Células de jóvenes entrenados tenían la orden de
repeler a fuerzas de seguridad sin atacar a población
En un despliegue logístico que sólo requirió de 90 minutos, células del crimen organizado, de manera secuencial y bien organizada, cerraron arterias de comunicación esenciales para el comercio y vacacionistas en Jalisco, Colima, Guanajuato, Nayarit y Michoacán.
El objetivo de esta operación
fue generar caos en toda la región, detener la movilidad de las fuerzas
federales y estatales para crear temor en la población, tanto en los habitantes
como en los vacacionistas que se dirigían a las playas de Jalisco, Nayarit y
Colima.
DESDE LAS NUEVE DE LA MAÑANA
A las nueve de la mañana se
reportaron los primeros bloqueos en la zona sur de Jalisco y en los siguientes
minutos, de forma bien organizada y articulada, se extendieron a la zona de
metropolitana de Guadalajara; en menos de una hora ya se reportaban bloqueos en
carreteras Nayarit, Colima, Guanajuato y Michoacán.
Se trató de una operación sin
precedentes en el país y que se llevó a cabo, de acuerdo a funcionarios
consultados, por parte de personas armadas, la mayoría hombres jóvenes que
portaban algunos de ellos chalecos antibalas y otros playeras tipo Polo, rifles
de asalto y transitaban en automóviles y camionetas en células de dos y cuatro
personas.
De manera sorpresiva detenían
los vehículos y bajaban a las personas que transitaban en camiones foráneos y
de rutas locales, traileres, camionetas y automóviles chicos, que utilizaron
para cerrar las avenidas y carreteras, en varios casos les prendieron
fuego, vaciándoles directamente la
gasolina que portaban ya en garrafones y en otros con bombas tipo molotov.
En otros casos, al despojar a
los particulares o choferes de los vehículos se los llevaron y los incendiaron
en las cercanías de centros comerciales, lo que provocó que en algunos casos el
fuego dañara esos inmuebles. El mismo método utilizaron para iniciar el fuego
en gasolineras.
La operación de estas
células, que se movilizaron por distintos puntos, fue identificadas por las
autoridades que lograron impedir tres bloqueos más. También, a través de la
intercepción de radios de intercomunicación, a través de los cuales recibían
las órdenes de qué hacer, por donde movilizarse y qué puntos atacar, además del
seguimiento en el sistema de cámaras viales de la zona metropolitana de
Guadalajara.
Una de las órdenes que
recibieron estos jóvenes fue de que no dañaran a la población y si se
encontraban con elementos de las fuerzas federales o estatales debían
dispararles a matar y huir.
MEXICO VIOLENCE
Al encenderse la alerta
máxima, todas las corporaciones de seguridad, federales y estatales
implementaron un protocolo de seguridad que establece la instalación de una
mesa de manejo de crisis en donde están
el gobernador, en este caso de Jalisco, los jefes de las zonas
militares, de la Policía Federal y la estatal, así como una conexión segura con
los mandos de sector y el centro de operaciones que dispone de pantallas con
imágenes en tiempo real de Guadalajara y su área metropolitana, además de
comunicación con la Secretaría de Gobernación.
Se ordenó la suspensión del
transporte público, el desbloqueo de todas las avenidas, el incremento en
puntos estratégicos como oficinas de gobierno, particularmente las que proveen
de luz, agua y drenaje; así como áreas sensibles y de alto riesgo como gaseras
y gasolineras en donde se ordenó el corte del servicio para impedir que pudieran
ser detonadas.
Y después de tener un conteo
de daños y la situación bajo un mayor control, el gobernador, Aristóteles
Sandoval, salió a medios de comunicación para pedir calma a la población,
explicar lo que ocurría y así frenar uno de los objetivos de los criminales:
extender el temor entre los ciudadanos, para lo que también habrían sido
utilizadas las redes sociales difundiendo información falsa sobre los ataques.
Aunque la situación de
emergencia se extendió al resto de los estados afectados, en ellos se
implementó un cinturón de seguridad para prevenir ataques directos, lograr la
contención y captura de células armadas del crimen organizado y proteger a la
población en tránsito.
Después de seis horas la
emergencia en todos los estados no había sido eliminada porque se consideraba aún una condición de
peligro.
(EJECENTRAL/REDACCION/ 02 DE
MAYO 2015)
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