Guerrero.- La Casa del Pueblo de Buena Vista,
Tecoanapa, está a tope de niños,
jóvenes, ancianos y mujeres, para constituirse en Asamblea Popular… Ahí reciben
a habitantes de otros poblados de la Costa Chica en Guerrero —quienes han
llegado empuñando armas y cubriendo sus rostros con pasamontañas y paliacates—.
A voz en cuello, los
embozados alertan a los presentes que “es ahora o nunca”, que ha llegado el
tiempo de “tomar las armas” para “hacerle frente al terror que han sembrado”
los cárteles de las drogas, sus sicarios y sus halcones —informantes que en
esta región ofertan sus vidas por 3 mil pesos mensuales—.
“¡Ustedes dicen si
se integran con nosotros! ¿O quieren que los del mal los sigan extorsionando,
secuestrando, violando a sus mujeres?”, sugiere quien va a la cabeza de decenas
de ciudadanos que decidieron tomar las armas desde hace siete días en el
municipio vecino de Ayutla.
Llegado el momento
de la votación, Saúl Chávez Mayo, en su calidad de comisario y máxima autoridad
de este pueblo, pide que quienes estén a favor de hacerse de armas de fuego se
expresen.
Nadie duda, a mano
alzada, aceptan echar mano de sus escopetas, de sus machetes, de cuchillos,
picos… de colocar puestos de revisión en la entrada de su comunidad, y hasta
denunciar a los propios integrantes de sus familias que se han coludido con el
crimen organizado.
“¿¡Entonces también
le entran al movimiento!?”, pregunta el líder de los encapuchados y el sí es
atronador en la sudorosa noche del sábado 12 de enero.
Una vez aceptado el
reto y el riesgo de medir su fuerza contra las armas de alto poder con que
cuenta el narco, a su manera, los encapuchados piden valentía: “Los del mal son
un gran monstruo de verdad, pero aquí, en esta región de Guerrero y del país,
está creciendo un gigante que se va a pelear con ese monstruo; y ese gigante es
el pueblo, somos todos nosotros y nadie va a salvar al pueblo más que el pueblo
mismo”.
Por eso en recientes
encuentros con Ángel Aguirre Rivero, gobernador de la entidad, los armados le
han hecho saber que ningún policía municipal podrá realizar vigilancia, mucho
menos cuidar a los ciudadanos… “A ellos les perdimos la confianza y solo vamos
a aceptar la coadyuvancia del Ejército, Armada y policía estatal”.
Cristóbal Chávez
Ramírez, profesor de la comunidad por más de 30 años, pide a sus vecinos no
temer, “a entregar la vida por el prójimo y si en el intento muero, pues
pónganle mi nombre a una de las calles de mi pueblo.
“Con ustedes ahora
ya somos más de los miles que ya somos… cuenten ustedes mismos: Con los de
Ayutla, y no lo duden, sus 55 mil 500 habitantes ya han aceptado, permitido y
apoyado nuestro movimiento, tanto que cuando nos miran en la calle, nos
sonríen, nos dan agua y comida enlatada”, dice a la muchedumbre uno de los
encapuchados.
Y les da más
aliento: “Y también sumen a los de Cruz Grande que son 10 mil habitantes y los
más de 40 mil de donde vinimos, de Tecoanapa”… el aplauso es unánime.
Un hombre que
prefiere no dar su nombre aunque no se rehúsa a ser fotografiado, dice estar
entrado en los 70 años, pero eso no le impide decir basta, tomar su escopeta y
parapetarse a la entrada de su comunidad: “No voy a estar con el Jesús en la
boca sin saber si mi nieto va a regresar con vida o va a morir cuando vaya a la
escuela”. A él se le suma una mujer espigada y luego otra y otra y otra más.
“¡Pues órale,
tráiganse sus escopetas, sus pistolas y un pañuelo y los que tengan camionetas,
todos arriba para seguir la limpia!… hace dos días nos informaron que
secuestraron al párroco de Tonalá y en menos de dos horas logramos rescatarlo y
capturar a los del mal… por eso ya dijimos, ojo por ojo, diente por diente”,
arenga el líder de los encapuchados.
Ahora los 180
kilómetros de extensión de la región Costa Chica están bajo su resguardo,
aunque permiten que por el día cuide la zona la Base de Operaciones Mixtas
conformada por marinos, soldados y policías estatales.
Para este miércoles
esta población armada habrá de constituirse en Asamblea Popular General para
informar a más y más comunidades de “la urgente necesidad de decir basta, de ponerle
un hasta aquí a los del mal y a los policías y autoridades coludidas”.
Esta movilización
armada se sumará a los rondines de vigilancia y a todas las acciones que
realiza la policía comunitaria que en días recientes incremento
exponencialmente sus integrantes.
Claves
Prometen resultados
- “Al presidente
Enrique Peña Nieto y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, les
decimos que vamos a dar resultados, nadie más por encima de nuestras vidas,
nuestra tranquilidad y nuestra paz.”
- “Las “mujeres
también podemos enfrentarnos con quienes nos han vejado, con quienes nos hacen
como ellos quieren, nada más porque tienen armas de fuego, eso ya se acabo”,
advierten.
- “Ya basta, esto ya
llegó a su límite, si no enfrentamos a los criminales ahora, si no nos sumamos
a este movimiento, nos van a seguir extorsionando, violando, secuestrando”,
alerta uno de los integrantes.
(ZOCALO DE SALTILLO/Milenio/ 14/01/2013 - 07:59 AM)
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