El
capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera retoma sus causas penales, permanece
alerta ante una posible extradición y hace valer la jerarquía que sus propios
compañeros de prisión le reconocen en el CEFERESO 1 “Altiplano”. Promueve
amparo para evitar ser cambiado de cárcel y, con juicios de garantías, combate
los autos de formal prisión que se le dictaron. Desmiente Gobernación cualquier
intención de sacarlo de Almoloya de Juárez
Aquella
imagen pública del narcotraficante Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera,
avejentado y derrotado tras su captura el 22 de febrero de 2014, está quedando
atrás muy rápido. En los últimos dos meses ha dado señales de haber recuperado
fuerzas para luchar legal y extrajurídicamente contra la privación de libertad,
como asume él su encarcelamiento.
Sus
primeros esfuerzos desde que fue recluido en el penal de máxima seguridad
“Altiplano”, en Almoloya de Juárez, Estado de México, fueron interponer juicios
de amparo contra un posible traslado a otra prisión, y contra la tan temida
orden de extradición hacia los Estados Unidos.
Pero
ahora “El Chapo” empieza a combatir las causas penales en las que se le dictó
formal prisión, también por medio de juicios de garantías, amén de otras
medidas de presión en las que ha participado, como huelgas de hambre.
Al
momento, de acuerdo a resultados obtenidos en cuatro solicitudes de amparo
interpuestas a su favor, no existe la solicitud por parte de los Estados Unidos
para extraditar a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, menos aún, una petición de
orden de detención provisional para ese fin, ni acuerdo alguno de procedencia
para que el narcotraficante sea entregado al vecino país.
A
pesar de lo anterior, “El Chapo” vive desconfiado y con miedo que llegue el
momento en que se autorice su extradición. Tal situación y el respeto solidario
que ha encontrado entre sus compañeros de encierro, se han convertido en el
aliciente del narcotraficante que, parece, no volverá a bajar la mirada como lo
hizo el día de su recaptura.
LO QUE “EL CHAPO” DICE ESCUCHAR
El
miércoles 29 de julio, el Juez Quinto de Distrito en Materias de Amparo y
Juicios Civiles Federales en el Estado de México, notificó al sinaloense -al
resolver el juicio de amparo 767/2014- que los actos que reclama no existen y,
por tanto, se decreta el sobreseimiento del mismo.
Joaquín
Archivaldo solicitaba la protección de la justicia federal contra “la orden de
traslado del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 ‘Altiplano’, con
residencia en Almoloya de Juárez, Estado de México, a diverso centro
penitenciario, que se traduce en la finalidad de deportarlo o expulsarlo del
país con rumbo a los Estados Unidos de América, así como su ejecución”.
Guzmán
señalaba como autoridades responsables de querer deportarlo a la directora
general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y al
director del penal federal mexiquense, de pretender trasladarlo a cualquiera de
los otros 13 CEFERESOs del país, o al complejo penitenciario de las Islas
Marías.
La
hipótesis del encarcelado líder del Cártel de Sinaloa es que las autoridades
pretenden enviarlo a otros penales de máxima seguridad, donde cuenta con
procesos penales en su contra para que, de manera rápida, se le dicte
sentencia, “para de ahí sacarme del país rumbo a los Estados Unidos de América,
sin que la defensa se encuentre en posibilidad de intentar algo en mi favor”.
En
su escrito, Guzmán Loera argumenta que es de suma importancia recalcar que de
llevarse a cabo lo anterior, “me causaría graves perjuicios y violaciones a mis
Derechos Humanos, máxime que ello se pretende llevar fuera de todo
procedimiento legal, dejándome en estado de indefensión, además que ni siquiera
me han hecho saber debidamente el motivo de la orden de traslado con fines de
deportación”.
Según
el recluso, todo lo que menciona lo ha escuchado de voz del personal que labora
en el centro penitenciario “Altiplano”.
Sin
embargo, todas y cada una de las autoridades señaladas por Guzmán Loera negaron
el acto reclamado, y el juicio de amparo se sumó a otros anteriores que ni se
conceden, ni se niegan, simplemente son sobreseídos porque no existen los
hechos que el quejoso refiere.
TRASLADO Y HUELGA DE HAMBRE
El
16 de julio de 2014, los hermanos Miguel Ángel “El Mudo” y Joaquín “El Chapo”
Guzmán Loera interpusieron una demanda de amparo ante el Juzgado Quinto de
Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal, contra un cambio de
centro penitenciario y la orden de extradición.
El
hecho de que los fraternos promovieran un amparo juntos no fue una situación
aislada. En el penal de máxima seguridad se corrió la versión de que habría
traslados masivos inminentes para el mejor funcionamiento del centro. Se habló
de los CEFERESOs Número 2 en Puente Grande, el 3 en Matamoros y el 13 en
Oaxaca, entre otros.
Al
abogado de los Guzmán se le ocurrió presentar la demanda en el Distrito
Federal, mientras capos como Javier Torres Félix “El JT”, Diego (Teodoro)
García Simental “El Teo”, Mario Alberto Rivera López “El Cris” y otros más,
interpusieron sus demandas ese mismo día, pero en Juzgados federales del Estado
de México. Estos últimos, además del traslado, reclamaron actos de tortura
física y psicológica.
