El periodista Humberto Padgett revela,
en su último libro –apenas colocado en librerías–, declaraciones de un testigo
de la DEA y de PGR, César Eduardo García Martínez (“Pollo Chicken”), que afirma
haber sobornado con dinero del narco a una figura prominente del PRI en
Tamaulipas. Se trata de Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba. Pero no se queda
allí. “Los documentos estadounidenses y mexicanos sostienen que Yárrington y
varios de sus colaboradores más cercanos, incluidos su predecesor Manuel
Cavazos Lerma, su sucesor Eugenio Hernández y uno de sus hombres de mayor
confianza y aspirante a gobernar el estado a partir de 2016, Baltazar Hinojosa
Ochoa, mantienen tal cercanía con el narcotráfico que se confunden en un mismo
grupo de poder”.
Adelanto del libro “Tamaulipas. La casta
de los narcogobernadores: un eastern mexicano”
Ciudad de México, 1 de junio
(SinEmbargo).– Habla y habla un hombre de dos nacionalidades y tres lealtades:
primero a la Policía Ministerial de Tamaulipas, luego al Cártel del Golfo y,
después, a la DEA. Se llama César Eduardo García Martínez. Sus amigos le dicen
“Pollo Chicken”, porque es un ser de ambos lados de la frontera que, como
agente, ganó reputación con su participación en el asesinato de Guillermo
González Calderoni, un emblemático comandante de la Policía Judicial Federal
que había vendido su alma a Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos,
capo del Cártel de Juárez, y a Juan García Ábrego, jefe del Cártel del Golfo,
al que el mismo “Pollo” pertenece.
En su calidad de sicario, el
“Pollo” adquiere notoriedad por funcionar como una especie de secretario
particular, un negociador personalísimo de Osiel Cárdenas Guillén, jefe de la
organización presente en la primera línea de responsabilidad de la violencia
que define hoy a México.
Como informante de la agencia
antinarcóticos de Estados Unidos [DEA] y testigo de la Procuraduría General de
la República (PGR), sus palabras retumban como la percusión de una metralleta
calibre 50 disparada contra la clase política tamaulipeca:
“Durante los meses de julio,
agosto, septiembre y octubre de 1998 se hicieron entregas a Jesús Vega Sánchez
[operador político y enlace del gobierno priista con el narcotráfico] para la
campaña de Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba [Gobernador de Tamaulipas de 1999 a
2005] y las cantidades oscilaban entre 400 [mil] y 800,000 dólares cada vez que
se le entregó y los lugares donde se le hizo las citadas entregas fueron
diversos.
“Entre los meses de julio a
octubre de 1998, entregué, en compañía de Rubén Ignacio Cavazos Salazar, un
maletín con aproximadamente 500,000 dólares en billetes de veinte y cien
dólares americanos en el lobby del Hotel Residencial que se ubica en Matamoros,
Tamaulipas, en donde se encontraban Jesús Vega Sánchez, Tomás Jesús Yárrington
Ruvalcaba […], Baltazar Hinojosa [Ochoa, candidato del PRI al Gobierno de
Tamaulipas en 2016] y otras personas que no conocí, y le entregué el dinero en
un portafolios plateado en mano propia a Jesús Vega Sánchez”.
En su nueva vida de delator,
el “Pollo” adquiere el nombre clave de Óscar. Y Óscar habla y habla de lo que
ha visto, escuchado, vivido:
“A principios de octubre de
1998, Osiel Cárdenas Guillén me entregó 500,000 dólares para que a su vez se
los entregara a Juan José Muñiz Salinas, el ‘Bimbo’ [otro policía judicial con
el doble pasaporte de agente de la ley y narcotraficante]. [El] dinero era
también para la campaña de Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba, por lo que hablé
por teléfono con el Bimbo y le dije que ya tenía el dinero que había mandado
Osiel para Yárrington, manifestándome que me pusiera de acuerdo con Juan Carlos
González Sánchez [la Torta, también policía ministerial y primo de Jorge
Eduardo Sánchez Costilla, el ‘Coss’, otro agente judicial y futuro líder del
Cártel del Golfo] para que se entregara el dinero a Jesús Vega Sánchez.
