Sempra Energy es una empresa de Estados Unidos dedicada en especial a la explotación de gas shale.
Cuenta con intereses prácticamente en todo el mundo y destaca de ella
la formación de sus ejecutivos, algunos de los cuales han tenido
presencia en lugares que fueron escenario de cruentas guerras en los
últimos años: Chechenia y Afganistán. Ahora esa compañía ya puso pie en
México y lo hizo violando leyes, utilizando influencias políticas de
alto nivel y presionando sin piedad a quienes quisieron interponerse en
su camino.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La embajada de Estados
Unidos en México fue el escenario para presionar y obligar al alcalde de
Ensenada, el priista Enrique Pelayo Torres, a fin de que retirara los
sellos de clausura puestos el 11 de febrero de 2011 al complejo gasero
de Sempra Energy en ese municipio bajacaliforniano. La trasnacional
había incumplido la autorización de uso de suelo y violó el Plan de
Desarrollo Urbano de la región.
La presión contra el alcalde comenzó por parte de Beatriz Paredes,
entonces dirigente del PRI. No tuvo éxito. Luego el presidente de la
Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Luis Téllez, fue intermediario para que
Humberto Moreira, reemplazo de Paredes, convenciera a Pelayo de
reunirse con Darcel Hulse y Carlos Ruiz Sacristán, los más altos
ejecutivos de Sempra en México.
Socio privilegiado de Pemex aun antes de la reforma energética,
Sempra se plantea incrementar sus inversiones en México y por lo pronto
está involucrado en uno de los mayores proyectos de infraestructura del
sexenio: el gasoducto Los Ramones. No es todo: la presidenta de Sempra
Global, Debra Reed, abogó abiertamente por la apertura a la inversión
privada en gas shale declarando el 6 de junio de 2013 que la empresa tenía intereses en el sector.
El anfitrión del encuentro de finales de mayo de 2011 en la sede
diplomática fue John D. Feeley, actual subsecretario del Departamento de
Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, quien entonces
era encargado de negocios de la embajada. En realidad Feeley era más que
eso: Durante su estancia en México fue responsable de aplicar la
Iniciativa Mérida, según el perfil que exhibe el sitio oficial del
Departamento de Estado.
Los dos mexicanos interesados en el asunto eran Téllez y Ruiz
Sacristán, compañeros de gabinete –el primero en Energía y el segundo en
Comunicaciones y Transportes– en la segunda mitad del gobierno de
Ernesto Zedillo. Téllez ocupó el mismo cargo que Ruiz Sacristán pero en
la administración de Felipe Calderón, y desde ahí allanó el camino a la
operación de Sempra al modificar el título de concesión portuaria,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de diciembre de
2007.
De acuerdo con uno de los asistentes a la reunión en la embajada y
quien pidió el anonimato, la intención era que Pelayo levantara la
clausura al complejo de Sempra. Para entonces el alcalde estaba bajo
mucha presión entre otras cosas por la cancelación de su visa
estadunidense, el despliegue militar en la frontera, la invasión del
ámbito de competencia municipal desde los gobiernos federal y estatal y
por el escándalo de un supuesto soborno depositado a la cuenta bancaria
de su hijo.
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 1971, ya en circulación)
/9 de agosto de 2014)
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