jueves, 21 de enero de 2016

INTOCABLES, POLÍTICOS Y EMPRESARIOS DEL “CHAPO”


Entrevista a Edgardo Buscaglia | Investigador de la Universidad de Columbia

Desde 2009 y hasta 2012, la revista Forbes colocaba a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera como uno de los hombres más ricos del mundo con una fortuna estimada en mil millones de dólares. Dejó de estar en la lista a partir de ese año porque —según informó— no sabía con certeza cómo gastaba su dinero el narcotraficante, originario de la comunidad de la Tuna, en Badiraguato, Sinaloa.

Una investigación realizada por la Oficina de Control de Bienes estadounidense OFAC, iniciada en 2007, señala que Guzmán Loera —recientemente recapturado— tiene un emporio criminal con 288 empresas radicadas en México, Colombia, Belice, Guatemala, Panamá, Honduras y otros países latinoamericanos. A través de sus socios —repartidos estratégicamente en el mundo— el Chapo se ha dedicado a lavar, diversificar y aumentar su patrimonio.

Hoteles, inmobiliarias, gasolineras, farmacéuticas, restaurantes, criaderos de caballos y avestruces, constructoras y empresas turísticas son sólo algunos de los ramos a los que el barón de la droga —que ha demostrado sus dotes como empresario— ha canalizado sus bienes, producto de la violencia y de la muerte.

El diario canadiense Global Post —que da seguimiento a las actividades del narcotráfico—, en un artículo firmado por Jan-Albert Hootsen, señala que los operadores del Cártel Sinaloa han sido detenidos desde Egipto hasta Argentina y desde Europa — donde se habían incautado algunas propiedades atribuidas a Guzmán Loera— hasta Malasia. En 2010, la BBC informó que el gobierno australiano ya en ese entonces reconocía que ese cártel era el principal distribuidor de cocaína.

Luego de la recaptura del narcotraficante, el secretario de Hacienda Luis Videgaray dijo que trabaja de la mano con el gabinete de seguridad y bajo la coordinación de la PGR sobre la incautación de los bienes de Guzmán Loera.

Siempre! entrevistó en exclusiva al investigador de la Universidad de Columbia Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana y autor de numerosos textos, cuyo último libro titulaLavado de dinero y corrupción política, el arte de la delincuencia organizada, analiza la diversificación y el manejo de los bienes del que fuera el hombre más buscado del mundo.

CLAROSCUROS DE LA EXTRADICIÓN

¿Su opinión sobre la recaptura del Chapo y la posible extradición a Estados Unidos?

La extradición tiene sus claros: por un lado, la extradición en un país con instituciones judiciales fallidas como México es una válvula de escape institucional, porque de otra manera gente como el ChapoGuzmán se escapa o sigue asesinando desde la cárcel, ese es el lado positivo de la extradición en países débiles como México.

Por otro lado, la extradición tiene sus oscuros: los norteamericanos normalmente no abren la causa penal al escrutinio de la opinión pública, comienzan a cerrar la causa penal y a limitar el acceso del periodismo bajo la excusa de seguridad nacional, como sucedió con el hijo del Mayo Zambada, y eso también impide que las líneas de investigación que puedan surgir del lado norteamericano —que es el único lugar de donde van a surgir— lleguen a los políticos mexicanos.

En un país con instituciones judiciales funcionales como Italia, con toda la mafia que tenían, por ejemplo, cuando detienes a un Salvatore, Toto, Riina —considerado el último jefe de jefes de la Cosa Nostra, detenido en 1993—, lo que surgió a partir del procesamiento penal de ese megacapo fueron muchos pequeños casos penales contra políticos y empresarios, así se arman los maxiprocesos.

Son muchas causas penales vinculadas a la detención y procesamiento de Joaquín Guzmán que derivan de la causa penal contra empresarios, sindicalistas, líderes religiosos, incluyendo los que están vinculados patrimonialmente a la red criminal de Sinaloa y cada una de esas causas penales forma un maxiproceso.

Es un pedacito del rompecabezas para desarmar la organización criminal, y eso no va a salir de una extradición a Estados Unidos, porque los norteamericanos nunca van a permitir que se procesen causas penales a través de sus fiscales contra la mitad de la clase política mexicana. Observan que si se deja hacer eso, el Departamento de Estado consideraría que se desestabilizaría el sistema político mexicano, y además hay muchos meganegocios empresariales de por medio con intereses norteamericanos, y no se quiere hacer demasiado ruido en el ámbito político.

Por lo tanto, la causa penal quedaría en el Chapo Guzmán, en sus socios operativos, que quizá también sean detenidos; incautarían los dineros más próximos al narcotraficante, familiares directos, pero no irían contra la clase política empresarial mexicana, que es justamente la base, el corazón de la delincuencia organizada en Sinaloa.

