Apro/ Excélsior
Distrito Federal— La amenaza latente del crimen organizado sumada al
abandono de las autoridades locales y federales han obligado a unas 40
poblaciones indígenas del estado de Michoacán a adoptar el esquema de guardias
comunitarias, mismas que ahora buscan formalizar.
Además, en Guerrero habitantes de cinco comunidades que se ubican en los
límites de los municipios de Teloloapan e Iguala decidieron tomar las armas y
vigilar por su cuenta esa zona.
Uno de los casos más sonados es el de Urapicho, comunidad indígena ubicada
en el municipio de Paracho, Michoacán.
En agosto pasado, el gobierno estatal en coordinación con el federal
instaló una Base de Operaciones Mixtas (BOM) a cambio de que los indígenas
levantaran los retenes civiles que habían instalado en las entradas de su
comunidad y depusieran sus armas.
Los habitantes accedieron y permanecieron en paz con la presencia de
militares y policías federales y estatales, pero su tranquilidad se terminó
hace justo una semana, luego de que la BOM fuera retirada de la zona.
A falta de policías, los comuneros retomaron sus armas y reinstalaron las
guardias comunitarias y el ejemplo fue retomado por alrededor de 40 comunidades
más, casi todas de la región Oriente de Michoacán. Los habitantes de esas
poblaciones buscan no sólo mantenerlas, sino expandirlas y que sean legalmente
reconocidas.
Alejandro Avilés Reyes, secretario de Pueblos Indígenas en el estado,
comentó que se buscará que, en la ley reglamentaria a la reforma que se aplicó
a la Constitución de Michoacán en materia indígena, se reconozca a las guardias
comunitarias.
Distrito Federal– El funcionario reconoció que se ha retomado esa vieja
práctica en poblaciones donde ésta ya había quedado atrás, luego del saqueo de
los recursos naturales, actividad que ahora está ligada también a grupos de la
delincuencia organizada.
Puso como ejemplo justamente el de la comunidad de Urapicho, que reinstaló
sus barricadas como mecanismo de autodefensa luego del retiro de la BOM. “Ellos
tienen un temor de que pudieran ser atacados, dado que uno de los personajes
que supuestamente era el que comandaba todo en la región apareció muerto por
ahí”, justifica.
Avilés Reyes subraya que hasta el momento esas guardias comunitarias no son
legalmente reconocidas por el gobierno, pero consideró que eso cambiará una vez
que se concrete la elaboración, aprobación y publicación de la ley
reglamentaria a la reforma que se aplicó a la Constitución del estado en
materia indígena.
La reforma prevé el reconocimiento a las formas tradicionales de gobierno y
organización de los pueblos originarios, lo que les permitirá formalizar las
guardias comunitarias cuando una población así lo requiera.
También afirma que la Secretaría de Pueblos Indígenas y la Comisión de
Asuntos Indígenas del Congreso local ya trabajan en la elaboración del
reglamento.
Urapicho, junto con Cherán, son las únicas comunidades de la región
Purépecha que mantienen el esquema de las guardias comunitarias, mientras que
alrededor de 37 poblaciones indígenas del oriente del estado replicaron esa
forma organizativa de defensa civil.
En todos los caminos están organizados por cuarteles, en cada uno hay
listas sobre qué día le toca vigilar a cada quien y no reciben remuneración
alguna por ello.
También en Guerrero
En Guerrero habitantes de cinco comunidades que se ubican en los límites de
los municipios de Teloloapan e Iguala decidieron tomar las armas y vigilar por
su cuenta esa zona.
El alcalde de Teloloapan, Ignacio de Jesús Malladares, aseguró que esto
ocurrió debido a la gran cantidad de secuestros que se han presentado en los
últimos dos meses, sin embargo, dio a conocer que gente del gobierno del Estado
y autoridades militares ya acudieron a dialogar con los habitantes de esas
comunidades.
Después de varias horas de diálogo, los habitantes de las comunidades
acertaron retirarse, a cambio de que el Ejército junto con la Policía Estatal y
Municipal se comprometa a dar una vigilancia estricta.
(Apro/Excélsior |
2013-01-18 | 23:02)
No hay comentarios:
Publicar un comentario