Ciudad de México.-
En nuestro movimiento nada tiene que ver ni el Ejército Popular Revolucionario
(EPR) ni el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), sentencian
los líderes de los pobladores que en la región Costa Chica de Guerrero se han embozado
y levantado en armas para hacer frente al crimen organizado.
Al internarse en
varias comunidades y realizar recorridos por los retenes de revisión que han
montado estos hombres encapuchados con pasamontañas y paliacates, MILENIO les
hizo ver que en esa zona del país existe influencia y presencia de ambos grupos
guerrilleros, por lo que pueden estar respaldando la movilización.
Con rostros
cubiertos y empuñando sus escopetas y pistolas, los líderes embozados aclararon
que el suyo es un movimiento popular, ciudadano, donde las comunidades de los
siete municipios de la Costa Chica están manifestando su hartazgo ante la
violencia, secuestros, extorsión y de una espiral de violaciones sexuales a sus
mujeres.
“Aquí lo único que
estamos haciendo es defendernos como pueblo de todas esas atrocidades, de todo
ese terror que están solapando varias autoridades de todos los niveles de
gobierno”, atajaron una y otra vez.
—¿Entonces se deslindan del EPR y del ERPI?
—Aquí estamos en
otra cosa. Somos el pueblo organizado que dijo basta a tanto atropello a
nuestras garantías individuales… tanto somos pueblo que estamos pidiéndole al
presidente Enrique Peña Nieto y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel
Osorio que nos den audiencia para exponer todos nuestros proyectos de
desarrollo.
¿Pero ustedes están concientes de que aquí opera y
tiene actividad constante la guerrilla, justo en los límites de Guerrero con
Oaxaca?
—Insisto en que es
el pueblo el que ha tomado este gran acuerdo de hacer valer nuestro derecho a
la paz, a la tranquilidad y si las autoridades de seguridad pública no son
capaces de hacerlo, pues que nos den el presupuesto para que nosotros lo
manejemos y van a ver que vamos a dar resultados.
El 7 de junio de
1998, 11 personas fueron asesinadas en El Charco, mientras dormían en la
escuela Caritino Maldonado luego de una reunión sobre proyectos productivos
para sus comunidades.
Entre los muertos
estaba un estudiante de la UNAM y, según el ERPI, a través de un comunicado
reconoció que cuatro eran integrantes de su organización.
Inclusive el 7 de
junio de 2008, el ERPI admitió haberse reunido con pobladores de Costa Chica,
el 7 de junio de 1998, para buscar la solución a sus problemas, y que en esa
ocasión cayeron cuatro combatientes, uno de ellos, el capitán José, quien
encabezaba al grupo.
En 2008, el ERPI
reprochó en su comunicado a quien en ese momento era el gobernador interino de
Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, hoy gobernador.
En tanto, Aguirre
Rivero anunció una gira de trabajo en esas comunidades y se reuniría con la
Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero, además de comisarios
municipales y ejidales.
(ZOCALO DE SALTILLO/ Milenio/ 15/01/2013 - 08:43 AM)
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