Baso mis opiniones en todas las experiencias internacionales de los últimos 50 años, cuando caen capos como el Chapo Guzmán; siempre sin excepciones, la ley de gravedad de la delincuencia organizada indica que, cuando caen megacapos como el Chapo Guzmán, caen también cientos de políticos y empresarios en todos los casos, en Asia, Europa, África, por lo tanto en una extradición no va a surgir un maxiproceso, eso surgiría si a Guzmán Loera se le procesase dentro de un sistema judicial funcional, que lamentablemente México todavía no tiene.

DINERO Y POLÍTICA, CORAZÓN DE LA DELINCUENCIA

No nos olvidemos que el corazón de la delincuencia organizada es siempre la política y la economía, nunca son las balas, ni las caricaturas que se hacen de el Chapo Guzmán, es una fábula, hay que ir directamente al fundamento básico de su protección, que es la lana que tienen en el sector legal de la economía mexicana y de otros 60 países y además el sistema político mexicano y el de otros países de la región, que lo han venido protegiendo.

Este hombre opera con su organización, a través del directorio de la red criminal de Sinaloa, en más de 59 países del mundo. Cada vez que se detiene a grandes capos de delincuencia organizada, por ejemplo en Argentina en esta semana, los tres prófugos que se detuvieron están vinculados a Sinaloa.

México lamentablemente tiene una multinacional del crimen que no la va a destapar con una extradición por más que los fiscales norteamericanos intenten armar un maxiproceso como el que acabo de describir. El Departamento de Estado norteamericano a través de criterios políticos va a impedir que causas penales lleguen a senadores, diputados, a gobernadores que están en el poder.

Es fácil procesar a exgobernadores como hacen en Estados Unidos; hasta ahora, a exgobernadores mexicanos sí los procesan, les mandan ordenes de detención, pero a gobernadores en ejercicio, no lo veo.

Tenemos que asegurarnos de seguir las mejores prácticas internacionales, cuando caían los hermanos Orejuela, en Colombia, o Toto Riina, en Italia, normalmente de esas detenciones surgieron maxiprocesos, cientos de causas penales vinculadas que permitieron desarmar las organizaciones criminales de a poco.

Es una de las preocupaciones que me provoca la extradición, que normalmente se limita a los asociados directos operativos, a los patrimonios directos, y no tocan a la clase política. Los norteamericanos no quieren tomar los riesgos que deberían permitir que sus fiscales federales comiencen a emitir órdenes de detención contra políticos mexicanos, y hasta que no comencemos a limpiar mínimamente el sistema político, esta pesadilla no se terminará.

No es una acusación contra el PRI, contra el PAN o el PRD, es el sistema político mexicano que está íntimamente ligado a la delincuencia organizada a través de los financiamientos de campañas electorales, eso sucede en todo el mundo.

Le llamo la “ley de gravedad de la delincuencia organizada”, que cuando cae un megacapo también caen los megapolíticos, los megaempresarios; eso sucedió en Perú, en Colombia, el caso Montesinos, el caso Pablo Escobar, en todos lados sucede los mismo, y acá lamentablemente hasta que no veamos un maxiproceso de esa envergadura, no vamos a darle una sacudida fuerte al fundamento de la delincuencia organizada y a la clase empresarial ilegal.

REDES CRIMINALES A AMBOS LADOS DE LA FRONTERA

Si se levanta la cobija, ¿qué se puede encontrar del lado norteamericano?

Se puede encontrar mucho del lado de los norteamericanos, en el libro que acabo de publicar hace unos meses, Lavado de dinero y corrupción política, el arte de la delincuencia organizada, publicado por Random House, menciono varios casos, el caso de Los Zetas con el contrabando de petróleo hacia Estados Unidos muy bien investigado por Ana Lilia Pérez; se menciona el caso City Bank, HSBC, con lujo de detalles, en donde claramente las redes criminales están de ambos lados de la frontera, las redes criminales empresariales operan tanto del lado americano como del lado mexicano, se necesitan dos para bailar tango.

Critico en mi libro los grandes defectos, como los guantes de seda que utilizan con los bancos norteamericanos cuando descubren que hay “errores” que permitieron el lavado de dinero, pero también veo que empresarios y políticos norteamericanos van a la cárcel, los procesan, veo más de lo que veo hoy en México.

Necesitamos que estos maxiprocesos cubran a la clase política y a la clase empresarial de ambos países, pero se tiene que comenzar en México porque si el sistema judicial mexicano sigue tan disfuncional como hasta ahora, no puedes esperar un maxiproceso que surja de la detención de elChapo.