“Me trasladé junto con Juan
Carlos González Sánchez a la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, a la casa de
Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba, la cual se ubica en la calle de Nápoles
número 7, cerca de la calle Tamaulipas, en el Fraccionamiento Río, primer
sector. Afuera de la casa, nos abrieron la cochera e ingresamos y en una palapa
que se encuentra en el patio estaba Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba [que había
sido Alcalde de la ciudad entre 1993 y 1995], Baltazar Hinojosa Ochoa [que
sería Alcalde de la ciudad entre 2005 y 2007] […]. Yo fui el que entregó el
maletín a Jesús Vega Sánchez, el cual traía 500,000 dólares en billetes de cien
y veinte dólares, y le dije que ese dinero era enviado por Osiel Cárdenas
Guillén…”.
Antes, junio de 1998, Vega
viaja a Reynosa para reunirse con un policía bien curtido en los negocios que
interesan, un hombre llamado Juan José Muñiz, el “Bimbo” o “Comandante Bimbo”,
en el restaurante La Mansión del Prado, en la calle de París. Vega informa al
“Bimbo” que Yárrington lo ha enviado a recolectar fondos para la campaña
electoral.
—No importa de dónde vengan
los fondos y los compromisos que se tengan que pactar. Nos urge dinero. Di a
los comandantes que están en la frontera que junten dinero para la campaña y, a
cambio, el candidato se compromete a dejarlos en los mismos puestos cuando sea
Gobernador —pide Vega, según el testimonio contenido en la averiguación previa.
—Yo solicito el dinero a los
comandantes que piden, nomás tomen en cuenta que el dinero es del crimen
organizado y ellos, como comandantes, van a tener que cumplir con los
compromisos que van a adquirir —advierte el Bimbo, así, en plural.
—Por eso no te preocupes.
Tomás está dispuesto a cumplir con los compromisos que se están adquiriendo.
Por algo me envió a mí —presume Vega.
Estas escenas y otras más de
lo que debiera ser un thriller ficticio que gira alrededor de distintas maneras
de traicionar a los electores es, en realidad, un documental que se convierte
en una trama de terror gore. Todo queda contenido en la averiguación previa
PGR/UEIDCCS/012/2009 abierta por la Procuraduría General de la República (PGR).
La versión utilizada en este reportaje aparece vertida en el recurso de amparo
indirecto número 1298/2012-5 promovido sin éxito ante el Juzgado Primero de
Distrito en Materia de Procesos Penales Federales por Tomás Jesús Yárrington
Ruvalcaba contra su —tampoco exitosa— orden de aprehensión en México.
Aún si Yárrington es detenido
hoy mismo, la impunidad prevalecerá pues, con elementos jurídicos suficientes
para investigar a unos treinta políticos y empresarios tamaulipecos asociados
con los cárteles, unos y otros integrantes de una misma red de desvío de
recursos públicos, narcotráfico, lavado de dinero, extorsión a gran escala,
asesinatos, secuestros, contrabando, abuso de poder y demás, la PGR del priista
Enrique Peña Nieto ha optado no sólo por no seguirle los pasos a los socios del
ex Gobernador, sino por alentarlos, y es así como uno de ellos aspira a
gobernar el estado con más desapariciones, desplazamientos por violencia y
muertes violentas del país.
En México, los mafiosos de
cuello blanco no caben en la lista negra.
LA LISTA DORADA
A fines de 2002, Antonio Peña
Argüelles conoce al entonces Gobernador Manuel Cavazos Lerma en el rancho del
primero, un lugar llamado La Reforma situado en el kilómetro 22 de la Carretera
Nacional Laredo Monterrey, un lugar al que acostumbran acudir políticos del
momento a practicar cacería.
Según Peña Argüelles, el
Gobernador de Tamaulipas llega con una distinguida compañía: el ex Gobernador
de Sinaloa y candidato perdedor a la Presidencia de México por el PRI,
Francisco Labastida Ochoa.
La caza los amista y Cavazos
pide a Ángeles que lo visite en Ciudad Victoria. Al mes, el empresario recibe
una invitación del Gobernador para que vaya, casi al momento, al hangar del
Gobernador en el aeropuerto de Ciudad Victoria. Así lo hace y se encuentra con
que en ese momento Manuel Cavazos está recibiendo al secretario de Trabajo
federal, Carlos Abascal.
