En la comunidad de Palmarito Tochapan
aseguran que el Ejército fue quien los inició el tiroteo. Niegan que el pueblo
se dedique a la ordeña de ductos de Pemex, aunque desde hace tiempo la misma
empresa viene advirtiendo que en esa zona, ahora con altos índices de
criminalidad, se detectó un aumento en el saqueo de combustibles.
Algunos dicen que el operativo que
derivó en una matanza era para detener a Antonio Martínez, “El Toñín”, a quien
pobladores del llamado Triángulo Rojo identifican como el líder que disputa a
Los Zetas el robo de hidrocarburos.
Los habitantes de esta región cuentan
que hace un tiempo que “El Toñín” fue un campesino dedicado a la zanahoria y
ahora viven entre los municipios de Puebla, Tehuacán y Tecamachalco, para
evadir la justicia.
Daniel Martínez, Maximiliano Santos,
Edmundo Velázquez, Magarely Hernández y
Viridiana Lozano
Puebla/Ciudad de México, 5 de
mayo (Periódico Central/SinEmbargo).– Se llama Antonio Martínez, “El Toñín”.
Hasta hace unos años era un humilde campesino.
Ahora, sin embargo, “es
millonario” y se dedica a controlar el negocio de la extracción y venta de
combustible robado en la zona del Triángulo Rojo en Puebla, que se pelea con
“Los Bukanas”.
Esto dicen los mismos
pobladores de Palmarito Tochapan. La mayoría ha oído hablar de él y algunos
aseguran que lo conocen personalmente. Calculan que tiene más de 50 años. Lo
identifican como “moreno y de cabello quebrado”.
En el municipio de Quecholac,
los pobladores dicen que Antonio Martínez es amigo personal del Alcalde Néstor
Camarillo Medina y su papá, Néstor Isidro.
Además, dicen que tiene un
nuevo sueño: ser Alcalde.
Camarillo Medina es Alcalde
de Quecholac por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). fue Secretario
de la Organización del Frente Juvenil Revolucionario. Fue Diputado local
suplente a la edad de 21 años; después fue Delegado Estatal del DIF en
Quecholac.
Es Delegado Político del
partido y fue Presidente del Comité Municipal del PRI en Quecholac.
Luego del enfrentamiento con
el Ejército la noche del 3 de mayo, aseguran que no es bien aceptado por el
pueblo. Que ninguno, dicen, tiene relación con él. Que lo único que quieren “es
que los militares dejen la zona y les permitan seguir trabajando en paz”.
El Presidente Enrique Peña
Nieto condenó hoy el “cobarde” ataque a militares en Palmarito, que dejó 6
militares muertos, y advirtió que se aplicará “todo el peso de la ley” a los
responsables. Aseguró que los ordeñadores de ductos de Pemex “engañan” y “usan”
a las personas para poder mantener ese negocio ilícito y alertó que quienes los
apoyan “exponen a sus familias”.
Los analistas coinciden en
que pobladores han sido envueltos por la codicia del dinero fácil del robo de
combustibles. Que podría haber involucrados trabajadores de Pemex y, por
supuesto, políticos de la zona.
En Palmar de Bravo y
Quecholac, en la misma región, los pobladores hablan de Antonio Martínez, “El
Toñín”. Lo apodan “El amigo del Pueblo”, porque “es dadivoso con la gente”.
Habitantes cierran la carretera
Puebla-Orizaba tras los hechos en Palmaritos. Foto: Cuartoscuro
Calculan que hace cuatro o
cinco años, “El Toñin” se dedicaba a la siembra y comercialización de la
zanahoria, que era un campesino humilde que vivía al día.
Ahora dicen que es
“multimillonario”. Muchos pobladores lo buscan para que se padrino de sus hijos
y ayude en las fiestas patronales. Incluso cuentan que un día llevó a la Banda
Cuisillos a Quecholac.
Para evitar ser atrapado por
las autoridades tiene viviendas en Puebla, Tehuacán y Tecamachalco. Eso se dice
entre la población. Se dedica de lleno al robo y comercialización de
combustible robado, contrabando de drogas y trata de personas.
