Ricardo Meza Godoy
Gobierno no aterriza proyectos, aumenta burocracia y nulifica transparencia
Con su Segundo Informe de Gobierno programado para el 21 de noviembre, Enrique Pelayo Torres tendrá pocas cosas que presumir. Ensenada vive más inseguridad, violencia y problemas financieros que en 2011
Resumiendo impresiones de empleados y funcionarios de primer nivel
del XX Ayuntamiento de Ensenada, el principal avance que ha presenciado
la administración durante el último año ha sido el cambio de actitud del
alcalde, Enrique Pelayo Torres, que ya no explota con frecuencia. De
ahí en fuera, su gestión ha sido gris, sin aterrizar prácticamente
ninguno de los proyectos hacia la mayoría de los residentes del
municipio.
El recuento de los sucesos ocurridos en lo que va de
2012 lo plasma todo: manifestaciones, agresiones, asesinatos, incremento
en la inseguridad, mayores problemas financieros, incapacidad de seguir
planes trazados, cambios en el gabinete, comunidades enteras
inconformes, falta de transparencia y más burocracia.
“No puedo mencionarte alguna obra destacada o algo que
podamos considerar como avance”, comentó el regidor del Partido del
Trabajo (PT), Armando Reyes Ledesma.
“Seguimos con falta de seriedad, transparencia y el no
querer respetar los reglamentos internos”, expresó por su parte la
regidora María del Carmen Íñiguez Casanova, del Partido Acción Nacional
(PAN).
“Más madurez por parte del alcalde… un giro de 180
grados”, dijo en cambio Alberto Moreno Garayzar, regidor del Partido
Nueva Alianza (PANAL).
Representantes de distintas dependencias federales,
estatales y municipales estaban reunidos el miércoles 14 de noviembre
en el cuarto piso del edificio de la Casa Municipal de Ensenada. El tema
inicial era determinar las zonas prioritarias para aplicar los 58
millones 748 mil 672.63 pesos del Ramo 33 disponibles para obra en 2012.
Habían sido citados por los funcionarios del Comité de
Planeación para el Desarrollo Municipal (COPLADEM) de Ensenada, el cual
les proponía trabajar en base a un análisis de zonas marginadas que no
habían elaborado ellos, sino que lo tomaron de estadísticas del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En esa reunión
cayeron en cuenta que el proyecto no cuadra con la realidad.
Retrasados en el tema con un mayor margen que en 2011,
año en que también realizaron su trabajo con meses de retraso,
funcionarios del COPLADEM enlistaban una tras otra las delegaciones y
sus niveles de marginación, que variaban de bajo a medio, alto y muy
alto.
Sin embargo, no podían ocultar la realidad: estaban
trabajando a marchas forzadas y pedían a la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de
Ensenada (CESPE) y a todas las dependencias representadas, información
estadística urgente para armar el programa de obras como fuera, lo mejor
posible, de preferencia. Mientras, el rostro de los representantes de
las instituciones reflejaba descontento. Colaborarían con el COPLADEM
solo porque el trabajo tenía que salir y no podía perderse el recurso.
Parafraseando al alcalde Pelayo Torres, Juan Pablo
Valenzuela García coordinador general y Ross Lester Latham Figueroa,
secretario técnico, ambos del Comité de Planeación para el Desarrollo
Municipal de Ensenada, tuvieron que apechugar los embates, dudas, quejas
y recomendaciones de los integrantes de la mesa.
Una sola opinión favorable les llegó de una de las
esquinas de la sala. “Quiero felicitarlos porque se ve el trabajo, hay
algunas cosas que hay que corregir, pero en general se ve que están
haciendo buen trabajo”, dijo un representante del Consejo de
Urbanización Municipal de Ensenada (CUME), de nombre Israel.
“Chistosos, una felicitación de 17 millones de pesos”,
le reviró otro de los presentes, el ex alcalde de Ensenada en 1989, Luis
Enrique Chapela Zapien, quien acudió a la reunión como representante
del Instituto Nacional de Infraestructura para la Educación (INIFE).
“¡Que pasóoo!”, le respondió sorprendido el
representante del CUME, haciendo una mueca que se podía describir entre
sonrisa y molestia, mientras intentaba acomodarse en su silla y se
ajustaba su chamarra. Eso fue todo, no volvió a hablar en la reunión.
Y es que del dinero para el Ramo 33 destinado a obra, 17
millones 624 mil 601.79 pesos, es decir, el 30 por ciento del total, va
a parar al CUME, quien lo administra, lo acomoda, lo justifica y lo
reparte a conveniencia.
En total, el techo financiero del Ramo 33 para 2012 es
de 61 millones 879 mil 790 pesos. De esa cifra, 1 millón 856 mil 393.70
pesos van a gastos indirectos, pagos de servicios y gastos para trabajos
técnicos; 1 millón 237 mil 595.80 pesos van a parar a la categoría de
Desarrollo Institucional; en tanto que 37 mil 127.87 pesos, se destinan a
inserciones en periódicos, anunciando las obras, gasto que se considera
como de imagen y difusión, independientemente del presupuesto asignado
al área de imagen y difusión dentro del propio gobierno municipal. El
resto es para obra.
