Con fianzas
de 6 mil a 25 mil pesos, los Juzgados Primero, Segundo y Tercero de Distrito en
el Estado, liberaron a cinco de los 18 pistoleros detenidos con armamento,
después de haber sido capturados por la PGJE, SEDENA y SEMAR, y consignados por
la PGR
La mayoría de los
autores materiales de la ola de violencia que se vive en La Paz, Baja
California Sur, detenidos en flagrancia de armamento, recuperaron su libertad y
volvieron a ser hombres libres, luego de su aprehensión por la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE) y la Secretaría de la Defensa Nacional
(SEDENA), y posterior consignación a la Procuraduría General de la República
(PGR), por el delito de posesión de armas y cartuchos de uso exclusivo del
Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Los sicarios y
responsables de levantones, torturas, ejecuciones y balaceras al servicio de
Cruz Alfonso Lozoya Uriarte “El Grande,” detenidos en tres operativos
realizados el 26 de agosto, el 22 de octubre y 6 de noviembre de 2014 tanto en
La Paz como en el poblado de Todos Santos -según los expedientes 59/2014 y
79/2014 de los Juzgados Tercero y Segundo de Distrito en el Estado-, salieron en libertad después de haber pagado
fianzas desde 6 mil hasta 25 mil pesos, cuyo delito no está tipificado como
grave en el Código Penal Federal y el Código Federal de Procedimientos Penales.
El 26 de agosto
fueron capturados Teodoro Oroña Quiñónez “El Teo”, José Eusebio Oroña Quiñónez
“El Eusebio”, Rubén Adrián Dávila Quiñónez “El Chueco” y Fausto Rodolfo Zavala
Quiñónez “El Gato Meado”, en posesión de tres pistolas 9 milímetros Pietro
Beretta, cuando cargaban combustible en una gasolinera del Bulevar
Constituyentes, entre Mar Caribe y Océano Pacífico, Colonia La Esperanza.
Según un parte
informativo de la Policía Ministerial del Estado, los pistoleros habían sido
reportados dando vuelvas por la vivienda del ex subdirector de la Policía
Ministerial, Martín Álvarez Savín, y del gobernador Marcos Covarrubias
Villaseñor, cuando el grupo de reacción denominado “Jaguares” fue hasta el
sitio y capturó a los sospechosos que viajaban a bordo de un automóvil Nissan
Tsuru de color negro, polarizado, sin placas de circulación. Fueron revisados y
en el interior del automóvil se encontraron tres armas de fuego, por lo que
fueron consignados a la PGR, quedando a disposición federal bajo el número de
averiguación previa AP/PGR/BCS/LP-11/138/2014, por el delito de posesión de
armas y cartuchos para uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
En otro operativo,
llevado a cabo el 22 de octubre, se capturó a Aarón Eleuterio Gutiérrez Sosa,
Daniel Ovalles Vázquez, Jesús Alberto Quiroz Villarreal, Norberto Sánchez
Meléndez y nuevamente a Fausto Rodolfo Zavala Robles “El Gato Meado” en
posesión de una escopeta, dos pistolas 9 milímetros, una granada de
fragmentación, un aparato de radiocomunicación con frecuencia de los cuerpos de
seguridad, y dos rifles AK-47. Su aprehensión se dio en el poblado de Todos
Santos, por efectivos de la Secretaría de Marina (SEMAR), y quedaron sujetos a
investigación en la averiguación previa AP/PGR/BCS/COE1/049/2014.
Para el 6 de
noviembre fueron capturados -otra vez- Teodoro Oroña Quiñónez “El Teo”, José
Eusebio Oroña Quiñónez “El Eusebio” y Édgar Ojeda Quiñónez “El Negro”, en
posesión de dos pistolas 9 milímetros. Efectivos del Ejército Mexicano llevaron
a cabo la detención, cuando los sujetos circulaban a bordo de un auto Ford
Fusion 2010 de color azul marino, vidrios polarizados, sin placas de
circulación. Los tres quedaron a disposición de la autoridad federal y sujetos
a la averiguación previa AP/PGR/BCS/LP-1/177/2014.
LAS LIBERACIONES
Como era de
esperarse, lo primero que llamó la atención de los captores fueron los rostros
familiares de los detenidos entre uno y otro operativo.
Y es que, de acuerdo
a uno de los elementos que participaron en las capturas, ya tenían el
antecedente de que los detenidos habían sido capturados anteriormente, y cuando
les corrieron la serie, como suele decirse en el argot policiaco, y corroborar
la información, los datos arrojados por el sistema es que tenían escaso mes de
haber sido arrestados y sospechosamente se les liberó.
ZETA recabó
información en los Juzgados Federales y detectó que los pistoleros habían sido
consignados por la Agencia del Ministerio Público de la Federación de la PGR,
por los delitos de posesión de armas y cartuchos exclusivos del Ejército,
Armada y Fuerza Aérea.