Detrás de los “chupaductos” hay civiles,
políticos y empleados de Pemex, dicen estudiosos del tema
Fuentes oficiales dijeron que
el segundo al mando es su hermano, Marcelino Martínez, quien solo se enfoca en
el robo de hidrocarburo.
El Fiscal General, Víctor
Carrancá solo dijo que hay un grupo contrario a “Los Bukanas” que pelea por la
plaza. No confirmó el nombre de su líder, por lo que se presume que se trata
del mismo Antonio Martínez.
José Daniel, de 17 años y
Alejandra, de 43, son dos de los seis pobladores que murieron en el
enfrentamiento entre el Ejército Mexicano y supuestos huachicoleros de
Palmarito Tochapan, la junta auxiliar de Quecholac.
Vecinos de la comunidad de
San Bartolomé Coscomaya aseguraron que “el Ejército mexicano solamente llegó
para crear conflicto y que ahí nadie se dedica al robo de hidrocarburo”.
Apoyo social a “huachicoleros” de
Puebla. Foto: Periódico Central
Los habitantes del poblado
perteneciente a Quecholac negaron que se encontraran protegiendo a
huachicoleros; que estaban en una tienda cuando se escucharon los primeros
disparos en la refriega del 3 de mayo.
Periódico Central pudo entrar
a Palmarito Tochapan después de que se abrió el bloqueo de la autopista
Puebla-Orizaba. Al ingresar se puede sentir el enojo de una comunidad y la
tensión por el riesgo de otro enfrentamiento contra el Ejército Mexicano. A
decir de vecinos de Palmarito Tochapan, los elementos castrenses y los agentes
de la Policía Estatal ni siquiera preguntaron.
“Solamente llegaron e
hicieron de las suyas”, dijo la gente reunida en el parque de Palmarito en
espera para el llamado de sus vecinos para organizarse en caso de que se
requiera nuevamente armarse de palos y piedras para enfrentar a las fuerzas
castrenses. Están alerta ante cualquier intruso, hablan poco, no dan nombres y
no permiten que nadie use sus celulares para tomar fotos o video; temen ser
perseguidos.
José Daniel, uno de los seis
pobladores asesinados tenía 17 años “y le tocaron cuatro tiros de puro R15”,
dicen sus vecinos.
“Su mamá está bien mala”;
cuentan que la noticia de la muerte de su hijo le cayó tan mal que está en
cama.
Doña Alejandra, la única
mujer asesinada en la segunda refriega del Ejército, trabajaba en el campo y
tenía 43 años.
Le dispararon y pues ahí la
dejaron, tirada en el piso, ahorita la están velando en su casa ahí por San
Bartolomé Coscomaya”, relataron a este medio los vecinos.
Según los vecinos de
Palmarito Tochapan, ahí no hay huachicoleros. Ellos son ciudadanos comunes y
corrientes que solamente quieren paz y que el Ejército Mexicano se vaya para
que terminen los conflictos.
“No joven, si todos fuéramos
huachicoleros qué pendejo vamos hacer aquí. Lo que queremos es paz. ¿Ellos qué
saben de Palmarito si nunca vienen? Solo vienen cuando les conviene, si no se
van así va a estar siempre”. Pero las estadísticas de Petróleos Mexicanos y la
información del gobierno de Puebla es diferente; Quecholac es uno de los
principales municipios en donde sus vecinos se dedican al robo y
comercialización del hidrocarburo en ductos de Pemex.
La información de la Sedena y
el gobierno de Puebla fue que recibieron una alerta falsa sobre una toma
clandestina en la comunidad y cuando el Ejército llegó a atenderla, fueron
emboscados por un grupo de delincuentes, quienes usaron una barrera humana de
mujeres y niños para evitar que fueran atacados.
Traficantes y asaltantes burlan “arco”
en la México-Puebla con al menos seis rutas clandestinas
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR
SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE PERIÓDICO CENTRAL.
(SIN EMBARGO.MX/ PERIÓDICO CENTRAL/ REDACCIÓN /
MAYO 5, 2017, 1:00 PM)
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