Alguien pide a Ángeles que
suba al autobús en que se transporta la comitiva del Gobernador. En el mismo
vehículo viajan Eugenio Hernández Flores, en ese momento alcalde de Ciudad
Victoria y futuro sucesor en la gubernatura, y Ramón Durón Ruiz, secretario
particular de Yárrington y quien será nombrado Procurador hasta finales del
sexenio.
La relación entre Yárrington
y Ángeles se hace estrecha y así continúa hasta 2008, ya en el sexenio estatal
de Eugenio Hernández. El hombre que será testigo colaborador posee la cualidad
de ser un próspero ganadero a partir de un negocio bien llevado como
contrabandista de fayuca, empresa que ha florecido en la Frontera Chica bajo la
conducción de Juan N. Guerra, fundador del Cártel de Golfo, que antes fue el
Cártel de Matamoros, una organización nacida en la ciudad que gobernaran Manuel
Cavazos Lerma y Tomás Yárrington.
Ángeles conoce a las personas
indicadas en ambos lados de la ley, aunque esa frontera en Tamaulipas es como
una raya en el agua de un río.
La acusación ministerial
incluye los cuatro testimonios íntegros de Antonio Peña Argüelles, a quien se
le asigna el nombre clave Ángeles, que ofreció ante el Agregado Regional Adjunto
de la PGR con sede en San Antonio, Texas, entre el 23 de mayo de 2011 y el 5 de
junio de 2012, menos de un mes antes de las elecciones presidenciales de ese
último año en que el PRI recuperaría la Presidencia de la República.
También ofrece la versión de
un policía ministerial durante la administración de Yárrington, César Eduardo
García Martínez, el Pollo, quien entrega grandes cantidades de dinero a Jesús
Vega Sánchez, operador político de Yárrington desde que éste fue alcalde de
Matamoros. El dinero es recolectado por el Bimbo entre personeros del cártel.
Se convierte en testigo colaborador de la DEA bajo el nombre de Óscar. Y otra
versión de José Salvador Puga Quintanilla, con nombre clave Pitufo, empleado
del Cártel del Golfo y Los Zetas.
Los documentos
estadounidenses y mexicanos sostienen que Yárrington y varios de sus
colaboradores más cercanos, incluidos su predecesor Manuel Cavazos Lerma, su
sucesor Eugenio Hernández y uno de sus hombres de mayor confianza y aspirante a
gobernar el estado a partir de 2016, Baltazar Hinojosa Ochoa, mantienen tal
cercanía con el narcotráfico que se confunden en un mismo grupo de poder.
Los papeles conforman un
auténtico diccionario de personajes del narcotráfico y de la política
tamaulipeca, pero unos y otros con alcance más allá de México. Y los muestra
como parte de un mismo sistema de gobierno, uno real, de facto,
independientemente de que algunos habiten las listas de los criminales más
buscados y otros vayan del corte de listones de las obras públicas a las páginas
de las revistas de sociedad.
BALTAZAR HINOJOSA, candidato a Gobernador, y Manlio Fabio Beltrones, presidente nacional
del Partido Revolucionario Institucional (PRI), durante su encuentro con
simpatizantes del tricolor en Tamaulipas. Esa tarde, el PRI informó que expulsó
a tres de sus abanderados en las Alcaldías de Mainero, Villagrán e Hidalgo por
“sus vínculos con el crimen organizado”.
BALTAZAR HINOJOSA OCHOA. Candidato a Gobernador por el PRI en 2016. Según la
averiguación previa de la PGR, el alcalde de Matamoros entre 2005 y 2007 recibe
dinero del Cártel del Golfo a cambio de ceder a la organización criminal los
nombramientos en la Policía Municipal de esa frontera.
TOMÁS YÁRRINGTON RUVALCABA. Gobernador entre 1999 y 2004. Fugitivo de la justicia
de Estados Unidos.
JESÚS VEGA SÁNCHEZ. Operador de Yárrington y enlace con Juan José Muñiz Salinas. «No
importa de dónde vengan los fondos y los compromisos que se tengan que pactar,
nos urge el dinero», dice Vega a Muñiz, según el testigo colaborador César
Eduardo García Martínez, el Pollo, identificado como Óscar.
