Cuatro mujeres, dos
menores, una fosa clandestina y casquillos calibre .22. Versiones de la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) indican que los homicidas
que organizaron y perpetraron este crimen, familiares de las víctimas, temían
que se les despojara de la vivienda que habitaban, pero que no les pertenecía.
María Luisa Zambada
Gallardo, abogada, ex procuradora de Defensa del Menor y la Familia del DIF
durante el gobierno de Juan Millán Lizárraga, era recia con todo y también con
ellos. Había decidido, de acuerdo con versiones de allegados a la familia,
acoger a los dos jóvenes, quienes desde hace varios años habían quedado
huérfanos de padre y madre.
Ambos, entre ellos
Marco César Zambada, uno de los sobrinos, vivían en la casa que era de la
abuela, en la comunidad de Aguaruto. La abuela, madre de María Luisa, murió a
mediados de año y eso, al parecer, aceleró el sentimiento de orfandad de los
adolescentes y el miedo de ser desalojados del inmueble.
“Ellos fueron
alojados por la licenciada (María Luisa Zambada), los mantuvo, los apoyó y les
consiguió trabajo. Uno de ellos, el que se dedicaba a la venta de verdura, fue
porque ella le ayudó para que tuviera ese negocio. En suma ella era muy recia,
muy demandante, porque también los apoyaba”, manifestó.
El saldo: cuatro
mujeres asesinadas a balazos, una de ellas además golpeada. Entre las víctimas
hay dos menores, de 12 y 16 años, sobrinas de Zambada, y su hija Ema Fabiola,
de entre 20 y 21 años. El botín: entre 12 y 13 mil dólares y joyas, aunque a la
ex funcionaria le habían exigido 20 mil dólares, a cambio de dejarla en
libertad.
Por este
multihomicidio, la PGJE inició la averiguación previa 284/2014 y acusará
formalmente a los detenidos, que suman cinco —un sobrino y un empleado de
confianza de Zambada, entre ellos— de feminicidio, informó este jueves, en
conferencia de prensa, Martín Robles Armenta, subprocurador General de Justicia
del Estado.
“Por la indefensión
de las víctimas, la incomunicación de que fueron objeto, el hecho de que eran
superadas en número por los victimarios y que éstos estaban armados, que fueron
sometidas, nos da elementos para afirmar que se trató de un feminicidio”,
explicó.
LOS HECHOS
A las 21.50 horas
del 17 de noviembre, un familiar de María Luisa Zambada acude a la agencia del
Ministerio Público especializada en desapariciones forzadas a presentar una
denuncia, ya que no encontraban a la ex titular de la Procuraduría de Defensa
del Menor. La PGJE ordena a investigadores de homicidios realizar las
pesquisas.
Las cuatro mujeres
habían estado con otros parientes y amigos en un festejo, en la finca propiedad
de Zambada Gallardo, en Aguaruto, el 16 de noviembre. Entre las 20 y las 21
horas, Ema Fabiola se va con su hija de poco menos de dos años de edad a su casa
y lleva con ella a dos de sus sobrinas, a quienes les encarga cuidar a la menor
para atender un compromiso social. Se trasladan a la casa de Ema en una
camioneta Cherokee.
María Luisa, que se
había quedado en el lugar, optó por empezar a limpiar el patio y luego llevar
en su vehículo, un Jetta Passat, a sus dos sobrinos, a otra vivienda ubicada en
Aguaruto. En el camino, de acuerdo con lo relatado por Robles Armenta y las
declaraciones de los detenidos, sorprenden a la tía, la someten y golpean, y
luego la pasan al asiento trasero.
Le exigen 20 mil
dólares. Llegan a la vivienda en la que ellos residían, la atan de pies y manos
y la amordazan. Posteriormente, en el vehículo de ella acuden a la casa de Ema,
donde solo están las sobrinas y la hija, y las someten fácilmente. Los
homicidas llevan a las menores a una vivienda de la colonia Lombardo Toledano y
piden ayuda a otras personas para que las custodien.
Luego regresan a la
vivienda de Ema Fabiola, la golpean y someten y le roban entre 12 y 13 mil
pesos, además de joyas. La suben en un automóvil y regresan por las menores a
la Lombardo Toledano, a quienes trasladan a Aguaruto, al inmueble donde
permanece atada María Luisa.
Los victimarios
deciden dejar a la bebé en un centro comercial y acuden a la Bodega Aurrerá,
ubicada en el sector Barrancos, en esta ciudad capital. Ahí la abandonan y
después de un reporte, agentes de la Policía Municipal acuden a resguardarla.
A las 7 horas de ese
17 de noviembre, los seis implicados deciden rentar una retroexcavadora y
contratar a un operador. El argumento fue que la tía, María Luisa, les había
ordenado cavar para sembrar una palmera. Para entonces, estaba decidida la
suerte de las cuatro mujeres: todas ellas tienen lesiones de bala calibre .22 y
María Luisa Zambada recibió además un fuerte golpe en la zona torácica, con un
objeto.
“Traumatismo
torácico producido por objeto contuso”, reza el informe rendido por peritos de
la PGJE.
Ahí, en los patios
de la finca donde la familia los alojó, fueron enterradas las víctimas.
MARIA LUISA ZAMBADA.
FEMINICIDIO
La procuraduría de
justicia tiene pruebas suficientes para presumir que se trató de un
feminicidio, dijo Robles Armenta. Y así consignarán ante el juez esta
averiguación previa.
Los detenidos fueron
identificados como Fausto López Salazar, Jesús Daniel Villavicencio, Jesús
Guadalupe Niebla Romero —quien fungía como velador de la finca—, José Luis
Morales y Marco César Zambada, sobrino de la hoy occisa. Dos personas, entre
ellas un familiar cuya identidad no ha sido revelada, permanecen prófugos.
En Sinaloa, en lo
que va del año, han sido asesinadas cerca de 75 mujeres y en todo el año
pasado, la cifra fue de alrededor de 65, de acuerdo con datos de organismos
ciudadanos y de las mismas corporaciones policiacas. A la condición de mujer y
de uso de fuerza, se agrega la saña con que estas mujeres fueron ultimadas.
“Ellos hacen
manifestaciones relacionadas con inconformidades que tenían para con la familia
de la abogada. Ellos lo manifestaron en la declaración, pero no está
corroborado… señalaron que habitaban una casa que era propiedad de la abuela y
temían, nos atrevemos a afirmar, porque la abogada solo se desempeñaba con
delitos de violencia familiar, la mujer, y pensaron que ella podía tener interés
en quedarse con el inmueble”.
(RIODOCE/
IMPRESO/Javier Valdez/ noviembre 23, 2014)
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