La ola de ejecuciones de los últimos
días, es producto de una guerra declarada entre José Francisco Ojeda Torres “El
Pepillo” y Felipe Eduardo Guajardo García “El 28” por el control del
narcomenudeo en la zona sur de La Paz
La Paz, Baja California Sur.-
En pleno proceso electoral 2015, tronó la división entre células criminales de
Dámaso López Núñez “El Licenciado” y de su hijo, Dámaso López Serrano “El Mini
Licenciado”, del Cártel de Sinaloa, reportan elementos de las áreas de
inteligencia, militar y de la Policía federal.
Esto se veía venir desde el
16 de enero, luego de que los cabecillas de las Fuerzas Especiales de Los
Dámaso, José Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres “El
Pepillo” y Felipe Eduardo Guajardo García “El 28”, tuvieran de acuerdo a los
informes de policías y soldados una fuerte discusión tras la muerte de un civil
inocente identificado como Humberto Juárez Lucero de 54 años, quien fue ultimado
a balazos cuando descasaba junto con su esposa en la recámara principal de su
casa, localizada en la calle Bernardo Maldonado entre Luis Barajas y Enrique
Von Borstel de la colonia Revolución en la capital sudcaliforniana.
Los informes de inteligencia
federal y militar exponen que “El Mini Licenciado” no pudo mantener el control
sobre las células delictivas que envió a pelear la plaza del narcomenudeo,
quienes pretendían apropiarse de las zonas norte y sur de La Paz, después de
estar bajo el dominio de Ismael “El Mayo” Zambada.
La división de este grupo
delictivo -caracterizado por su alto nivel de agresividad-- quedó prácticamente
marcada el 5 de abril, tras perpetrarse el levantón, tortura y asesinato de un
narcomenudista de “El 28”, identificado como Fernando Antonio Alvarado, cuyo
cuerpo fue localizado en el camino vecinal a Los Arenales en el arroyo “El
Cajoncito” de La Paz.
Cuatro días después, el 9 de
abril, sicarios de “El 28” levantaron, torturaron, asesinaron y embolsaron a un
vendedor de “El Pepillo”. Sus restos fueron arrojados a la calle Coromuel entre
Brecha California y Rivapalacios del fraccionamiento Juárez de La Paz.
Según investigaciones de la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el narcomenudista
-identificado como Jonathan Alejandro Perea Pérez “El Chilango”- fue levantado
y tirado en la zona que controlaba Fernando Antonio Alvarado.
LOS MUERTOS
Los cuerpos de las células
delictivas de uno y otro bando comenzaron aparecer rápidamente tirados por
todos lados. Unos con huellas de tortura y otros simplemente ejecutados. Al
cierre de esta edición se habían contabilizado 15 muertos en las últimas cuatro
semanas:
* El 12 de abril aparecieron dos muertos. El primero,
aún sin identificar, dentro de una fosa clandestina en la zona de campo de tiro
de Los Gavilanes, aunque por el modus operandi los investigadores creen que el
responsable del crimen es “El Pepillo”. El segundo fue identificado como José
René Cajero, levantado en Los Cabos y asesinado en una brecha en la colonia
Calafia de La Paz. Después de catear su departamento y tras obtener algunas
evidencias y testimonios, llegaron a la conclusión de que los atacantes fueron
los sicarios al servicio de “El 28”.
* El 17 de abril nuevamente apareció un cuerpo con
huellas de tortura en un terreno de la carretera La Paz-Los Planes, quien al
cierre de esta edición permanecía en calidad de desconocido.
* El 21 de abril fue ejecutado de dos tiros de la
cabeza Daniel Adrián del Valle García, quien de acuerdo a agentes de
investigación de la PGJE, era un narcomenudista al servicio de “El 28”. El
joven de 24 años fue levantado y llevado hasta un predio, en las calles 38 entre
24 “A” y 22 de la colonia Campestre de El Mezquitito. Fue ejecutado de dos
tiros en la cabeza con una pistola 9 milímetros.
* El 22 de abril, un nuevo ataque armado sacudió la
ciudad de La Paz. Dos narcomenudistas fueron ejecutados a tiros en la calle Isla
Coronado, entre Miramar y Marea de la colonia Miramar. Las víctimas, de nombre
Edriel Cota Cabrera “El Chamuco” y José Antonio García Lucero “El Tony” o “El
Pepe”, fueron identificados como vendedores de “El Pepillo”.
