Entre los comportamientos sin
aparente sentido que tuvo Joaquín “El Chapo” Guzmán desde que fue capturado por
los comandos de la Marina en Mazatlán, en febrero de 2014, brincaba uno que
intrigaba a las autoridades: ¿por qué, en su nueva fuga, escogió ir a Los
Mochis? La pregunta revoloteaba entre algunas autoridades, y su intriga fue
aumentada cuando en su primera declaración su jefe de seguridad, Iván Orso Gastélum,
les dijo que le había advertido a Guzmán que Los Mochis no era seguro. Esa
ciudad cercana a Sonora está bajo el control de Isidro Meza, “El Chapo” Isidro,
que trabaja para Héctor Beltrán Leyva, y es enemigo de Guzmán. Gastélum agregó
que su jefe no había tenido duda alguna de dirigirse a esa población y dejó a
un lado toda preocupación. “¿Qué iba a hacer yo?”, les dijo, “es el jefe”.
La razón de la insistencia de
“El Chapo” Guzmán para dirigirse a Los Mochis, dijeron funcionarios federales,
es que ahí había concertado un nuevo encuentro con la actriz
mexicano-estadunidense Kate del Castillo.
Las autoridades creen que
iban a hablar de negocios. Los dos que se conocen públicamente son la película
autobiográfica del criminal y su eventual participación en algunas de las
empresas de la actriz, en particular el negocio del tequila. La reunión sería
la primera después de la que sostuvo en Tamazula a principio de octubre del año
pasado, cuando llevó al actor Sean Penn para que le hiciera una entrevista. ¿En
qué punto se encontraba la relación entre la señora Del Castillo y Guzmán? ¿Qué
tanto se había involucrado financieramente el criminal en los negocios de la
actriz? Las preguntas no tendrán respuesta directa en la investigación que
tiene la PGR sobre ella, porque no va a declarar ante las autoridades
mexicanas.
De acuerdo con información en
el Gobierno mexicano, la señora Del Castillo ya estableció contacto con las
autoridades estadunidenses para hablar con ellos. Funcionarios federales, que
están observando en la materialización de un escenario que tenían previsto,
dijeron que la señora Del Castillo optó por manejar su caso con las autoridades
estadunidenses, y que colaborará –según su información–, con la Corte Federal
de Miami, en donde el Gobierno de ese país radicó la investigación financiera
de Guzmán.
Un funcionario federal reveló
que la actriz contrató a un abogado del equipo legal que salvó de un lío
criminal al exestrella del basquetbol profesional Dennis Rodman, que tras
viajar a Corea del Norte fue sujeto a una investigación para determinar si
había violado la ley al exportar artículos de lujo –un abrigo de pieles, una
bolsa, cristal europeo y un whiskey irlandés– a ese país, cuyo Gobierno es
considerado por Estados Unidos como “terrorista”. Entre las leyes de las que se
le acusaba estaban las que regula la Oficina de Control de Activos Extranjeros
del Departamento del Tesoro, que establece sanciones económicas y comerciales
contra todas aquellas personas y empresas que se relacionen con enemigos de la
seguridad nacional de Estados Unidos, que incluye a narcotraficantes, y que
puede congelar los activos de los involucrados.
La presunta violación de esta
ley por parte de la señora Del Castillo está siendo investigada en Estados
Unidos, además de quebrantar la Ley RICO, las siglas del Acta de Organizaciones
Corruptas Influenciadas por la Mafia, para aquellas personas que forman parte
de una organización criminal. Funcionarios mexicanos agregaron que otro delito
por el que se le podría juzgar en Estados Unidos es el de conspiración, que se
aplica a un individuo que se relaciona con otro a sabiendas que realiza actos
criminales. Estos delitos son castigados con cárcel y el congelamiento de todos
los bienes de su propiedad y de aquellas empresas que hicieron negocios con la
persona.
En el caso de la señora Del
Castillo, la investigación en curso abarca a nueve holdings en Estados Unidos y
una productora de televisión con sede en México, por donde presuntamente
circuló dinero proveniente del cártel del Pacífico. Hasta este momento sólo hay
indicios en México y Estados Unidos de que la señora Del Castillo hizo negocios
con un criminal, pero aún no se documentan judicialmente transferencias de
dinero de personas vinculadas al cártel del Pacífico a sus cuentas y de estas a
otras empresas en los dos países, que constituiría el delito de lavado de
dinero.
Las autoridades mexicanas no
han terminado de documentar ese presunto delito porque los bancos se han
mostrado reticentes a aportar las fichas de los depósitos de las cuentas de la
señora Del Castillo, pero según un funcionario federal, los estadunidenses han
podido avanzar con más eficiencia en el sistema financiero de su país. El
interés inicial de la información que pueda aportar la actriz –que también es
el que tienen en “El Chapo” Guzmán–, es para conocer y desmantelar la red
financiera global del cártel del Pacífico. Hasta este momento, la investigación
binacional en esa línea los ha llevado a nueve países por donde el dinero
criminal ha circulado para evitar ser rastreado.
Las investigaciones
binacionales corren paralelas a los trabajos que cada país está haciendo con
las pistas que tiene. En el caso mexicano, las pistas del dinero están
comenzando a entrar en el terreno de la narcopolítica. De esto se hablará más
adelante.
(ZÓCALO/COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL”
DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 02 DE FEBRERO 2016)
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