MARIO SOLEZZI GARCÍA. Como candidato a la alcaldía de Matamoros recibe 500
000 dólares que entregó el Pollo en octubre de 1998 a Jesús Vega Sánchez. A
cambio, permite que el Cártel del Golfo designe a los jefes de la Policía
Municipal; un grupo de Los Zetas se convierte en su guardia personal. Otro
aspecto de relevancia es que deja en la Presidencia Municipal a Baltazar
Hinojosa. Egidio Torre Cantú, Gobernador de 2011 a 2016, lo designa como jefe
de la Oficina Fiscal del Estado.
ÓSCAR ALMARAZ SMER. Secretario de Finanzas de Eugenio Hernández Flores, Gobernador de 2005
a 2010. Acude a reuniones con el Cártel del Golfo en representación del
Gobierno estatal para tratar asuntos relacionados con préstamos y apoyos económicos
que la delincuencia organizada da a funcionarios del estado, según declara el
testigo protegido José Salvador Puga Quintanilla, identificado como Pitufo.
HUMBERTO VALDEZ RICHAUD. Alcalde interino de Reynosa entre 1999 y 2001. En ese
municipio, una calle lleva su nombre. Recibe dinero del narco a cambio de
entregar la jefatura policiaca. En 2014 es nombrado secretario general del
Movimiento Territorial del PRI en Tamaulipas.
JUAN JOSÉ MUÑIZ SALINAS, el Bimbo. Como agente de la Policía Ministerial, sirve
de enlace entre políticos y narcotraficantes. Negocia apoyos económicos a
campañas electorales, incluida la de Tomás Yárrington, a cambio de que el
Cártel del Golfo designe comandantes policiacos. Es detenido el 17 de abril de
2008 cuando se desempeña como jefe de la Policía de Reynosa.
JOSÉ MANUEL SUÁREZ LÓPEZ. Alcalde de Nuevo Laredo entre 2002 y 2004. Recibe 500
000 dólares del Pollo, según dicho de éste en calidad de testigo protegido, a
cambio de entregar la seguridad pública de la ciudad al Cártel del Golfo.
SERAPIO CANTÚ BARRAGÁN. Presidente Municipal de Reynosa entre 2002 y 2004.
Cede al grupo delictivo la jefatura policiaca.
ALFREDO SANDOVAL MUSI. Subsecretario de Egresos de Yárrington, a quien
administra algunas de sus propiedades obtenidas ilícitamente. Toma decisiones
sobre el uso de recursos obtenidos ilegalmente
RICARDO GAMUNDI ROSAS. Operador político de Eugenio Hernández y dirigente
estatal del PRI durante su gubernatura. En 2004, participa en reuniones a las
que acuden Hernández Flores; Egidio Torre Cantú, Gobernador de 2010 a 2016; y
varios zetas, entre ellos su líder Heriberto Lazcano Lazcano. La PGR lo
investiga por lavado de dinero y vínculos con el narcotráfico.
MANUEL MONTIEL GOVEA. Jefe de prensa de Yárrington quien sirve como su
prestanombres en la adquisición de periódicos y estaciones de radio.
FRANCISCO TOMÁS CAYUELA VILLARREAL. Procurador de Justicia con Yárrington Ruvalcaba. Un
ex policía declara sobre él: «Recoge un millón de dólares por semana de las
comandancias de la Policía Ministerial […]. Cayuela Villarreal me informó que
el dinero provenía de las cuotas que se cobran a los narcos para que puedan
trabajar en Tamaulipas. Esa cantidad de dinero supuestamente va a ser utilizada
por el Gobernador Tomás Yárrington Ruvalcaba en su campaña política para la
Presidencia de la República». Rubén Hernández muere un año después, en agosto
de 2005, liquidado en el interior del Penal de Reynosa con una pistola
calibre.38.
ALFONSO SALAZAR ARZOLA. Secretario de Turismo de Yárrington. Es mencionado
como su prestanombres.
