La CFE registró en 2015
pérdidas históricas, a pesar de ello debe pagar jubilaciones a 42 mil
trabajadores que suman un gasto de 620 mil millones de pesos. Además, desde
ayer, la ahora Empresa Productiva del Estado enfrenta un nuevo escenario: la
competencia de al menos siete empresas privadas nacionales y extranjeras que
pujan por 11 proyectos para producir y vender electricidad en la República
Mexicana.
Ciudad de México, 30 de marzo
(SinEmbargo).– La Comisión Federal de Electricidad (CFE) no enfrenta un entorno
internacional hostil como su similar Petróleos Mexicanos (Pemex), afectada por
la caída mundial en los precios del crudo y en su producción, además del
aumento en el tipo de cambio.
Pero sí enfrenta, como Pemex,
pérdidas millonarias que, de acuerdo con el último reporte entregado a la Bolsa
Mexicana de Valores (BMV), en 2015 fueron de 93 mil 912 millones de pesos, el
doble de las registradas en 2014.
Además, desde ayer, la otrora
paraestatal y única empresa que estaba autorizada para producir y vender
electricidad en el país, tiene ya competencia, luego de que se realizara la
primera fase de la subasta de largo plazo del mercado eléctrico mayorista,
organizada por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), donde se
recibieron 11 ofertas económicas correspondientes a siete licitantes
De acuerdo con el director de
la hoy Empresa Productiva del Estado, Enrique Ochoa Reza, la mayor parte de estas
pérdidas, o 68 mil 564 millones de pesos, derivan del “pasivo laboral”, o pago
de las pensiones y jubilaciones a más de 42 mil trabajadores y que, en total,
suman 620 mil millones de pesos.
El rescate de una parte de
esta deuda por parte de la Secretaría de Hacienda fue establecido desde el 11
de agosto de 2014, cuando una reforma a la Ley General de Deuda Pública
autorizó al Gobierno federal asumir una proporción de esta obligación en el
pago de pensiones. La condición, establecida en un artículo transitorio, fue
“que, dentro del año siguiente a la entrada en vigor del presente decreto, la
CFE alcance un acuerdo para modificar el contrato colectivo de trabajo”.
A más de un año de que
venciera este plazo, sin embargo, el acuerdo no se ha alcanzado, por lo que un
punto de acuerdo presentado el pasado 15 de marzo en el Senado advirtió el
retraso y exigió a la CFE –al igual que a Pemex– un informe sobre estas
negociaciones con el Sindicato.
“Lo que se genera es mayor
incertidumbre”, dijo el Senador Jorge Luis Lavalle Maury, integrante de las
comisiones de Hacienda y Energía en la Cámara Alta.
“Es una deuda que tiene
muchas implicaciones (…) independientemente de que el Gobierno federal lo
absorbiera o no, este pasivo dejaría fuera de competencia a estas empresas”,
agregó en entrevista.
En el punto de acuerdo, el
legislador panista advirtió sobre la “discrecionalidad” que los reglamentos
internos vigentes en las dos empresas le permiten a los directivos durante los
procedimientos de jubilación, como la facultad de otorgar este tipo de
beneficios en “condiciones especiales”, lo cual, agrega, podría aumentar la
deuda.
“Con los ordenamientos
internos de la CFE, la entidad puede otorgar la jubilación anticipada de un
trabajador en condiciones especiales sin cubrir los requisitos establecidos en
el Contrato Colectivo de Trabajo y en el Manual de Trabajo de los Servidores
Públicos de Mando (MTSPM) cuando convenga al interés de la entidad, o bien, se
realicen ajustes de estructura”, dice el documento.
“De acuerdo con lo anterior,
el director general de la CFE tiene la facultad de excepción de otorgar
jubilaciones anticipadas a los trabajadores de confianza y sindicalizados que
no reúnan los requisitos generales que se establecen en el Contrato Colectivo y
en MTSPM, bajo el concepto de acuerdo superior”, agrega.
El riesgo de esta
discrecionalidad, menciona también la propuesta, es el “incremento en los
costos financieros y transparencia en los padrones de trabajadores en
condiciones de jubilarse”.
Ni la CFE ni el Sindicato
Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM)
respondieron solicitudes de información de este medio.
NADA QUE NEGOCIAR
Si bien el SUTERM forma parte
de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y ésta del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), el pasado 22 de febrero, la dirigencia
difundió una carta prohibiendo a sus agremiados presentarse en “reuniones de trabajo
en donde se planteen supuestas modificaciones a los métodos de trabajo y/o
estructuras organizacionales de la Comisión Federal de Electricidad”.
CARTA SUTERM
Carta del SUTERM en la que se
advierte de posibles cambios a sus contratos. Foto: Especial
De acuerdo con el analista de
la firma Solana Consultores, Arturo Carranza Güereca, si bien la negociación
puede ser difícil, la CFE no enfrenta problemas como los de Pemex, por lo que
aún existen condiciones, dijo, para evitar que la carga se haga más grande o la
solución tenga que pasar por recortes.
“Ahorita hay oportunidad de
sacar un acuerdo y que no se complique en el futuro […] El mercado eléctrico no
atraviesa por los problemas de la industria petrolera, y eso es bueno para que
la solución no pase por recortes y sí por esquemas, como hacer cuentas
individuales o ampliar la edad de jubilación, que reduzcan la carga de la CFE”,
dijo el analista.
Desde julio de 2015, al hacer
una revisión del pasivo laboral que prevé rescatar el Gobierno federal, la Auditoría
Superior de la Federación (ASF) encontró deficiencias en el manejo de esta
deuda.
“La pensión promedio mensual
se incrementó en 172.1 por ciento, ya que en 2003 un pensionado recibía, en
promedio, 12.2 miles de pesos, y para 2014, 33.2 miles de pesos. Por lo
anterior, el plan pensionario de la CFE ha mostrado a lo largo del tiempo una
sensible insuficiencia económica para cubrir las obligaciones pensionarias a
cargo de la entidad, lo que presumiblemente continuará en el mediano y largo
plazos”, reportó la ASF en su Informe sobre la revisión al pasivo laboral de la
CFE, difundido en julio de 2015 como paso previo al rescate por parte de
Hacienda.
“Adicionalmente, es
importante considerar que existe un riesgo de que en las negociaciones
contractuales que se efectúen en el futuro se incorporen más beneficios que
incrementen aún más el monto de las obligaciones pensionarias y aceleren el
crecimiento del déficit actuarial, de tal forma que resulte difícil su
financiamiento y se presenten mayores contingencias laborales, así como
problemas legales, de solvencia y de liquidez”, agrega el reporte.
De acuerdo con Lavalle Maury,
el plan de rescate prevé que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
asuma un 30 por ciento del pasivo, que en la negociaciones del contrato
colectivo se acuerden esquemas para la reestructuración de otro 30 por ciento y
que a la CFE le quede sólo otro tercio.
Esto, insistió, con el fin de
que la hoy Empresa Productiva del Estado pueda competir en el nuevo entorno en
el que la Reforma Energética abrió los procesos de generación, almacenamiento y
distribución de electricidad a compañías privadas.
(SIN EMBARGO.MX/ Sandra Rodríguez Nieto
/marzo 30, 2016- 00:05h)
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