Su tema fue hablar del papel
de las oposiciones en los regímenes democráticos. Hoy se habla de la calidad
del gobierno, de la necesidad de que el gobierno tenga capacidades para dirigir
las energías cívicas y los diferentes poderes de la sociedad; se dice que un
gobierno tiene que saber catalizar todas las iniciativas ciudadanas, pero pocas
veces se repara en que la calidad del gobierno no depende solo de sus
iniciativas y de sus habilidades y capacidades para dirigir la sociedad, sino
fundamentalmente que la calidad del gobierno depende de la calidad de la
oposición.
Para Zafra, la democracia es el régimen político en el que
algunos partidos pierden las elecciones y sin embargo no recurren a métodos
autoritarios, es decir, quien pierde tiene más incentivos para seguir
cumpliendo las reglas del juego que para
alterarlas, porque los perdedores de la contienda electoral, sin embargo,
siguen cumpliendo las reglas del
juego.
Para Zafra, en un sistema democrático es necesario que su
diseño institucional permita que los
ganadores no se apropien de todo
el espacio político y los perdedores no pierdan todo el espacio político. Si fuera así, evidentemente quien pierde no
tendrá ningún incentivo para seguir cooperando. La democracia es un régimen en
el que hay un equilibrio difícil, precario, extraordinariamente delicado entre
la competición y la cooperación; el gobierno y la oposición tienen una relación
al mismo tiempo competitiva y al mismo tiempo cooperativa.
Si no se maneja de forma
sabia por parte del gobierno y por parte de la oposición este difícil
equilibrio, la democracia sencillamente no es viable; o sea, la responsabilidad
de quien está gobernando es la de aceptar propuestas de la oposición y de quien
está en la oposición hacer una oposición constructiva que significa que en
algún momento hay que colaborar y en otro momento hay que situarse en contra de
lo que el gobierno dice.
Esto puede dar una idea de la
importancia y de la dimensión clave que significan las oposiciones, es
necesario que existan oposiciones de calidad.
El gobierno no puede
pretender un apoyo total para sus medidas de la oposición, la oposición tiene
que saber presentar alternativas. Si no se presentan alternativas a los
planteamientos del gobierno, evidentemente la democracia se empobrece, la
ciudadanía no tiene un elenco de posibilidades de elegir entre las diferentes
posiciones, hay que acercarse con ojos no ideológicos a la política, pero hay
que acercarse sabiendo que la política fundamentalmente es pluralidad. No hay
una sola respuesta para un solo problema, de ahí que esté legitimada la
oposición.
Además, no es que las
minorías no tengan razón, los votos de las minorías no dan realmente las
medidas de cuan defendible es un argumento, un grupo con mayoría puede
realmente hacer una política catastrófica y las mayorías no autorizan a tomar
cualquier tipo de medidas.
No lo olvidemos nunca: la
mayoría es una regla de decisión, no es un criterio de legitimidad política.
Quien tiene mayoría está autorizado a decidir, pero sus decisiones no son
cualitativamente mejores de la que haya puesto la oposición y es posible que lo
que hoy se presenta como un argumento como parte de la oposición, pueda ser
defendido después por los gobiernos.
En lo que va de la actual legislatura, la calidad de la
oposición se ve muy pobre. El papel de
oposición del PAN y del PAS deja mucho que desear, gritan, patalean, y al final
se entregan como mansos corderos a lo que propone el gobernador Quirino Ordaz
Coppel. Dan a entender que sus reclamos
son cambiables por migajas.
E-mail: riosrojo@hotmail.com
Twitter: @riosrojo
(RIODOCE/ JOSÉ ANTONIO RÍOS ROJO/ 3
ABRIL, 2017)
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