MARIGUANA Y NARCOTRÁFICO, PARTE 2
¿De dónde proviene la narcocultura y el
estigma a la mariguana? ¿En México domina la visión conservadora o liberal?
LA HISTORIA DEL NARCOTRÁFICO Y EL CONSUMO DE MARIGUANA
Segunda de tres partes
Un análisis integral sobre la
mariguana no sería posible sin una mirada a las ideologías sociales vinculadas
con el consumo de esta planta, tales como la narcocultura, el clasismo hacia
los que consumen, los movimientos liberales y conservadores, entre otros.
Cultura es la palabra clave.
Pero, ¿qué es cultura? Para empezar, no es algo que ande por ahí tomando el sol
en un camastro, sino más bien algo que está aquí: entre nosotros, y debido a
nosotros.
Cultura es la manera en cómo
lo seres humanos nos entendemos, en cómo decidimos qué vale la pena o qué no
vale la pena, qué es bueno o qué es malo, qué está a la moda o qué no lo está.
Y todo esto, por supuesto, es relativo, subjetivo e intangible, pero no por eso
es falso o innecesario.
Ahora bien, las culturas
cambian y evolucionan. Y es por eso que para entender cómo es nuestra cultura
respecto a la mariguana y el narcotráfico, lo que sigue a continuación es un
acercamiento a la historia. Una historia llena de controversias y emociones
fuertes.
LOS PRIMEROS AÑOS
Aunque no lo crean, la
mariguana no es nativa de México: en algún punto de la Conquista Española,
ellos vinieron y la dejaron, relata el portal de información VICE en una
investigación hecha al respecto. ¿Para qué se usaba? Comercialmente, como fibra
para telas; recreativamente, como apoyo en los rituales indígenas, de la mano
de otras plantas psicoactivas de uso ancestral.
El uso que le dimos cambió en
los años que siguieron a la Independencia. Un análisis del portal noticioso
Milenio relata la primera vez que aparece su aspecto medicinal: alrededor de
1840, bajo la influencia de médicos europeos que descubrieron en la cannabis
una planta multiusos, los médicos mexicanos la empezaron a recetar para
diversas afecciones; por otro lado, también se expresa que al tiempo que se
usaba medicinalmente, un pequeño número de ciudadanos fuera de los círculos
indígenas la comenzaron a usar de manera recreativa, pues la planta nos
producía efectos muy diferentes a las sustancias favoritas en ese entonces,
como el pulque y el mezcal.
¿Y qué consecuencias trajo su
uso? Debido a que la mayoría del país no la consumía, y como es natural en el
ser humano discriminar algo que no conoce, el misterio de sus efectos generó
que se cantara al unísono “¡La mariguana es mala!... Arruina, corrompe y
destroza vidas… Es una enemiga de la nación… ¡Es la encarnación vegetal del
demonio!” Y aunque suene gracioso, tal es el tono que hoy se le imprime. Lo
significativo de todo esto, afirma el mismo estudio de Milenio, es que no fue
sólo el gobierno quien indujo a pensar así; no fueron grandes campañas de
marketing, sino los mismos habitantes, ricos y pobres, hombres y mujeres,
gobernados y gobernantes, analfabetos y cultos… Y así, la historia se convirtió
en histeria.
Histeria que alcanza su
máximo esplendor mundial durante el siglo pasado, con mucha ayuda de Estados
Unidos. Durante la Revolución Mexicana, el consumo de mariguana crece
sustancialmente; como lo dice el famoso corrido: a los soldados, como a la
"La Cucaracha", les faltaba mariguana que fumar para poder combatir
con energía y valor a las fuerzas porfiristas. Pero con todo y que la planta
pudo haber ayudado a vencer al Dictador, la criminalización no tardó en llegar,
y en poco tiempo se publicó el documento federal “Disposiciones sobre el
cultivo y comercio de productos que degeneran la raza”, en el que se prohibió
tanto la venta como el consumo de cannabis.
Meses después de la
Revolución, abatidos por el desastre posguerra, medio millón de mexicanos se
vieron en la necesidad de buscar "El Sueño Americano", asegura el
prestigioso historiador Richard Davenport-Hines en su "Histora global de
las drogas, 1500-2000".