* El 23 de abril, la tranquilidad del barrio Las
Palmitas del poblado de El Pescadero se vio irrumpida cuando, en medio de la
oscuridad, fue abatido a tiros el jefe de plaza de ese poblado, Martín Antonio
Flores Salazar “El Chapo”. Los atacantes del jefe criminal identificado como
gente de “El 28” realizaron más de 30 disparos con rifles de asalto AK-47 y
R-15.
* El 27 de abril se perpetró un ataque simultáneo en
dos colonias diferentes, resultando asesinados dos vendedores de droga al
servicio de “El 28”. El primero fue identificado como Marco Antonio Bianchi
Fierro “El Bianchi”, ejecutado en la calle Municipio Libre entre Allende y
Juárez, Colonia Guerrero de La Paz. El segundo, Manuel Alejandro Santana Gámez
“El Concha” o “El Fenchi”, ultimado e la calle Tuna entre Santo Tomás de Aquino
y Bordo de Contención, Colonia San Agustín.
* Al cierre de esta edición, 29 de abril, otros tres
delincuentes fueron asesinados.
El primero, un narcomenudista identificado como Noé
Daniel Alvarado Cortés “El Cholo”, ejecutado dentro de su vivienda en las
calles 1 y 6 de la colonia Jericó.
Dentro de la casa se encontraron grapas de droga, dinero en efectivo y
algunas plantas de marihuana.
Las primeras investigaciones
apuntaban a que era narcomenudista al servicio de “El Pepillo”.
El segundo y el tercero,
identificados como Manuel Salvador Cota Olachea y Jesús Pablo Peña Lara,
viajaban a bordo de una camioneta Jeep Cherokee de color azul cuando fueron
atacados en las calles de Michoacán y Josefa Ortiz, Colonia Pueblo Nuevo de La
Paz.
En base a las investigaciones
preliminares de la PGJE, los occisos fueron identificados como los responsables
de arreglar y reparar los vehículos utilizados en crímenes a favor de sicarios
al servicio de “El 28”.
LA RUPTURA
La mayoría de los análisis en
delincuencia organizada sobre el asesinato de células delictivas de uno y otro
bando, apuntan hacia una eventual ruptura dentro de las Fuerzas Especiales de
Los Dámaso.
Según un agente de
investigación de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO), la ola de crímenes de narcomenudistas de los
últimos días podría ser el punto de partida de la pugna entre “El Pepillo” y
“El 28”, quienes aparentemente están chocando para ganar el control de la plaza
del narcomenudeo de la zona sur de La Paz.
Los anteriores aliados,
quienes se habrían unido para sacar de la zona norte a las células de Ismael
“El Mayo” Zambada, hoy por hoy están enfrentados.
De acuerdo a reportes
federales y militares, los grupos dentro de la estructura del Cártel de Sinaloa
que actualmente pelean la plaza del narcomenudeo son:
* José Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco
Ojeda Torres “El Pepillo”, jefe de plaza del narcomenudeo de la zona sur.
* Luis Antonio Montoya Beltrán “El Montoya” o “El
Artista”, jefe de plaza de la zona norte de La Paz, y sucesor de Rolando
González Moreno “El Compadrón”.
* Felipe Eduardo Guajardo García “El 28”; los tres
pelean la plaza de las zonas norte y sur.
La teoría del agente de
investigación de la SEIDO es que la lucha por el control y la estela de
ejecutados y asesinados seguirá vigente hasta que logre prevalecer cualquier de
los tres cabecillas de la estructura criminal del Cártel de Sinaloa. Es decir,
que dos de los grupos involucrados en la pelea terminen por cansarse o definitivamente
vean mermados sus recursos económicos y salgan del Estado.
Y es que esta narco guerra,
iniciada desde el 31 de julio de 2014, parece no tener fin.
Hasta el momento, y según el
último recuento de ZETA, lleva un saldo de 94 muertos -al cierre de esta
edición- distribuidos de la siguiente manera.
* 53 en La Paz, Todos Santos, El Pescadero, Los
Barriles y Los Planes en 2014.
* 34 en lo que va de 2015; 15 de los cuales han sido
ejecutados desde el arranque del proceso electoral que terminará el 7 de junio,
casi a punto de que se cumpla un año de esta lucha criminal.
* Siete en las ciudades de San José del Cabo y Cabo
San Lucas en el transcurso de 2015.
A las cifras anteriores
habría que sumar las 17 personas en calidad de desaparecidas, quienes en su
momento, fueron privadas de su libertad y no han aparecido.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ BCS/
Investigaciones ZETA / 05 de Mayo del 2015 a las 13:00:00)
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