Rigoberto Acosta González estima en unos
400 millones de pesos anuales la derrama económica que genera esta práctica. El
kilo de goma de opio es vendido a precios que varían entre 27 mil y 30 mil
pesos.
Rigoberto Acosta Gonzalez con
integrantes del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero. Foto:
Archivo/Cuartoscuro.
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Chilpancingo, Guerrero 19 de
marzo (SinEmbargo/ElSur).– El ex Secretario de Desarrollo Rural de Guerrero
(Seder), Rigoberto Acosta González, considera “sensata y viable” la propuesta
del Gobernador Héctor Astudillo Flores para legalizar el cultivo de amapola
para fines medicinales, y destacó que en la sierra guerrerense habitan al menos
18 mil familias, de las cuales el 90 por ciento tiene relación directa con la
siembra y producción de la planta.
Acosta González, quien es
dirigente del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero (Cresig) y del Consejo
de Productores de Maguey y Mezcal, remarcó que en un cálculo “conservador” la
sierra produce alrededor de 105 millones de pesos cada tres o cuatro meses, es
decir, al menos 400 millones al año.
Consultado vía telefónica, el
funcionario del Gobierno interino de Rogelio Ortega destacó que el “comentario”
del Gobernador para buscar un mecanismo de legalización del enervante con
propósitos medicinales es una opción “sensata y viable”.
Ante la infiltración del
crimen organizado en las comunidades productoras del estupefaciente, dijo que
la opinión de Astudillo debe aplaudirse, “ya que a grandes problemas, grandes
soluciones”.
Aunque añadió que finalmente
existen riesgos y reveló que “en más de 25 años no me había atrevido a
declarar: no hay que cerrar los ojos, hay una actividad económica importante y
es una cuestión riesgosa por los altísimos intereses que se van a trastocar en
el momento de tomar una decisión como esta; yo esperaría que el Gobernador
matizara, profundizara y diseñara bien su propuesta, porque no es una propuesta
de ocurrencia, entiendo que será de fondo y que requiere de un análisis serio
para tener la información y la ruta por donde pudiera encauzarse la propuesta y
llegar a los fines referidos”.
Subrayó que la dirigencia del
Cresig ha analizado el fenómeno desde la llegada de la semilla a principios de
los 70, proveniente de Sinaloa, para observar el número de generaciones que se
han dedicado al cultivo principalmente en las zonas serranas.
Lamentó que esta actividad
haya sido la única opción de los campesinos, ya que es una actividad que
afecta, lastima y daña a la sociedad, “pero las familias de la sierra lo ven
como la única opción para tener ingreso, algo así como un elemento cultural”.
Manifestó que a la hora de
hacer cálculos “verdaderamente conservadores”, en las mil 287 comunidades
situadas en la zona serrana se genera una producción de al menos 105 millones
de pesos por la venta de droga cada tres o cuatro meses, dependiendo del ciclo
de producción anual.
Abundó que el kilo de goma de
opio es vendido a precios que varían entre 27 mil y 30 mil pesos, y quienes la
adquieren “van y te la compran en el patio de tu casa o en las comunidades, es
decir, es dinero en automático”.
Añadió que dependiendo de las
condiciones climatológicas a que estén expuestos los cultivos, es como varía el
ingreso entre 300 y 400 millones de pesos por la compra de la goma de opio
recién extraída, aunque argumentó que al añadirle un proceso constructivo su
valor se ubica entre los 750 y 800 millones de pesos, “y esa es la razón de la
violencia de Guerrero y el país, y por tanto si se llegara a legalizar, creo
que el primer efecto sería la reducción de la violencia”.
Argumentó que el Gobierno
estatal debe generar un plan o una política pública de sustitución de cultivos,
para que en lugar de que los serranos siembren amapola se dediquen a la siembra
de aguacate, durazno, agave, a la ganadería o al comercio.
Subrayó que en la asociación
de mezcaleros en la que es dirigente, muchos agremiados han dejado de cultivar
el enervante para establecer viveros y plantaciones de maguey, con el fin de
producir mezcal, que resulta una buena opción de ingresos.
Los campesinos aceptan
sembrar amapola porque les supone la única fuente de ingreso de dinero en
efectivo. Foto: Archivo
Dijo que el planteamiento del
Gobernador debería abrirse a una discusión con el Gobierno federal, la Secretaría
de Salud, académicos e investigadores y organismos internacionales que
coadyuven a encontrar un mecanismo que permita erradicar el cultivo de
enervantes y dar la transparencia requerida con el fin de disminuir los índices
de violencia que prevalecen en Guerrero.
