Este modelo actual de física es incapaz
de explicar, por ejemplo, la existencia de materia oscura o la asimetría de
materia y antimateria en el universo.
Barcelona, España, 20 de
abril (EFE).- Un equipo internacional de científicos de la Organización Europea
para la Investigación Nuclear (CERN) ha hallado indicios de la posible
existencia de una nueva partícula desconocida hasta ahora que cuestionaría la física
actual y que haría vislumbrar una nueva física.
En varios experimentos
realizados en el LHCb (Large Hadron Collider beauty experiment) -uno de los
detectores de partículas en funcionamiento instalados en el Gran Colisionador
de Hadrones (LHC)- los físicos han observado cinco desintegraciones raras de
mesones B (partículas compuestas por quarks y antiquarks) que discrepan del
Modelo Estándar de Física.
Según informó hoy en un
comunicado el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) de la Universidad
Autónoma de Barcelona (UAB) -que participa en el experimento-, la discrepancia
entre los resultados de los experimentos y las predicciones del Modelo Estándar
“apuntan” a una Nueva Física por la posible existencia de nuevas hipotéticas
partículas, como un Z’ o un leptoquark, cuya existencia tendrán que confirmar
con más observaciones.
“La señal observada tiene una
significación estadística aún limitada, pero refuerza evidencias similares de
estudios previos”, según el CERN, que precisa que “datos y análisis futuros
serán los que puedan determinar su estos datos demuestran realmente grietas en
el Modelo Estándar, o si se trata de una fluctuación estadística”.
En estos experimentos han
participado expertos de la UAB, de la Universidad de Barcelona y del Albert
Einstein Center for Fundamental Physics (Universidad de Berna), entre otros.
Las desintegraciones raras
observadas en los mesones en el acelerador de partículas creando una partícula
espín-1 y dos muones (partículas elementales masivas que pertenece a la segunda
generación de leptones) es lo que ha ilusionado a los científicos en la posible
aparición de una Nueva Física que sustituya la teoría del Modelo Estándar.
Este modelo actual de física
es incapaz de explicar, por ejemplo, la existencia de materia oscura o la
asimetría de materia y antimateria en el universo.
Sin embargo, el
descubrimiento de una nueva partícula no se podrá demostrar científicamente
hasta que las discrepancias observables con la física tradicional sean más
numerosas.
Una discrepancia observable
es una cantidad física que puede ser medida y comparada con una predicción
teórica, y en el análisis presente los científicos han calculado 30 observables
que después han sido medidas en uno o en varios de los cuatro experimentos a
los que han sido sometidas.
Esta investigación se inició
en 2005 y no fue hasta hace dos semanas que los científicos se atrevieron a
hablar de estas desviaciones encontradas en la desintegración de un mesón, que
es un bosón que responde a la interacción nuclear fuerte, es decir, un hadrón
con un espín entero.
Lo que sí tienen claro los
científicos es que hay indicios claros de que la naturaleza podría violar “la
universalidad de sabor leptónico”, que es una propiedad del Modelo Estándar que
trata todos los leptones de una manera democrática a nivel de las
interacciones.
Esta democracia implica que
se podría esperar que las medidas de dos de las partículas observables, que han
denominado RK y RK+, fueran alrededor de la unidad, pero en cambio ambos han
sido medidos y los valores obtenidos son alrededor de 0.75, lo que abre una
nueva dirección de investigación.
Según el IFAE, el LHCb está
centrado en producir y medir una larga lista de este tipo de observables que
permitirán testar la universalidad para intentar confirmar lo que se ha visto
en los observables RK y RK+.
Algunos de estos nuevos
observables podrían permitir separar diferentes posibilidades de Nueva Física,
ya que una solución posible de esta discrepancia con las predicciones del
Modelo Estándar podría ser que lo que están viendo los científicos fuera el
primer indicio de una nueva partícula.
Dos de los posibles
candidatos podrían ser un bosón de gauge Z’ (similar a la conocida partícula Z,
pero con acoplamientos muy diferentes a las partículas) o leptoquarks, una
clase genérica de partículas que permiten a los leptones y los quarks
interaccionar y tienen carga de color y electricidad.
(SIN EMBARGO.MX/ EFE/ ABRIL 20, 2017,
11:22 AM)
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