Noroeste.com
Luego de la
desaparición del reportero de El Imparcial, en México se vino una escalada de
violencia contra periodistas y medios de comunicación que lo han convertido en
uno de los países más peligrosos para ejercer la libertad de información y
expresión
La violencia, el
narcotráfico y la impunidad han convertido a México en uno de los países más
peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
Además, la falta de
justicia evidencia la ineficacia, el fracaso y la inoperancia de las
procuradurías estatales, las fiscalías especiales y la PGR para resolver los
asesinatos y los ataques de grupos armados contra los medios de comunicación.
En México como en
Sinaloa, reina la impunidad, lo que alienta a los delincuentes a seguir
cometiendo crímenes que atentan contra la libertad de expresión.
Esta situación ha
hecho que esta nación se convierta en el cuarto país en el mundo más peligroso
para ejercer el periodismo y donde se dan las peores condiciones para ejercer
la información en libertad.
El informe 2012 de
Reporteros Sin Fronteras señala que las bandas de narcotraficantes asesinan y
amenazan con impunidad y la corrupción de políticos e instituciones ponen cerco
constante a la libertad de prensa.
"Comisiones
legislativas se crean, al igual que fiscalías especiales, firmas de convenios,
que sólo sirven al Estado para justificar ante la comunidad internacional, que
ve malarmada cómo el País está entre los más peligrosos para ejercer el
periodismo, que sí le preocupan las agresiones contra los comunicadores y
medios", señala la Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio.
Califica como
simulación y retórica del Estado la protección de los derechos humanos de los
periodistas y la libertad de expresión.
IMPUNIDAD TOTAL
En la última década
en Sinaloa se ha agudizado la violencia contra comunicadores y sus medios de
información, lo que ha afectado el ejercicio del derecho a la libertad de
expresión.
Pero lo peor es que
en todos los casos no ha habido respuesta contundente de las autoridades
federales y estatales, pues las fiscalías especiales y las supuestas
investigaciones para estos casos se han vuelto pura simulación.
De 2004 a la fecha
han sido asesinados cuatro periodistas y se han registrado al menos seis
ataques a balazos o granadas contra periódicos de Culiacán y Mazatlán.
El 28 de noviembre
de 2004 fue asesinado en Escuinapa el reportero-fotógrafo de El Debate,
Gregorio Rodríguez.
Mientras que el periodista
Óscar Rivera Inzunza fue acribillado el 5 de septiembre de 2007 cuando salía
del Palacio de Gobierno donde laboraba como vocero de seguridad.
El 30 de diciembre
de 2009 fue asesinado en Los Mochis el reportero radiofónico José Luis Romero,
y el 24 de agosto de 2011 fue privado de su libertad y luego ejecutado el
director de A Discusión, Humberto Millán Salazar.
Pero también los
periódicos han sufrido la embestida de la violencia.
En 2008 fue lanzada
una granada a las puertas de El Debate de Culiacán y en 2009 sufrió lo mismo el
semanario Ríodoce.
Las instalaciones de
Noroeste y El Debate de Mazatlán fueron atacados a balazos en 2010 y para 2011
fueron dejados frente a sus edificios dos cuerpos decapitados.
Además, Noroeste
Culiacán ha sido objeto de agresiones contra trabajadores y robo de vehículos.
RETÓRICA Y DEMAGOGIA
Para José Alfredo
Beltrán, presidente de la Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio,
la impunidad que prevalece en casos como el de la desaparición de Alfredo
Jiménez Mota y asesinato de otros periodistas, constituye la coronación del
fracaso del Estado en materia del respeto a la libertad de expresión.
"Exhibe también
la simulación de un régimen político que únicamente dentro y fuera del País
pregona la protección de los derechos humanos de los y las periodistas
mexicanos. Sus declaraciones de respeto a la libertad de prensa son retórica y
demagogia", asegura al cumplirse hoy ocho años de que fue desaparecido el
reportero de El Imparcial de Hermosillo, Sonora.
Jiménez Mota trabajó
en diferentes medios de comunicación de Culiacán, donde también se graduó como
Licenciado en Ciencias de la Comunicación para después regresar a su tierra en
donde fue privado de su libertad. Hasta ahora nada se sabe de él.