Pero a los norteamericanos no
les gustó que llegáramos a quitarles sus empleos. Y como la planta allá
prácticamente no se conocía, y como algunos de aquí la usaban para rendir más,
(rezago del reciente pasado de “chamba bélica”), pues a los gringos se les
ocurre un puñado de chistes racistas y exageraciones mediáticas: el discurso
federal era que la mariguana inducía a la violencia, el crimen y otros
comportamientos socialmente reprobables, principalmente cometidos por “razas
inferiores”… Y así, este oficial disgusto hacia los "pachecos"
mexicanos, aunado a que la prohibición del alcohol (de 1920 a 1937) hizo elevar
el consumo de la mariguana en varios sectores del país, condujo a que Estados
Unidos prohibiera federalmente el uso de la planta con el Marijuana Tax Act de
1937.
LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA
Y con estas prohibiciones, la
historia contemporánea comienza: en 1930 se crea el Federal Bureau of Narcotics
(FBN). Esta agencia antidrogas estuvo encabezada 32 años por Harry Anslinger,
quien es recordado por haber sido autoritario, mentiroso, egoísta y sin
escrúpulos, y cuya filosofía respecto a la mariguana se resume en que “una sola
inhalación podría volver al fumador un violador, asesino y ninfómano”... Cierto
o no, es un hecho que Harry fue la primera (y quizá más grande) influencia en
el “Combate a las Drogas”: durante estos años, el FBN se encargó de lanzar una
superamarillista (y superinfluyente) estrategia de mercadotecnia contra el uso
de drogas; y así, para bien o para mal, TODOS los países del mundo le seguimos
la corriente, al grado que la Organización Mundial de la Salud declara en 1955
que “bajo la influencia del cannabis, el peligro de cometer asesinatos es muy
grande... y esto puede suceder sin ningún motivo aparente, simplemente por
placer”, como relata Davenport-Hines en su estudio.
Conforme fueron pasando los
años, muchos países comienzan a reclasificar a la mariguana como una droga muy
adictiva y sin ningún beneficio medicinal, justo al lado de las metanfetaminas
y la heroína…
… Churro, cárcel, churro,
cárcel, churro, cárcel. Todo de acuerdo al plan, todo bien para los gobiernos…
todo bien, esto es, hasta que surge “El Narco”. ¿Pero dónde nace “El Narco”?
Eso depende… Si se toma como definición de narcotráfico “el comercio y uso de
narcóticos”, sucede que todas las culturas, en todos los lugares y en todos los
tiempos, han usado sus drogas preferidas para calmarse o inspirarse: llámense
cafeína, nicotina, Prozac, Ritalin, Tafil, opio, alcohol o mariguana… Así que
no, no conviene esa definición… Más bien, el narcotráfico viene siendo algo así
como el "comercio y uso de drogas más allá de la ley, con fuerza bruta,
con sangre". Y así entonces, ¿dónde nace el narco?
Nuestra nueva y visceral
definición nos remite a dos puntos distintos: Estados Unidos, 1940, Segunda
Guerra Mundial; y Sinaloa, 1977, Operación Cóndor. Durante la Segunda Guerra
Mundial, comenzaron a escasear las importaciones de mariguana para producir
cuerdas, paracaídas y otras necesidades militares; asimismo, escaseó el flujo
de morfina (producida por la amapola) para eliminar el dolor de las heridas de
combate. En respuesta a esto, el Departamento de Agricultura Estadounidense
lanzó el programa "Hemp for Victory" en el que apoyó a varios
agricultores, lo mismo americanos que sinaloenses, para producir la materia
prima de tales necesidades bélicas, como lo testifica el respetable programa de
periodismo de investigación estadounidense PBS: FRONTLINE, en su análisis del
caso... Tiempo después, y una vez concluida la guerra, los agricultores
sinaloenses recibieron instrucciones oficiales de erradicar todo plantío de
amapola y mariguana, pues ya no eran necesarias. Pero, ¡por supuesto!, no lo
iban a hacer. Y no lo iban a hacer porque eran muchas hectáreas, y porque ellos,
a fin de cuentas, eran agricultores.
Así que gran parte del
“business” del narco comenzó de las rezagas de la Guerra Mundial. Pero, como
sabemos, para que un negocio prospere requiere de algo más que oferta del
producto: requiere también de la demanda de los clientes. Y vale señalar que
los historiadores coinciden en que el incremento de consumo de drogas es el
denominador común de todos los periodos postguerra de la historia humana. ¿Es
de sorprenderse? Por supuesto que no: después de tanta miseria es totalmente
lógico que los seres humanos nos sumamos en la sensación de que nada vale la
pena, de que los gobiernos no sirven para nada, de que en última instancia todo
es muerte y estrés sin cesar.