Los problemas vistos dentro del trabajo para lograr
aterrizar el dinero del Ramo 33, procedente del Gobierno Federal, se
replican en todos los niveles del gobierno municipal. El Ramo 33 es un
reflejo de cómo opera el Ayuntamiento de Ensenada.
Son tres las similitudes en todas las tareas y ámbitos
que se desarrollan en el actual Ayuntamiento, y que no han variado
durante el último año: Hacen las cosas tarde, persiste la falta de
transparencia y no dan seguimiento al plan original que plantean.
En el Cabildo, la propuesta de la Ley de Egresos para el
ejercicio fiscal 2013 por parte del alcalde, con apoyo de la Tesorería
Municipal, fue entregada antes que la de la Ley de Ingresos, ambas con
retrasos.
Teniendo como fecha límite el 15 de noviembre para
presentar sus estimaciones al Gobierno del Estado, el presidente
municipal entregó apenas el martes 13 de noviembre la propuesta de la
Ley de Ingresos en sesión extraordinaria, orillando a los regidores que
integran la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal, a programar
reuniones y comparecencias de los directores y secretarios de áreas a lo
largo del 14 de noviembre para poder aprobar, a las carreras y con la
poca información que puedan obtener en un solo día (casi una norma en el
Cabildo), el presupuesto que debió ser enviado ayer jueves 15, y que
obligará a otra sesión extraordinaria y de extrema urgencia para aprobar
o en su defecto quedarse con el mismo recurso del año anterior.
La municipalización
El último año estuvo plagado de problemas para el
gobierno municipal. De haberse concretado la municipalización de San
Quintín, la actual administración se hubiera topado con cero planes para
una transición.
Antes del 28 de octubre de 2012, día del plebiscito para
la posible municipalización de la zona sur de Ensenada, nunca se
informó que existiera un plan económico-administrativo que atendiera con
antelación una posible división territorial y de población, que pondría
en un escenario completamente distinto las finanzas y planes futuros de
Ensenada. De haber salido poco más de 7 mil personas a votar, inclusive
todas ellas en contra de la municipalización, San Quintín hubiera
logrado la independencia administrativa. La mayoría abrumadora dejó
claro que la atención a la zona sur no mejoró, como fue la promesa de
Pelayo Torres.
De hecho, el XX Ayuntamiento ni siquiera ha entregado el
dinero que le corresponde formalmente a San Quintín, aun cuando es el
mismo reclamo de justicia con el que se abandera el alcalde Pelayo,
sobre la inequitativa distribución de las participaciones federales
hacia Ensenada, con relación al resto de los municipios de Baja
California. No cumple adentro lo que pide afuera.
Más inseguridad y violencia
En agosto, el alcalde había removido de su cargo al
director de Policía y Tránsito Municipal, Luis Alberto Tolosa Espinoza,
por debilidades que presentaba la corporación, reintegrando el 14 de
agosto en ese puesto a Alfredo Rosales Green.
Compadre de Enrique Pelayo, Rosales había sido removido
del cargo de director de Policía porque el alcalde quería que fuera su
coordinador de Gabinete. Al dejar vacío el puesto de la coordinación,
Pelayo removió de la Secretaría de Desarrollo Social a su amiga personal
Sonia Blanckett López, llevándola a la coordinación de Gabinete el 15
de agosto.
Mientras esto ocurría, la violencia en la entidad
incrementaba. El mes de septiembre fue uno de los más violentos en los
últimos años en la entidad, cuando se registraron 14 homicidios, uno
casi cada dos días en promedio, incluyendo el asesinato de José de Jesús
Jiménez López, uno de los consuegros del alcalde.
El martes 13 de noviembre, el secretario de Seguridad
Pública Municipal, Florencio Raúl Cuevas Salgado, declararía
públicamente que Ensenada está registrando un incremento en los robos a
casa habitación, particularmente en colonias de la periferia como la 89,
Lomitas, Morelos, entre otras.
En resumen, en el último año Ensenada se ha vuelto menos
segura y más violenta. El crimen organizado, y como lo ha confirmado el
propio procurador general de Justicia del Estado, Rommel Moreno
Manjarrez, está detrás de una buena parte de los homicidios, así como de
los decomisos de plantíos de marihuana y detenciones de vendedores de
droga siguen registrándose en las corporaciones municipales y estatales
encargadas de la seguridad pública.
Las manifestaciones
Durante 2012, las manifestaciones en el puerto
estuvieron a la orden del día. Policías, bomberos, vendedores ambulantes
y hasta simpatizantes del movimiento #YoSoy132, todos, se manifestaron
contra el trato del gobierno local.