Beltrán dice que no
hay voluntad política para esclarecer este caso, ya que van tres presidencias
de la República y la justicia no llega.
"Es momento de
que el nuevo Presidente Enrique Peña Nieto demuestre respeto al Estado de
Derecho que se traduce en el esclarecimiento de la desaparición de Alfredo y de
los demás homicidios contra periodistas y comunicadores que están
impunes", expresa.
El dirigente de los
periodistas de Sinaloa indica que en los gobiernos del estado y federal tampoco
hay visos de esclarecer casos de asesinatos de compañeros como los de Óscar
Rivera Inzunza, José Luis Romero, Gregorio Rodríguez y de Humberto Millán.
Expone que Peña
Nieto, si es congruente con el decir y el hacer, debe dar respuesta a
familiares, a periodistas y a la sociedad de los avances en cada uno de los
asesinatos y desapariciones.
"De no hacerlo,
seguiremos dando cuenta del fallido sistema de procuración e impartición de
justicia en México, incapaz de garantizar la libertad de prensa", agrega.
AÑO FUNESTO
Reporteros Sin
Fronteras destaca que 2012 fue un año funesto para la prensa del mundo por el
asesinato de 90 periodistas, la cifra más alta históricamente.
Los lugares más
peligrosos para los reporteros fueron Siria, Somalia y Pakistán, pero el cuarto
lugar lo tiene México, donde el año pasado asesinaron a siete.
Incluso, esta
organización internacional calificó al País como de extrema peligrosidad.
"México es uno
de los países de América más mortífero para los periodistas", señala.
Pero lo más grave es
que, según informes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el 81 por
ciento de los actos cometidos en contra del gremio, están impunes.
La organización
Artículo 19 también dice que la violencia contra la prensa es un fenómeno que
ha afectado seriamente el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en
México.
Mientras los medios
son presa de la delincuencia organizada, el nuevo gobierno de Peña Nieto ha
permanecido en silencio.
AGRESIONES A LA LIBERTAD
Periodistas asesinados en Sinaloa:
- Gregorio Rodríguez.
28 de noviembre de 2004.
- Óscar Rivera Inzunza.
5 de septiembre de 2007.
- José Luis Romero.
30 de diciembre de 2009.
- Humberto Millán
Salazar. 24 de agosto de 2011.
MEDIOS SINALOENSES ATACADOS
- 17 de noviembre de 2008.
Lanzan granada al
periódico El Debate Culiacán.
- Septiembre de 2009.
Sufre Ríodoce ataque
con una granada.
- 1 de septiembre de 2010.
Atacan a balazos las
instalaciones de Noroeste Mazatlán.
- 3 de octubre de 2010.
Balean fachada de El Debate Mazatlán.
- 2 de julio de 2011.
Dejan dos cuerpos
decapitados afuera de las instalaciones de Noroeste y El Debate Mazatlán.
- 25 de noviembre de 2011.
Ataque cibernético
contra Ríodoce.
ATAQUES EN 2013
-26 de febrero.
El Siglo de Torreón,
Coahuila, sufre atentado a balazos. Es la tercera agresión.
- 6 de marzo.
Fueron atacados a
balazos el Diario de Juárez y el Canal 44, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
- 11 de marzo.
El periódico El
Zócalo anuncia que dejará de publicar eventos sobre la delincuencia organizada
por amenazas.
PRIMER ASESINATO CON PEÑA NIETO
- 3 de marzo de 2013.
Asesinan al
periodista Jaime Guadalupe González Domínguez, director de Ojinaga Noticias, en
Ojinaga, Chihuahua.
CIFRAS DE IMPUNIDAD
La CNDH informa que
desde 2000 a febrero de 2013 se habían registrado en México:
82 asesinatos de
reporteros
33 Agresiones contra
medios de comunicación
18 Periodistas desaparecidos
SE ALEJA LA JUSTICIA CADA VEZ MÁS
El caso del
periodista Alfredo Jiménez Mota se mueve en un mar de impunidad al cumplirse
hoy ocho años de su desaparición.
