CIUDAD DE MÉXICO, 5 de mayo
(Excelsior).- Policías de Jalisco, que el fin de semana sufrió una ola de
violencia que dejó un saldo de 15 muertos, denunciaron que altos mandos de las
fuerzas de seguridad colaboran con el crimen organizado.
Un miembro de la Fuerza Única
de Jalisco, creada en 2014 para reforzar la capacidad del gobierno en el
combate a los cárteles de las drogas, explicó a una radiodifusora que cuando se
detiene a un sospechoso deben informar a los superiores, quienes ordenan
liberarlo o no, dependiendo del grupo criminal al que pertenezcan.
Si es del cártel que controla
en esos momentos Jalisco, te ordenan que se le regresen las armas y las drogas
y se quede sin efecto el reporte o la revisión. Y los elementos continúan (su
camino)”, dijo un miembro de esta corporación a la emisora.
Otro policía advirtió de la
connivencia de los grupos del narcotráfico con altos mandos de la Fuerza Única:
“Cuando agarras a un integrante del cártel y llamas por teléfono a los jefes,
ellos te dicen ‘aguántate’, y luego dicen ‘sabes qué, déjalo ir, es de la
gente’ (…) Por lógica ahí hay gato encerrado”.
“El proyecto (de la Fuerza
Única) es bueno (…), pero los mandos no sirven para nada”, concluyó.
El viernes pasado se vivió en
el estado de Jalisco un recrudecimiento de la violencia por parte del Cártel
Jalisco Nueva Generación, que llevó a cabo 39 bloqueos de avenidas en 25
municipios, que causaron 15 muertos.
Según el gobernador del
estado, Aristóteles Sandoval, los sucesos ‒en los que el crimen organizado
derribó un helicóptero militar y obligó a activar en la zona el “código rojo”
de seguridad‒ fueron consecuencia de la operación para detener a un capo en la
zona.
El repunte de la violencia en
Jalisco comenzó el 19 de marzo pasado, cuando gendarmes federales se
enfrentaron con un grupo del Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que dejó un
saldo de once muertos, entre ellos cinco agentes, tres delincuentes y tres
civiles ajenos a los hechos.
En respuesta a las
declaraciones policiales, el fiscal estatal, Luis Carlos Nájera, aseguró que
dichos elementos de las fuerzas estarían incurriendo en un delito, al informar
a los medios en lugar de a las autoridades.
Aunado a ello, agregó que
todas las conversaciones por la radio de la Policía quedan registradas y que si
se comunican por vía telefónica “están cometiendo una irregularidad muy grave”.
El fiscal añadió que los
elementos del estado son sometidos al polígrafo y a exámenes de confianza, y
que si no superan los mismos son “retirados de la institución”.
A pesar de ello, reconoció
que hay fuerzas policiales que son amenazadas por el crimen organizado y que,
en este contexto, “(los agentes) no saben a dónde acudir”.
“Tenemos que dar garantías a
los policías, más armamento y más cartuchos”, aseveró.
Uno de los policías
entrevistados también reveló la existencia de un equipo especial dentro de las
fuerzas metropolitanas, conocido como grupo Chipote, que se encarga de colocar
evidencias, por ejemplo, en domicilios, a fin de “justificar detenciones”
aunque no haya pruebas.
“Y todo lo que encuentran se
lo quedan ellos (los policías). Es pillaje. Como dicen por acá, es botín de
guerra”, explicó el agente.
(RIODOCE/ REDACCION/ 5 mayo, 2015)
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