Pero como si no fuera poco
con lo causado por la Segunda Guerra Mundial, el negocio del narco se
intensifica con una fallida estrategia gubernamental mexicana, llamada
Operación Cóndor. En 1977, por órdenes federales, 2 mil 200 elementos del
Ejército fueron enviados a la zona del Triángulo Dorado (Sinaloa, Chihuahua y
Durango) y se dieron a la tarea de incinerar las cientos de matas de mariguana
y amapola que quedaban de la guerra, así como de erradicar a todos los
sospechosos presentes. Esto causó muchos decesos y capturas, sí, pero también
la huída de muchos narcos más a otras zonas del país, inaugurando entonces
todos los demás cárteles mexicanos… Lo cual desembocó en mucha más oferta,
mucha más guerra, y, por ende, mucha más demanda.
SIGLO 21
Y así llegamos a nuestros
días: Siglo 21. ¿Qué ha cambiado? ¿Quiénes son los “conquistadores” de hoy?
¿Cuáles los directores de la DEA? ¿Cuáles los capos? ¿Y los conservadores? ¿Y
los liberales?... Los nombres cambian, la dinámica no, el racismo no, las
muertes no. Sin embargo, algo que sí parece cambiar es que la sociedad se
vuelve más incoherente: se “indigna” de la violencia y consume narconovelas;
muchos dicen que no, pero anhelan los lujos y el poder de "San Capo"
y “Santa Buchona": hasta se visten como ellos, escuchan su música, adoptan
su lenguaje…
Por otro lado, algo más que
parece cambiar (y cambiar considerablemente, para variar) es la regulación de
la mariguana en el mundo: Uruguay, Estados Unidos, Holanda, Portugal y otros,
han optado por esta vía alterna. Ya se conocen las estadísticas, pero ¿cómo lo
ve la gente? ¿Vale, o no, la pena? Pues por un lado, el Papa Francisco comenta
que “No es la liberalización del consumo de drogas lo que podrá reducir la
propagación y la influencia de la dependencia química ... La plaga del
narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un
acto de valor de toda la sociedad ... Es preciso afrontar los problemas que
están a la base de su uso promoviendo una mayor justicia, educando a los
jóvenes en los valores que construyen la vida común." Por otro lado, Juan
Francisco Torres Landa, Secretario General de la fundación México Unido Contra
de la Delincuencia, y una de las 5 personas con el derecho de consumir la
planta en México, comenta que "La libertad de elegir es un derecho humano
y debe ser respetado por el Estado. Por lo tanto, consideramos que debe
enfocarse la autoridad hacia la regulación de la mariguana, pero no a una
prohibición y mucho menos a la criminalización del consumo".
¿QUÉ SIGUE?
En pocas palabras, lo más
reciente de nuestra historia sobre el narcotráfico y la mariguana es que por su
lado el Papa (y prácticamente todos los conservadores) piden "valores en
sociedad", y por el otro lado los liberales piden "libertad para
elegir".
En realidad, esto no se trata
de algo históricamente nuevo, sino de la repetición de los mismos patrones
culturales: la sociedad está ante la presencia de la misma lucha y juego eterno
entre libertades individuales y responsabilidades sociales…
¿Cuándo acabará este debate? ¿Cuándo se entenderá que
ambas partes tienen la razón?
¿Qué nuevo capítulo se
escribirá en nuestra historia? Puede ser un capítulo de más de lo mismo. O
puede ser, por fin, uno en el que predomine el sentido común. Es decir, ya se
tiene conocimiento de la historia del narcotráfico y del uso de la mariguana.
Se tiene también conocimiento de la manera en cómo se ha tratado de solucionar
el asunto en todo este tiempo, y del modo en cómo la percepción del tema se ve
afectada por los medios, los gobiernos y las pláticas entre amigos. Además,
siendo esto lo más importante, hoy en día se tienen mil maneras nuevas de
comunicarse y revertir la situación, lo que hace sólo algunos años era
imposible.
La pregunta es: ¿Tendremos la voluntad? Porque los
hechos no van a dejar de existir aunque uno decida ignorarlos.
(NOROESTE/ Heriberto Giusti Angulo/
23/02/2017 | 06:27 AM)
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