Pero la situación se
ha complicado con el paso del tiempo haciendo más remota la posibilidad de
encontrarlo, pues algunos de los actores señalados como responsables ya han
muerto.
De nada ha servido
la intervención de la Procuraduría General de la República a través de la
Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada y la
Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas.
La familia del
reportero de El Imparcial de Hermosillo nada sabe de los investigadores. La
última vez que los visitaron fue en diciembre, pero sólo para ver si una
osamenta coincidía con su perfil.
Sin embargo, no
pierde la esperanza de encontrar a su hijo Alfredo, ya sea vivo o muerto.
Y sólo pide a las
nuevas autoridades federales que no se olviden del caso y no le den
"carpetazo".
El periodista,
originario de Empalme, Sonora, especializado en temas de seguridad, fue privado
de su libertad el 2 de abril de 2005 cuando laboraba en El Imparcial de
Hermosillo y desde entonces no se sabe de él.
"Todo sigue
igual que al principio", asegura José Alfredo Jiménez Hernández, padre del
periodista.
INICIÓ EN CULIACÁN
Jiménez Mota inició
su carrera periodística en Culiacán, luego de estudiar Ciencias de la
Comunicación en la Universidad de Occidente.
Laboró para
distintos medios de comunicación, entre ellos Noroeste, donde fue asignado al
área de seguridad y justicia.
Pero llegó el
momento de regresarse a su tierra y lo hizo luego de que El Imparcial le abrió
sus puertas.
Empezó a tocar temas
relacionados con el narcotráfico, lo que provocó finalmente su desaparición el
2 de abril de 2005.
Desde esa fecha, los
padres de Alfredo sufren un viacrucis permanente.
Según la PGR, los
principales sospechosos de su desaparición son los hermanos Enríquez Parra, cuyo
líder Raúl fue hallado asesinado en noviembre de 2005 en Masiaca, Navojoa,
junto con tres personas más, los cuales fueron arrojados desde una avioneta.
Los Güeritos o Los
Números, como le llaman a esta banda delincuencial, según las investigaciones,
está ligada a los Beltrán Leyva.
De acuerdo a
archivos periodísticos de El Imparcial, Jiménez Mota publicó en enero de 2005
una radiografía sobre las actividades de Los Tres Caballeros, originarios de
Sinaloa, y los ligó a los Enríquez Parra.
La guerra contra el
narcotráfico ha llevado a que poco a poco fueran muriendo algunos de los
sospechosos, mientras que las autoridades no avanzan en las investigaciones,
las cuales se encuentran estancadas.
Jiménez Hernández
lamenta que casi toda la gente involucrada en la desaparición de su hijo ya ha
muerto.
Dice que van a pedir
al Gobierno de Enrique Peña Nieto y a las nuevas autoridades de la PGR que
sigan investigando, que no le vayan a dar carpetazo como muchos otros casos que
hay.
"No han
abandonado totalmente el caso, pero ya no lo siguen con la misma intensidad que
antes; nosotros seguimos con esperanzas, que cuando menos si no lo encontramos
vivo, sí queremos saber en dónde quedó", expresa.
En entrevista
telefónica, Jiménez Hernández hace un llamado a las personas que pudieran saber
dónde está que lo digan, aunque sea de manera anónima.
Esperanza Mota, su
madre, aún lo espera en su casa de Empalme, aunque sabe que es casi imposible
que lo vuelva a ver vivo.
"Quisiera saber
dónde está, esa sería la petición. Saber si está, como esté", repite.
Y al igual que su
esposo, sólo pide verlo de nuevo, aunque sea muerto para darle cristiana
sepultura.
ALFREDO JIMÉNEZ MOTA
Reportero de El Imparcial de Sonora, de complexión
robusta, con 110 kilos de peso y una estatura aproximada de 1.85 metros, es de
tez morena clara y cara redonda; tenía el día de su desaparición 25 años.
Laboró en diversos medios de Sinaloa, donde estudió Ciencias de la
Comunicación. Desapareció el 2 de abril de 2005.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Noroeste.com/ Martes, 02 de
Abril de 2013 06:47)
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