Cincuenta cadetes que habían sido capacitados en la
Academia Estatal de Seguridad Pública, egresados este año, se toparon
con que Pelayo Torres ya no los quería contratar porque supuestamente no
tenía dinero, cuando el municipio solicita nuevos elementos
considerando el recurso previamente. En octubre y luego de la
intervención del Cabildo, el asunto pareció resolverse, al menos eso
acordaron, y los cadetes serían contratados o reubicados.
La noche del 15 de septiembre, decenas de manifestantes
del movimiento #YoSoy132 fueron detenidos con violencia por la Policía
Municipal, incluyendo un camarógrafo de una televisora local, solo por
estar grabando el evento, al tiempo que a otros reporteros intentaban
arrebatarles sus cámaras. La represión que derivó en disculpas públicas
del alcalde Pelayo un par de días después, y en deslinde de
responsabilidades de todos los involucrados, no tuvo consecuencias y a
la fecha ningún empleado gubernamental ha sido sancionado por el hecho.
A la par de la detención de los manifestantes ese día,
Ramiro Orea, líder de comerciantes ambulantes, fue golpeado por un
sujeto desconocido, quien según Orea, le dijo que era por parte de
Pelayo.
En agosto, vendedores ambulantes liderados por Orea se
habían manifestado en contra del alcalde por negarles el acceso a la
zona de playa en la Playa Municipal para vender sus productos, pese a
que aseguraban portar permisos federales para ejercer su profesión.
Luego de un zafarrancho el 6 de agosto, con un policía lesionado y varios comerciantes golpeados, Pelayo prácticamente prometió a los ambulantes la cabeza de Tolosa, al frente de la Dirección de Policía. Y así lo hizo, con todas las consecuencias que implicó y en medio de un incremento en la inseguridad en la ciudad.
Luego de un zafarrancho el 6 de agosto, con un policía lesionado y varios comerciantes golpeados, Pelayo prácticamente prometió a los ambulantes la cabeza de Tolosa, al frente de la Dirección de Policía. Y así lo hizo, con todas las consecuencias que implicó y en medio de un incremento en la inseguridad en la ciudad.
En julio, decenas de bomberos se manifestaron contra
Enrique Pelayo por la falta de apoyos, no tenían equipamiento, las
bomberas que compró el alcalde venían sin mangueras y necesitaban estar
protegidos para combatir incendios dentro y fuera de la ciudad.
Acordaron más recursos y, con una mano en la cintura, Pelayo les dijo que les conseguiría 100 mil dólares. Nunca se supo de donde saldría ese monto o las áreas que se quedarían sin él.
Acordaron más recursos y, con una mano en la cintura, Pelayo les dijo que les conseguiría 100 mil dólares. Nunca se supo de donde saldría ese monto o las áreas que se quedarían sin él.
Asimismo, el presidente municipal prometió construir una
concha acústica en la Playa Municipal, que era la justificación de los 5
millones de pesos “donados” por Cervecería Tecate. Nunca lo hizo.
La falta de comunicación con la CESPE mantiene congelada
la construcción de la planta desaladora proyectada para la ciudad, pues
no cuenta con los permisos de uso de suelo adecuados.
Las amenazas de manifestaciones de la burocracia en su
próximo Informe de Gobierno, que le piden un incremento del 8 por ciento
en sus sueldos y el no haber vendido decenas de predios con los que
justificó la Ley de Ingresos para el ejercicio 2012, se cuentan entre
los problemas que afectarán las finanzas municipales en 2013.
Mientras tanto, las deudas se incrementaron y el Cabildo
aprobó un crédito por 144 millones 408 mil 875.83 pesos para luminarias
LED. Financieramente, el escenario es peor.
En transparencia el oscurantismo prosperó, pues el
secretario general del Ayuntamiento, Miguel Ángel Ley Álvarez, ha sido
sancionado en al menos dos ocasiones con suspensiones sin goce de
sueldo, por no proporcionar información que debe ser pública.
El portal de internet del Ayuntamiento sigue sin
actualizar cuestiones básicas como el desglose de sueldos de los
funcionarios de acuerdo a la Ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública del Estado. Las sesiones de Cabildo siguen sin
orden, se convocan de último minuto y el aleatorio actuar del alcalde se
refleja en todos lados.
Lo esperado para el informe de Enrique Pelayo Torres por
regidores y grupos organizados, son únicamente inercias, áreas donde
casi automáticamente hay actividad, como es el Sistema Municipal para el
Desarrollo Integral de la Familia (DIF), obras y servicios públicos
municipales. El mantenimiento de vialidades, remodelaciones y aplicación
de recursos que llegan de la federación anualmente, nada más, sin
planes aterrizados.
En lo general, 2012 ha sido un peor año que 2011 para
Ensenada, lo único bueno, dicen en Cabildo, es que ya no se pelean tanto
con Pelayo. Sin embargo, afuera es otra cosa.
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