A mitad de una fractura en la
bancada del Senado que ha magnificado la crisis del PRD, divisiones,
confrontaciones entre corrientes y tránsfugas que se van a Morena, Jesús
Ortega, ex dirigente nacional de ese partido y fundador de la corriente Nueva
Izquierda (los Chuchos), hace un crudo diagnóstico del PRD y concluye que el
poder volvió arrogante a ese partido y ahora está extraviado y debilitado
electoralmente.
“Conforme aumentaba nuestra
fuerza, aumentaba nuestra arrogancia (…) Comenzamos a padecer de los síntomas
del extravío, pues perdimos de vista las razones verdaderas de la creación del
PRD: Unos supusieron que la única razón de existencia de nuestro partido era la
conquista de la Presidencia de la República, reduciéndose entonces nuestro
Programa a que alguien del PRD habitara en Los Pinos. Otros concluyeron que ni
siquiera la Presidencia era nuestro objetivo y lo que importaba era ganar
senadurías, diputaciones, presidencias municipales, regidurías… o tan sólo
cargos en las instancias directivas del partido”, indica el político en
análisis que presentó ante dirigentes de todos los estados, secretarios del
Comité Ejecutivo Nacional y legisladores del PRD, pertenecientes a Nueva
Izquierda.
Ortega advirtió que el PRD
entró en una espiral de “repetirse y repetirse” hasta que se volvió anacrónico
y obsoleto, donde su acción política se volvió rutina impotente e incapaz de
convencer a la ciudadanía y menos aún de tener fuerza y capacidad para reformar
y transformar al Estado y la nación.
La dirigencia nacional de
Nueva Izquierda sostuvo una reunión a puerta cerrada, para delinear la
estrategia ante la crisis que vive el sol azteca de cara a las elecciones del
2018.
Ortega admite que Andrés
Manuel López Obrador “sin duda” es el candidato presidencial “más fuerte”
derivado de tantos años en campaña, desde que era jefe de gobierno en la Ciudad
de México, mientras los presidenciables del PRD sólo se la pasan observando.
“Miguel Ángel Mancera,
Silvano Aureoles, Graco Ramírez, tras bambalinas observan al público; observan
el despliegue de los otros actores, especialmente de AMLO; observan el
desarrollo de sus estrategias. ¡Observan, observan, observan! ¿Cómo podría
explicarse esto?”, cuestionó a las huestes de Nueva Izquierda.
En el documento “Propuesta
para una estrategia de la izquierda progresista, democrática, libertaria para
las elecciones generales del 2018”, la dirigencia de los Chuchos, reconoce la
crisis por la que atraviesa el PRD que data desde hace varios años atrás, pero
que se ha agudizado en los últimos meses luego de los resultados electorales y
las fracturas internas que han derivado en la salida de militantes y personajes
del sol azteca.
“Hemos sufrido una merma, un
debilitamiento electoral y una pérdida de nuestra influencia política. Debemos
reconocerlo con serenidad, sabiendo que ello es resultado de errores, pero
también parte de los procesos vitales que soportan todos los organismos y
dentro de ellos, los partidos políticos. Experimentamos, cierto, una fuerte
división que no ha sido la primera ni será la última”, indica el documento que
presentó a las huestes de Nueva Izquierda.
En ese documento, Ortega
reconoce que el PRD se ha debilitado, pero aseveró que el partido tiene
vigencia y seguirá siendo decisorio en la redefinición de las estructuras del
poder político en México.
“Seremos los perredistas—como
lo hemos sido antes—una de las fuerzas más influyentes en la larga lucha por la
construcción del estado democrático, social y de derecho”, indicó.
A lo largo del documento,
Ortega advierte que hay una molestia y desencanto entre la población contra la
clase política y los partidos políticos en general, incluido el PRD, donde los
culpan de las crisis en materia económica, de seguridad, corrupción e impunidad
que vive nuestro país.
La gente, dijo, supone que ha
encontrado a los responsables y los repudia, los hace a un lado y, como remedio
desesperado, se aferra a espejismos para transitar por salidas que resultan
falsas como el mesianismo.
En ese sentido, alertó sobre
el riesgo de sumarse a esa tendencia de defenestrar a la clase política en aras
de quedar bien con la sociedad que pide la extinción de los partidos y la
democracia.
“El PRD no debe sumarse al
coro de los partidos políticos que impunemente gritan ¡Mueran los partidos
políticos! No sumemos a nuestros legisladores, al chillido que reclama ¡Muerte
del Congreso!”, demandó.
(DOSSIER POLITICO/ Tomado de: Alejandro
Paez / Crónica/ 2017-04-03)
No hay comentarios:
Publicar un comentario