La nueva entidad tendrá autonomía de
gestión. Las delegaciones serán administradas por alcaldes
El Senado aprobó con 74 votos
a favor, 20 en contra y una abstención los cambios enviados por la Cámara de
Diputados a la minuta de la reforma política del DF, con lo cual la capital del
país se llamará de manera oficial Ciudad de México, será una entidad
federativa, con autonomía de gestión y contará con su propia Constitución.
La reforma fue enviada a los
congresos locales para su eventual aprobación y completar de esta forma su
proceso constitucional.
Tras cuatro horas de
discusión —en las que estuvieron presentes Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia
Martínez, artífices de la reforma—, los legisladores se allanaron a los cambios
hechos en San Lázaro para actualizar la minuta que la Cámara Alta —como cámara
de origen— avaló en abril pasado.
Se estableció que una vez que
los Congresos locales aprueben la reforma constitucional, el INE emitirá la
convocatoria para elegir a los integrantes de la Asamblea Constituyente, y se
recorrió de febrero a marzo de 2016 la elección de los diputados constituyentes
independientes.
La reforma política del DF
llevaba 15 años atorada en el Congreso de la Unión debido a las diferencias
entre las fuerzas políticas del país.
Con estos cambios, la Ciudad
de México tendrá una autonomía inédita, ya que el gobierno federal mantendrá la
responsabilidad del financiamiento a la educación y los servicios de salud,
además de que el endeudamiento público correrá a cargo del Congreso de la
Unión.
Se mantiene la figura del
jefe de gobierno del Distrito Federal, quien entre sus facultades, podrá
nombrar al procurador de Justicia y al jefe de la Policía capitalina,
designaciones que hacía el Presidente de la República.
La Asamblea Legislativa del
Distrito Federal (ALDF) se convertirá en un Congreso local, por lo que
adquirirá la facultad para aprobar o rechazar reformas constitucionales, como
el resto de los Congresos estatales.
El Congreso de la Unión
determinó que la Asamblea Constituyente redactará la Carta Magna de la capital
del país antes del 1 de enero de 2018; y que las delegaciones se transformarán
en demarcaciones territoriales que serán administradas por un alcalde, que
tendrá un cabildo como contrapeso.
La Asamblea Constituyente
será electa mediante el voto de los capitalinos el primer domingo de junio de
2016 y se instalará para comenzar con sus trabajos el 15 de septiembre del
mismo año. El órgano legislativo se conformará por 100 diputados honorarios, 60
electos por el voto directo y 40 por designación: 14 lugares corresponden al
Senado, 14 a la Cámara de Diputados; seis al Ejecutivo federal y seis para el
jefe de gobierno capitalino.
“Buscan darle mayoría al
PRI”. El presidente de la Comisión del Distrito Federal, Mario Delgado, votó en
contra de la minuta y acusó que hay un acuerdo político entre el jefe de
gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera y Los Pinos para aprobar la reforma y
darle mayoría al PRI en conformación de la Asamblea Constituyente.
“Hay un enorme riesgo de que
todo lo que imaginamos para la reforma política termine en un vulgar acuerdo
para aprobar una Constitución que no nos represente. El gobierno de la ciudad
ha decidido aliarse con Los Pinos. Se corre el riesgo de que esa Constitución
se redacte en Los Pinos”, aseveró Mario Delgado.
El senador Alejandro Encinas,
presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, dijo que se dará un
paso sustantivo para los habitantes de la Ciudad de México.
Sin embargo, emplazó al jefe
de gobierno capitalino y al presidente Enrique Peña Nieto a que el proceso de
elaboración de la Constitución de la ciudad sea abierto, plural y permita la
participación de ciudadanos y organizaciones civiles.
La senadora Mariana Gómez del
Campo (PAN) dijo que la reforma política tiene avances, pero se quedó corta
porque ni es Estado ni es autónoma.
“Está lejos de ser la reforma
que deseábamos, hubiéramos deseado que se delineara una nueva ciudad, pero
faltó voluntad para que esto sucediera y hoy estamos aprobando una reforma a
medias”, dijo la panista.
En su intervención, la
senadora Layda Sansores (PT) consideró que los derechos políticos de los
capitalinos siguen siendo de segunda y ahora le quieren quitar a Morena las
posiciones alcanzadas tras la elección pasada en el Distrito Federal.
“En la última encuesta, ni
sumando los votos del PRI y PAN igualan a Morena, y ahora resulta que una
gavilla de inmorales podrá imponer las dos terceras partes del constituyente,
se está preparando el terreno para que el PRI retome el control político de la
Ciudad de México”, advirtió. La vicecoordinadora del PRD, Dolores Padierna,
aseguró que la reforma salva una “deuda histórica” con los habitantes de la
Ciudad de México para reconocer derechos plenos y otorgar legitimidad política,
autonomía y eficacia administrativa.
Celebran Peña y Mancera. Al
término de la votación, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera,
se trasladó al Senado de la República para agradecer a los grupos
parlamentarios la aprobación de la reforma política del DF, la cual consideró
como un hecho trascendental.
“Es un día histórico para la
Ciudad de México, es un gran paso para los habitantes de esta capital. Mi
reconocimiento a las senadoras y senadores de la República, ha sido mucho
tiempo el que se ha venido trabajando por esto, había quien decía que más de
200 años en la búsqueda de la reforma política, lo cierto es que durante una
decena de años se intentó consolidar”, expresó.
Mancera Espinosa dijo que
escuchó con atención el debate y los comentarios, tanto en favor como en
contra, ya que “son importantes”, pues serán tomados en consideración para
implementar la reforma política capitalina.
En Twitter, el presidente
Enrique Peña Nieto expuso anoche su reconocimiento al Congreso por la
aprobación de la reforma política, porque representa “un paso histórico” para
la ciudad, que será la entidad 32 y contará con su propia Constitución.
(DOSSIER POLITICO/Tomado de: Alberto
Morales y Juan Arvizu / El Universal/ 2015-12-16)
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