La
dependencia encabezada por Rodolfo Ríos da un paso atrás en el manejo de la
información sobre sus elementos en CU. Trasciende que el policía detenido como
el responsable de disparar dio negativo en la prueba de radizonato de sodio
"¿Cómo exigir a
nuestros policías que hagan bien su trabajo, si en el cumplimiento de su deber
arriesgan no sólo su vida, sino también su libertad?"
Alejandro Martí
Presidente de México SOS, a través de Twitter
El secretario de
Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong calificó de imprudente la acción de los
agentes de la Procuraduría del DF
La Procuraduría
General de Justicia capitalina dejó en manos del Gobierno del DF el “control de
daños” del incidente en Ciudad Universitaria, en el que agentes policiacos o
ministeriales dispararon en el campus, violando la autonomía universitaria.
El hecho, que
ocurrió cuando el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa aún no
reaparecía públicamente después de la operación a corazón abierto, ocasionó un
conflicto al interior del gabinete.
Y también una
llamada de atención del Gobierno Federal, en voz del secretario de Gobernación
Miguel Ángel Osorio Chong, quien calificó de imprudente la acción de los
agentes de la Procuraduría. Las secuelas aún no terminan.
El procurador de
Justicia capitalino, Rodolfo Ríos, fue relegado.
Quien salió a dar
explicaciones de lo ocurrido en la UNAM fue el secretario de Gobierno, Héctor
Serrano Cortés, quien durante la ausencia de Mancera se supo posicionar como el
segundo hombre más poderoso del DF.
El procurador
Rodolfo Ríos se limitó a aparecer en aquella conferencia de prensa en la que
Serrano Cortés ofreció disculpas a las autoridades y comunidad de la UNAM, pero
se mantuvo en absoluto silencio.
PROCURADURÍA DELEGA FUNCIONES
Esta casa editorial
solicitó información relacionada con el incidente de Ciudad Universitaria de
manera oficial al área de Comunicación Social de la Procuraduría de Justicia
local.
Se le pidió precisar
el convenio de colaboración entre la UNAM y la PGJDF, mediante el cual se puso
en marcha la Agencia del Ministerio Público Especializada en Atención a la
Comunidad Universitaria (AMPEACU) en territorio de CU.
Asimismo la
estadística oficial de las averiguaciones previas que inicia el personal de
esta agencia en atención a la comunidad universitaria de la UNAM.
La respuesta fue
simple: toda la información relacionada con el caso estaba controlada por el
Gobierno del DF, pese a que la información de la agencias del Ministerio
Público es exclusividad de la institución que encabeza el procurador Ríos.
Y es que aunque las
barricadas que impedían desde el sábado el acceso a Ciudad Universitaria ya
fueron retiradas, el ambiente en este sector de estudiantes que ocupan el
auditorio Che Guevara sigue siendo hostil.
El problema de los
disparos efectuados en Ciudad Universitaria también generó inconformidad entre
los policías de Investigación de la PGJDF, quienes reclaman que el personal del
MP y sus compañeros agentes están autorizados para atender y combatir los delitos
dentro de la UNAM.
La queja de algunos
de estos policías de Investigación, antes policías judiciales, hicieron eco
entre algunos activistas, quienes lanzaron un reclamo público al GDF por
sancionar a sus policías por atender una denuncia ciudadana.
Tal es el caso de
Alejandro Martí, presidente la organización México SOS, quien escribió en su
twitter:
“¿Cómo exigir a
nuestros policías que hagan bien su trabajo, si en el cumplimiento de su deber
arriesgan no sólo su vida, sino también su libertad?
Compañeros del
policía en CU, alegan que más de 20 personas lo increparon, persiguieron y le
lanzaron piedras, causándole lesiones de cráneo y nariz”, reclamó el empresario
y activista.
EL OFICIAL SECRETARIO AUSENTE
La inconformidad
policiaca creció al trascender que el policía detenido por realizar disparos en
CU, Luis Javier Aguiñaga Saavedra, dio negativo en la prueba de radizonato de
sodio. Es decir, él no fue quien disparó.
Las miradas se
centran en el oficial secretario del Ministerio Público, Rodolfo Lizárraga
Rivera, quien participó ese día en el grupo de agentes y Ministerio Público que
investigaba el robo de un celular dentro del perímetro de la UNAM.
Durante el
enfrentamiento entre policías y estudiantes el pasado sábado 15 de noviembre,
Lizárraga Rivera fue despojado de la credencial que lo acredita como personal
de la Procuraduría de Justicia del DF.
Su tarjetón presenta
el folio 220832 de la PGJDF y es personal adscrito a la Agencia del Ministerio
Público que se ubica en las entrañas de CU, en la calle de Delfín Madrigal
frente a la Facultad de Veterinaria.
Personal de la
Procuraduría de Justicia busca a Lizárraga Rivera, quien desde el pasado
domingo no aparece ni responde a llamados ni citatorios para que declare en
torno a los hechos.
Los estudiantes y
seguidores concentrados en el Auditorio Justo Sierra, conocido como Okupa Che
Guevara, circularon de manera masiva en redes sociales la fotografía del
tarjetón de Rodolfo Lizárraga Rivera, como uno de los policías responsables de
los disparos de aquel día en el que resultaron heridos un egresado de la
Facultad de Literatura y Letras y una perra que apodan “Mika”.
Reporte Indigo
publicó que en octubre de 2011, el rector de la UNAM, José Narro Robles, y el
entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, así como Miguel Ángel Mancera en su
calidad de Procurador capitalino, abrieron una agencia del MP en el corazón de
CU para atender a los estudiantes, maestros y personal de la máxima casa de
estudios.
La Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) especifica aún en su página
que la agencia fue construida con la finalidad de fomentar la cultura de la
denuncia entre la comunidad universitaria y su población flotante.
Claramente se
especifica que “Su ámbito de acción son los eventos delictivos que ocurren
dentro del perímetro de Ciudad Universitaria”.
Pero en estos días
difíciles por los que atraviesa no sólo el país, sino también la Ciudad de
México que ha sido el blanco de manifestaciones, quemas y actos vandálicos,
algunos en supuesto apoyo a los 43 estudiantes de la normal rural de
Ayotzinapa, lo menos que busca el GDF y el Gobierno Federal es encender la
llama de los estudiantes de la UNAM.
Por eso la
estrategia de salir a ofrecer disculpas a la UNAM, tragarse el calificativo de
“imprudentes” que les lanzó el secretario de Gobernación, Osorio Chong, y
sacrificar a sus policías.
(REPORTE
INDIGO/ ICELA LAGUNAS - Jueves 20 de noviembre de 2014)
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