El secretario Videgaray dice que ya trabajan en los bienes del Chapo, ¿dónde está el dinero, dónde están sus empresas?, en caso de que se diera una extradición ¿quién se queda con el dinero?

En el semanario riodoce de México, se mencionan con nombres y apellidos las empresas y empresarios que reciben subsidios del gobierno federal y están vinculadas en principio al cártel Sinaloa y siguen funcionando, no han sido auditadas. Pueden iniciar con lo más básico.

Las declaraciones del secretario Videgaray son fallidas; primero, la riqueza de Guzmán Loera está en países más ricos y con más Estado de derecho. Su riqueza no está en México, está escondida en fideicomisos en las islas Caimán, en corporaciones fantasma, y hay que ir desarticulándolas mediante una colaboración internacional que el señor Videgaray no conoce.

Segundo, el problema no es financiero es patrimonial, esa riqueza de Guzmán Loera y sus asociados en el directorio de la red criminal no está en el sistema financiero técnicamente hablando, como bancos o casas de cambio, sino que está en la economía real, en tierras, fábricas, máquinas, flotillas de transporte, empresas de construcción.

EL DINERO SE DISFRAZA EN LA ECONOMÍA LEGAL

Videgaray está equivocado, hay que empezar primero a armar unidades de investigación patrimonial, no financiera, en México, en cada uno de los estados, para que pueda operar adecuadamente la identificación de estos activos patrimoniales no financieros; y segundo, hay que cooperar con países de la Unión Europea mucho más intensamente, con Alemania, Francia, España, donde gran parte de los activos de esa organización está escondida en el sector legal de las economías, en la construcción, turismo y sector inmobiliario.

En caso de que se extradite al Chapo, ¿Estados Unidos ya sabe dónde están sus bienes?, ¿quién se queda con lo incautado, México o EU?

Si el dinero es una propiedad que Guzmán Loera adquirió en Estados Unidos a través de sus prestanombres, registrada en un estado específico, sea Oregón o Nueva York, y esa propiedad forme parte de una investigación iniciada en Estados Unidos, será incautada por ellos y esos fondos se quedarán en Estados Unidos.

Es diferente cuando México colabora, cuando las líneas de investigación surgen desde acá y se pide colaboración a Estados Unidos para identificar el rastro de dinero o de los flujos de inversión que pudieron haber pasado por Estados Unidos pero que hoy pueden estar en Islas Caimán o en Alemania.

Ahí sí se puede repatriar el dinero a través de una figura que se llama recuperación de activos; México podría hacer uso de esa figura que está en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. Hay un artículo específico que permite solicitar la recuperación de activos que pudieron haber sido incautados y decomisados en el exterior, pero que se vinculan a delitos cometidos en México, pero para eso, insisto, México tiene que organizar procesar maxiprocesos, con muchas causas contra empresarios y políticos ligados al Chapo, para después poder solicitar la recuperación de activos a través de autoridades del exterior. Si México se queda cruzado de brazos, deteniendo a capos pero no tocando sus patrimonios, esa recuperación de activos se quedará sólo en sueños.

Sí se le extradita a Estados Unidos, el Chapo podría dar información fundamental en muchos sentidos.

Es posible, pero mucha de esa información es compartida con los mexicanos y puede comenzar a alterar las relaciones diplomáticas mexicanas y norteamericanas que intentan tener en consideración otros criterios, no solamente el judicial, para poder impulsar una causa penal contra políticos y empresarios.

OJALÁ QUE SURJAN INCAUTACIONES Y DECOMISOS

Siempre es bueno que México, con un criterio de soberanía, inicie el procesamiento de una causa y la culmine con una sentencia, y que de esa causa surjan incautaciones y decomisos por iniciativa mexicana; si le das las llaves de la casa a un país vecino, éste puede o no impulsar esa causa penal más allá de los intereses de México.

Hoy las expectativas son una extradición como válvula de escape que se puede ver como un vaso medio lleno, y si México a través de la sociedad civil comienza a generar mucha presión para que a este hombre se le decomisen flotillas, casas, fábricas y todo el imperio patrimonial, y se comienzan a recuperar esos activos y a utilizarlos con un criterio social, puede ser el comienzo de un proceso benigno, donde veremos una organización criminal parcial o totalmente desmantelada.

Si de esa extradición no surgen vastos patrimonios políticos, empresarios y todo tipo de asociados, detenidos y procesados, vamos a quedar en el mismo infierno. Falta mucho por ver, hay que esperar cómo viene la reacción norteamericana, cuál va a ser la acusación penal que llevarán.


(DOSSIER POLITICO/ Tomado de: Irma Ortiz / Siempre/ 2016-01-21)

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