenta investigaciones de corrupción contra algunos de sus militantes (Caso
Gürtel, caso Bárcenas), además del cerco que sufren sus dirigentes por la
protesta ciudadana (escarches) debido a su política anticrisis, que cada vez
provoca mayor malestar.
Como presidente de
Galicia, Núñez Feijóo fue el firmante del protocolo mediante el cual Petróleos
Mexicanos (Pemex) se comprometió a contratar astilleros gallegos para la
renovación de sus embarcaciones –14 remolcadores y dos floteles—, evento que
encabezó al lado del entonces director de la paraestatal, Juan José Suárez
Coppel.
En las fotografías
difundidas el domingo 31 de marzo por el diario El País, que datan de 1995, se
ve al actual dirigente político con Marcial Dorado, en un yate del
narcotraficante y durante una excursión por un sitio no especificado. En ese
tiempo, el político era número dos de la Consejería de Salud del gobierno
gallego y saltó a la política nacional en Madrid.
Entonces Dorado
Baúnde ya había sido detenido en dos ocasiones, la primera en 1983, como
consecuencia de una redada contra el tráfico ilegal de tabaco –que es la
actividad de la que provienen los principales clanes del narco gallego– y otra
en 1990.
El traficante fue
uno de los narcos perseguidos por la operación Nécora que encabezó el juez de
la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. Posteriormente, fue capturado como
parte de una gran operación de tráfico de cocaína procedente de Sudamérica, por
la que cumple una condena de 14 años de prisión.
Casi toda la
oposición ha pedido a Núñez Feijóo que presente su renuncia. Uno de ellos es el
secretario general del Partido Socialista gallego, Pachi Vázquez, quien fustigó
que mantuviera una relación de “estabilidad” con una persona catalogada “como
narcotraficante” en los propios medios de comunicación y que había sido
detenida y “condenada” en los años 80, cita El País.
“Nadie puede seguir
siendo presidente del gobierno gallego con esta carga a las espaldas”, dijo el
socialista.
El Bloque Nacionalista
Gallego (BNG) consideró esta relación de Feijóo con el narco como un hecho “de
suficiente gravedad” como para que el presidente presente “su dimisión
inmediata”.
“Una persona que
mantiene este tipo de relaciones es indigna de ser presidente de Galicia”, dijo
el portavoz de BNG, Francisco Jorquera.
Yolanda Diez,
dirigente de Alternativa Galega de Esquerda, declaró que “no son unas
relaciones normales”, por tanto se preguntó “qué tipo de negocios hacía el
señor Feijóo con el señor Dorado”, incluso recordó que en los años 90, en las
listas electorales del PP, llegaron a concurrir “personas vinculadas al
narcotráfico”.
Desde el principio,
el presidente gallego, Núñez Feijóo, trató de restarle importancia a las
fotografías y aseguró que no dimitirá del cargo, porque no hacía “nada ilegal”.
En su opinión, “son simplemente unas fotografías antiguas y así se ha
corroborado en diferentes investigaciones judiciales”.
En cambio, asumió
una posición de víctima, al señalar que ya en el pasado se le había amenazado
con sacar a la luz las fotografías y su relación con Marcial Dorado. “Se me ha
intentado amedrentar en todo este tiempo y no lo han conseguido. Seguiré
diciendo lo que pienso”, dijo.
El mismo domingo, el
diario español incluyó declaraciones de Feijóo en las que aseguró desconocía en
aquel entonces las actividades ilegales de Marcial Dorado.
Hoy en el Parlamento
gallego dijo que cometió “la torpeza” de no investigar más a profundidad y con
sus propios medios el pasado de su ex amigo, Marcial Dorado.
(PROCESO/ Alejandro Gutiérrez/ 1 de abril de 2013)
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