Sin embargo, y de
acuerdo a los expedientes en manos de este Semanario, el Juzgado Primero,
Segundo y Tercero de Distrito, bajo el argumento de que la portación de arma de
fuego, particularmente pistola, no está tipificada como delito grave en el
Código Penal Federal y Código Federal de Procedimientos Penales, liberaron a los
detenidos, tras haber pagado rigurosamente una fianza. A grosso modo así
quedaron las liberaciones:
* A excepción de
Fausto Rodolfo Zavala Quiñónez “El Gato Meado”, el cual fue detenido y
consignado al Juzgado Primero de Distrito, Teodoro Oroña Quiñónez “El Teo”,
José Eusebio Oroña Quiñónez “El Eusebio” y Rubén Adrián Dávila Quiñónez “El
Chueco”. Según el expediente 59/2014 del Juzgado Tercero de Distrito,
recibieron el auto de formal prisión, pero salieron libres tras depositar
fianza de 25 mil pesos por cada uno de los detenidos.
* A excepción de
Aarón Eleuterio Gutiérrez Sosa, Daniel Ovalles Vázquez y Jesús Alberto Quiroz
Villarreal, recluidos en el Centro de Readaptación Social de La Paz, los
sicarios Norberto Sánchez Meléndez y Fausto Rodolfo Zavala Robles “El Gato
Meado”. De acuerdo al expediente 68/2014 del Juzgado Primero de Distrito,
salieron tras pagar una fianza de 6 mil y 12 mil pesos en el Juzgado Primero de
Distrito.
* Teodoro Oroña
Quiñónez “El Teo”, José Eusebio Oroña Quiñónez “El Eusebio” y Édgar Ojeda
Quiñónez “El Negro”, quienes según el expediente 079/2014, recuperaron por
segunda vez consecutiva su libertad tras pagar una fianza de 12 mil pesos por
obligaciones procesales, y de 3 mil 264 pesos con 50 centavos por posesión de
cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
LA VIOLENCIA
Aunque esta semana
que termina parece haber cedido la violencia, según la opinión de un integrante
del Grupo Coordinación de Seguridad Pública de Baja California Sur, “las
liberaciones de los sicarios por parte de los Juzgados Federales en el Estado
de Baja California Sur, poco o nada aportan para revertir los hechos delictivos
y sacar de circulación a todos aquellos delincuentes potenciales que han sido
detenidos en flagrancia y participan activamente en la narcoguerra por el
control del territorio”.
Fracturado a partir
de la captura del ex capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, el Cártel de Sinaloa se
dividió en La Paz: el grupo de la Zona Sur, encabezado -según el último mapa
delictivo elaborado por autoridades federales y militares- por José Fernando
Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres “El Pepillo”, Alejandro
Sánchez Trejo “El Frane” y Vidal Martínez Barraza “El Vidal” o “El Víctor”,
quienes tienen como brazo armado a Cruz Alfonso Lozoya Uriarte “El Grande”; y
el grupo de la Zona Norte, liderado por “El René”, “El Compadrón” y “El
Ramoncito”, cuyo brazo armado es Luis Antonio Montoya Beltrán “El Artista” o
“Don Carlos”.
Esta semana se
reportaron dos homicidios en el poblado de El Pescadero, con lo cual llegó a 40
el número de muertos y, según las primeras investigaciones, los crímenes están
interrelacionados entre uno y otro evento.
La noche del 9 de
noviembre, el narcomenudista Germán Paúl Rodríguez, de 24 años, fue asesinado a
tiros cuando se encontraba en su domicilio. De acuerdo a investigaciones de la
PGJE, los agresores fueron identificados por algunos testigos, quienes
expusieron que tres sujetos y viajaban a bordo de una camioneta pick-up
Chevrolet Silverado King Cab de color blanco
con franjas negras, placas de circulación CE-90-648.
En la escena del
crimen, la PGJE encontró 30 cartuchos percutidos calibre 7.62 x 39 milímetros.
En base al dictamen
pericial, la víctima recibió tres tiros en la cabeza, y cinco en el tórax y
abdomen.
Los investigadores
dieron rápidamente con el paradero de los agresores, solo que al día siguiente,
cuando era buscado por elementos de la PGJE, uno de ellos apareció asesinado en
el camino vecinal a Tescalama, a 10 kilómetros del libramiento carretero de La
Paz a Cabo San Lucas, en el poblado de El Pescadero. Identificado como Uriel
Trejo Medrano “El Brujo”, fue ultimado por sus otros dos cómplices por dos
posibles razones: desacuerdos entre ellos y el temor a ser delatados.
Según los
investigadores del caso, la camioneta ya estaba plenamente identificada y
andaban tras de él. De ahí, el segundo crimen, donde incluso fue incendiada la
camioneta utilizada en la ejecución de Germán Paúl Rodríguez, en cuyo interior
se encontró calcinada un arma de asalto AK-47, con la cual se perpetró el
crimen. En la escena se recolectaron dos cartuchos percutidos 9 milímetros, dos
cartuchos 9 milímetros y un galón de gasolina rojo con negro.
(SEMANARIO
ZETA/ INVESTIGACIONES ZETA/ 18 DE NOVIEMBRE DEL 2014 A LAS 12:00:01)
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