Planteó que el Congreso local
junto con organizaciones campesinas y académicos del país y el extranjero
pueden aportar ideas para vislumbrar los beneficios que resultarían de la
legalización de la amapola para usos medicinales, “yo lo que sé es que la
heroína que se produce en Guerrero y que va a mercados como el norteamericano
es utilizada en un 90 por ciento en los laboratorios y apenas un 10 por ciento
se va a consumo directo de quienes son adictos”.
–¿Entonces cree usted que
todas estas familias serranas estarían dispuestas a regularizar este producto,
tomando en cuenta que tal vez se reduciría el precio?
–Mira, no quisiera dudarlo y
por el contrario quisiera afirmarlo y te voy a decir por qué razón: como
consecuencia del cultivo de ilícitos hay también un número importantísimo de
hombres y mujeres en las cárceles, a consecuencia del movimiento de droga,
básicamente de heroína, es decir la gente está consciente de que es una
actividad de altísimo riesgo frente a la autoridad. Ellos lo que piden es que
el Gobierno dé una opción distinta para frenar la producción de la amapola.
El dirigente advirtió que la
sierra sigue en el abandono, la miseria y la falta de oportunidades sin apoyo
institucional, “si llegan programas de vivienda, productivos y de
electrificación, educación y salud, estoy seguro que mucha gente dejaría de
sembrar amapola”.
INICIATIVA PARA DESPENALIZAR USO MÉDICO DE LA AMAPOLA
Operativo contra los plantios de
amapola. Foto: Semar
El pasado 17 de mayo, la
bancada del partido Movimiento Ciudadano presentó en el Congreso de Guerrero
una iniciativa de decreto que permita la legalización de la amapola para uso
medicinal. El partido explicó que esta iniciativa para regular el cultivo de la
amapola se propone una modificación gradual al marco normativo modificando en
una primera etapa tres instrumentos normativos: la Ley General de Salud, el
Código Penal Federal y el código Federal de Procedimientos Penales.
“No se puede mantener un
enfoque punitivo cuando además no hay alternativas para los productores, los
campesinos o mueren de hambre o mueren de desesperanza”, justificó el
legislador local. Quien además señaló que el prohibicionismo extremo de
diversas drogas “se volvió en un escenario de muerte y destrucción”, dijo el
Diputado local y coordinador de la fracción parlamentaria de Movimiento
Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja.
Señaló que como tal y como
dan cuenta las cifras de organizaciones “que hoy documentan más de 100 mil
personas muertas a consecuencia de la violencia asociada a este delito”.
El legislador guerrerense
consideró que “ni todos los decomisos, detenciones de capos y desmantelamientos
de organizaciones han podido detener las muertes ni el crecimiento exponencial
de esta industria y no han reducido el crecimiento del flujo de narcóticos
prohibidos ni la crisis humanitaria que viven los desplazados internos en el
marco de la guerra contra el narcotráfico, al menos 281 mil mexicanos se
encuentran en esta circunstancia”.
Mejía Berdeja sostuvo que
“Guerrero, se ha vuelto el Estado que más ha padecido esta situación, somos la
entidad con más desplazados internos, las tasas de homicidio más altas y el
mayor número de casos de desaparición forzada”.
El legislador instó a que el
“Congreso haga uso de su facultad legítima y presente esta iniciativa
directamente a la Cámara de Diputados como cámara de origen para despenalizar
el uso de amapola con fines médicos y científicos”.
La posible legalización del
cultivo, del que se extrae heroína y también medicamentos contra el dolor como
la morfina, es para algunos expertos una opción a explorar mientras que otros
aseguran que se trata de una alternativa sin futuro si lo que se pretende es reducir
la violencia vinculada al narcotráfico.
Actualmente familias
generalmente muy pobres cultivan pequeñas parcelas de una media hectárea y
ponen a niños a extraer la goma bajo la atenta mirada del cártel de turno que
compra toda la producción al precio que quiere y mantiene el control del
territorio.
Los campesinos aceptan porque
les supone la única fuente de ingreso de dinero en efectivo, puesto que sus
otros cultivos —como maíz— generalmente son para el autoconsumo.
(SINEMBARGO.MX/ REDACCIÓN / MARZO 19, 2016- 18:55H)
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