Documentos hechos públicos
por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y reproducidos por el diario
Usa Today, revelan que las armas del fallido operativo “Rápido y Furioso”
estuvieron presentes en matanzas ocurridas en en los estados de Sonora,
Chihuahua, Estado de México y la Ciudad de México, entre otros.
Una de estas armas, un fusil
7.62 mm, fue recuperado en Tlatlaya, Estado de México, donde el 30 de junio de
2014 fueron presuntamente ejecutados 22 civiles a manos de elementos del
Ejército.
El 22 de mayo de 2015 se
recuperaron otros dos fusiles 7.62 mm, luego de un tiroteo en el Rancho El Sol,
en Michoacán, donde murieron 42 presuntos integrantes de un cártel y un
elemento de la Policía Federal (PF).
Otra de estas matanzas
ocurrió en enero de este año, cuando se encontró que un rifle calibre .50, de
entre las 19 armas recuperadas en un escondite del presunto narcotraficante
Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, en los Mochis, Sinaloa, es
una de las 2 mil armas del programa “Rápido y Furioso”, programa iniciado por
la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas
en inglés).
De acuerdo con funcionarios
del Gobierno de Estados Unidos, consultados por Fox News, de las armas vendidas
mediante este programa 34 eran rifles de calibre .50 capaces de derribar hasta
un helicóptero.
Las mismas fuentes comentaron
que no están seguros de cómo llegó el rifle a la casa de Guzmán Loera o en
dónde fue comprado, pero, dijeron, ya están investigando el caso y si otras de
las armas incautadas son parte del programa.
Tras el operativo realizado
por la Secretaria de la Mariana (Semar) en la casa donde se escondía Guzmán
Loera, fueron decomisadas ocho armas.
Posteriormente, los agentes
de la ATF comprobaron los números de serie del armamento utilizado por el capo
sinaloense, sólo para darse cuenta que uno de los dos rifles de alto poder
llegó a través de esta operación.
Durante el operativo que se
realizó de 2009 a 2011, al menos 2 mil 500 armas fueron introducidas de manera
ilegal al país, dice el informe, que también señala que el armamento fue
utilizado en al menos 69 asesinatos cometidos en México en los estados de
Sonora, Chihuahua, Sinaloa, la Ciudad de México y otros nueve estados del país.
Los documentos muestran que
de las 94 armas de fuego que formaron parte del operativo y que pudieron ser
recuperadas por las autoridades, 20 fueron identificadas como “implicadas” en
hechos violentos.
La operación “Rápido y
Furioso”, fue iniciada por la ATF en el año 2009, para vender armas a presuntas
bandas de criminales y dejarlas pasar hacia la frontera mexicana con el
objetivo de poderlas rastrear y darles seguimiento, esperando identificar a los
responsables del tráfico, sin embargo, cientos de estas armas fueron robadas y
cayeron en manos de integrantes de cárteles de la droga.
De acuerdo con los documentos
obtenidos a través de una petición hecha el 17 de marzo a la ATF a través del
llamado Sistema Libre de Acceso a la Información (FOIA, por sus siglas en
inglés) por parte del sitio estadounidense Judicial Watch, estas armas
estuvieron involucradas en al menos cinco matanzas en territorio mexicano.
OTRAS MATANZAS CON ARMAS DE “RÁPIDO Y FURIOSO”
El 7 de agosto del año
pasado, un fusil de 7.62 mm se encontraba entre las cinco armas de fuego
recuperadas en Parral, Chihuahua, de un vehículo robado abandonado en el que se
encontraron tres acribillados.
El 29 de enero de 2013, un
fusil de 7.62 mm fue incautada en Hostotipaquillo, Jalisco, tras relacionársele
con el asesinato del jefe de la Policía Municipal, Luis Lucio Astorga y su
escolta.
El pasado 27 de julio, el
director de Seguridad Pública del municipio de Valle de Zaragoza, Chihuahua,
Juan Carlos Delgado Zúñiga, de 48 años, así como dos de sus agentes, Gerardo
García Gutiérrez, de 32 años y Fernando Osorio Ventura, de 37, fueron
asesinados por sujetos fuertemente armados, quienes abrieron fuego en contra de
los policías cuando realizaban patrullajes en el exterior de un gimnasio donde
se realizaba un baile.
De acuerdo con el diario Usa
Today, durante ese enfrentamiento en Valle de Zaragoza se utilizó un rifle
WASR-10 comprado seis años atrás en Estados Unidos.
El medio cita un informe del
Departamento de Justicia que fue entregado a dos legisladores republicanos,
presidentes de comités del Congreso de Estados Unidos.
El periódico estadounidense
dio a conocer en marzo pasado una carta, en la que el Procurador General
Adjunto, Peter Zadzik, informa sobre el asunto a los presidentes del Comité de
Justicia del Senado, Charles Grassley, y al de Supervisión y Reforma del
Gobierno, Jason Chaffetz.
“La ATF y el Departamento [de
Justicia] lamentamos profundamente que las armas de fuego asociadas con la
‘Operación Rápido y Furioso’ hayan sido utilizadas por los delincuentes en la
comisión de crímenes violentos, en particular los crímenes que resultan en la
muerte de civiles y agentes encargados de hacer cumplir la Ley”, dice el
documento.
“La ATF acepta toda la
responsabilidad por la ejecución fallida de ‘Rápido y furioso’, y seguirá
apoyando a la Policía mexicana en los esfuerzos para recuperar e identificar
las armas relacionadas”, agrega la misiva.
La carta del Departamento de
Justicia detalla además, según lo publicado por Usa Today, que 885 armas
compradas por los objetivos de la operación de ATF han sido recuperadas.
De ese número, 415 fueron
localizadas en Estados Unidos y 470 “parecen haber sido recuperadas en México”.
Más de 70 mil armas
recuperadas de las escenas de los crímenes cometidos en México entre 2009 y
2014 podrían provenir de los Estados Unidos, de acuerdo con un informe de la
Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO por sus siglas
en inglés) publicado en enero.
La cifra representa el 70 por
ciento de todas las armas usadas en crímenes y que fueron recuperadas y
rastreadas en México durante ese período.
El reporte refiere que las
armas de fuego que adquieren las organizaciones criminales en los Estados
Unidos se transportan principalmente por tierra hacia México utilizando las
mismas rutas y métodos empleados en el contrabando de dinero en efectivo y de
drogas.
“Las organizaciones de
tráfico de armas de fuego obtienen con frecuencia armas de fuego de los
vendedores privados sin licencia en los mercados secundarios, sobre todo en las
ferias de armas y mercados de pulgas o por medio de anuncios o publicaciones en
Internet”, dice el informe gubernamental.
(SEMANARIO ZETA/ REDACCION/ Martes, 31
mayo, 2016 11:10 AM)
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