¿Cuáles fueron los
compromisos que aceptaron los políticos? ¿Qué dieron los funcionarios a cambio
de las maletas con millones de dólares? Parte de la respuesta está en la boca
de Francisco Alberto Vázquez Guzmán, Rufino, otro testigo protegido que fue
operador del cártel:
“[El] Procurador Francisco
Cayuela, obedeciendo las órdenes de Osiel Cárdenas Guillén, nombraba a los
comandantes de plaza que le sugería […]. Otra de las formas de apoyo que daban
el Procurador Francisco Cayuela y el Gobernador Tomás Yárrington Ruvalcaba a la
organización era dejar pasar la droga por todo el estado, no molestar a los
vendedores de droga, avisar de los operativos que se iban a practicar, a fin de
que Osiel Cárdenas Guillén no estuviera en ese momento, tanto Yárrington como
Francisco Cayuela, a través de los servidores públicos responsables en ese
tiempo de la seguridad pública, omitían cumplir sus funciones y permitían el
trasiego de la droga como es marihuana y cocaína, sin que nadie los molestara,
ya que eran apoyados por todas las autoridades. No cabe perder de vista que la
droga [cocaína y marihuana] era transportada desde Guatemala a Matamoros y
Valle Hermoso Tamaulipas y su destino final era Estados Unidos de
Norteamérica”.
Las reuniones se extienden y
las imposiciones de responsables de la seguridad pública también. No hay ciudad
en que no haya un sujeto designado por el narcotráfico como responsable de la
seguridad pública de quienes ahí viven. Los pactos continúan tras la detención
de Osiel, en 2003, y el fin del mandato de Yárrington, en 2005.
Los narcos son el Coss y
Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas, militares desertores de élite quienes
han de instaurar un nuevo método delictivo basado en la violencia generalizada contra
la población.
Habla José Salvador Puga
Quintanilla, ex zeta, renombrado para el asunto judicial como Pitufo:
“Una segunda reunión se llevó
a finales del mes de abril de 2004, en una quinta propiedad de Alí Rodolfo Lara
Nájera, uno de los secretarios de Tomás Yárrington, ubicada en el kilómetro
siete de la carretera Victoria a Matamoros […]. Tengo conocimiento que es
propiedad de Alí porque me lo dijo Ricardo Gamundi Rosas. En esta reunión
estuvieron presentes Eugenio Hernández Flores, Ricardo Gamundi Rosas, Rodolfo
Torre Cantú, Fernando Alejandro Cano Martínez [repasa una lista de operadores
del Cártel del Golfo y de Los Zetas], Heriberto Lazcano Lazcano alias Z-14 [y]
el de la voz.
“Nos encontrábamos ubicados
detrás de Heriberto Lazcano Lazcano, a una distancia aproximada de un metro,
cuando le dijo a Eugenio Hernández Flores que quienes harían los pagos y
movimientos que le fueran requeridos dentro de su gabinete de Gobierno una vez
que fuera Gobernador, serían Los Zetas, a través de Alberto González Xalate, el
Paisa; Rogelio Díaz Cuellar, el Rojo, así como el de la voz, debido a que
éramos los que estábamos en la plaza de Ciudad Victoria.
“En esta reunión me tocó
transportar de Valle Hermoso a Ciudad Victoria la cantidad de veinticinco
millones de dólares, en diez maletas, en una camioneta Avalanche negra y, ya en
la palapa del rancho, bajé las diez maletas y poniéndolas a la vista de Eugenio
Hernández Flores, le manifesté que contenían veinticinco millones de dólares
que le entregaba Heriberto Lazcano Lazcano.
Eugenio Hernández Flores
agradeció a Lazcano la entrega y ordenó a Ricardo Gamundi Rosas, Eduardo
Rodríguez Berlanga, la Conga, y Fernando Cano Martínez que subieran las maletas
con el dinero a una camioneta Suburban de color blanco”.
Cuando los políticos priistas
de Tamaulipas, primero, y luego de Veracruz y Coahuila, pactan con Los Zetas,
lo hacen con la misma inteligencia con que un pastor quiebra las patas de sus
ovejas y abre el corral a los lobos.
(SIN EMBARGO.MX/ Humberto Padgett,
especial para sin embargo/ 01 DE JUNIO 2016)
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