El
juzgador administrativo del Distrito Federal declinó la competencia de los
amparos de “El Mudo” y “El Chapo” a favor de jueces de distrito mexiquenses. El
Juez Quinto aceptó el juicio de amparo de Miguel Ángel Guzmán Loera, pero el
Juez Segundo del ramo rechazó la competencia para conocer el de Joaquín
Archivaldo y lo regresó a su homólogo capitalino.
En
su demanda de garantías, registrada bajo el número 1044/2014, el hombre que se
fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande hace más de 13 años, dijo
haber escuchado a dos custodios cuando platicaban que “en cualquier momento
sería traslado con fines de deportación de donde me encuentro recluido, a otro
Centro Federal de Readaptación Social”.
El
capo sinaloense agregó que desconoce cualquier dato adicional, pero que el
“traslado con fines de deportación que se decía ‘ya fue autorizado’ y en
cualquier momento sería ejecutado, y que mi extradición del lugar en que me
encuentro detenido para llevarme a otro, sería solo como acto previo a mi
deportación del país”.
Mientras
eso ocurría en tribunales, en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1
“Altiplano”, se registró una huelga de hambre en la misma fecha. La protesta
fue encabezada por “El Chapo” Guzmán y Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”, de
acuerdo a lo publicado por el semanario Proceso.
La
medida de presión de los reos hacia las autoridades penitenciarias, se
generalizó al interior de cinco módulos del penal federal, con la participación
de unos mil internos, para exigir un mejor trato, atención médica adecuada, la
realización de llamadas telefónicas a las que tienen derecho, y que se permita
a sus familiares depositarles más dinero del autorizado para comprar productos
básicos, entre otros reclamos.
La
supuesta huelga de hambre terminó el día 20 de julio, al responder
positivamente los directivos del “Altiplano” a las diferentes demandas de los
presos, únicamente se sostuvo la negativa de que se les deposite más dinero a
sus cuentas personales.
Finalmente,
el Juez Quinto de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal pudo
deshacerse del amparo pendiente de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Lo remitió al
Juzgado Decimoprimero de Distrito de Amparo en Materia Penal de la Ciudad de
México, su titular aceptó la competencia y le dio como número de expediente el
727/2014. Podría resolverse el 21 de agosto próximo.
AHORA VA CONTRA LOS PROCESOS
A
la fecha, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera enfrenta más de media docena de
procesos penales en el ámbito federal, en los estados de México, Jalisco,
Tamaulipas y Sinaloa, además, tiene una cantidad similar de órdenes de
aprehensión pendientes de cumplimentar.
En
las causas criminales que enfrenta “El Chapo”, sus abogados han promovido
recursos de apelación que en la mayoría de los casos han confirmado las
resoluciones de los jueces de distrito. Solo en dos de las apelaciones, el
narcotraficante obtuvo fallos favorables para que se repusiera el
procedimiento, al no informarle sobre la identidad de los testigos protegidos
que declaraban en su contra. Al repararse las pifias, le volvieron a decretar
formal prisión.
El
24 de julio último, el procesado promovió su primer amparo contra la
confirmación de un auto de formal procesamiento. Ante el Cuarto Tribunal
Unitario del Segundo Circuito con residencia en Toluca, Guzmán Loera pretende
combatir en el juicio de garantías 43/2014, el fallo de fecha 2 de julio en el
que el Segundo Tribunal Unitario confirmó la formal prisión dictada dos meses
antes por el Juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales del Estado
de México.
En
dicha causa, el juzgador estimó el 6 de mayo que Joaquín Archivaldo es presunto
responsable en la comisión del delito de delincuencia organizada, no así por lo
que ve a la acusación de delitos contra la salud en la modalidad de tráfico y
extracción de cocaína y anfetaminas del país.
El
magistrado del tribunal unitario en cuestión, estableció el 21 de agosto de
2014 para el desahogo de la audiencia constitucional en la que probablemente se
resuelva el amparo.
FALSO EL TRASLADO
El
martes 29 de julio, misma fecha en la que sobreseía uno de los juicios de
derechos fundamentales de “El Chapo” Guzmán, surgió la versión de que sería
trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, lugar de donde escapó
el 19 de enero de 2001. Hubo quienes incluso dijeron que ya estaba allí. Las
redes sociales multiplicaron la noticia.
Fue
falso. El otrora poderoso personaje -que hoy revalida créditos en su encierro-
no podría ser trasladado contra su voluntad porque goza de la suspensión
provisional del último de sus amparos, promovidos precisamente en contra de un
cambio de prisión. Esa protección parcial ordena a las autoridades carcelarias
dejar las cosas en el estado que actualmente se encuentran.
Otra
versión señalaba que el traslado sería a petición del propio capo como uno de
los acuerdos para levantar la huelga de hambre que encabezó junto a otros reos
del “Altiplano”.
Sin
embargo, el mismo día, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong,
salió al paso de los medios de comunicación en una rueda de prensa celebrada en
Aguascalientes para declarar que el narcotraficante “está y seguirá en el
‘Altiplano’, que no sería trasladado y que desconocía de dónde surgió la
información.
Todos
estos pasos y ruido que se está registrando en torno al capo de Sinaloa,
advierten que al menos dentro de su encierro está levantando cabeza, y esa
imagen de sumisión, cansancio y derrota, no será la misma en lo que reste de
reclusión para Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien de causar problemas a las
autoridades mexicanas, estaría acelerando su proceso de extradición, con el que
históricamente, las administraciones federales priistas no han comulgado.
(SEMANARIO
ZETA/Investigaciones ZETA/ 04 de Agosto del 2014 a las 12:00:00)
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