En
esa zona de la capital existe una serie de elementos que mezclados, han creado
un potencial peligro para los miles de habitantes del lugar. Convergen plantas
de luz con emisiones de gases tóxicos, lagunas de oxidación y excremento del
ganado de una compañía de carne. No es solo la incomodidad del mal olor, sino
el riesgo de salud que implica, donde el brote de rickettsia podría ser tan
solo un ejemplo de los males provocados por la contaminación
El
hedor es insoportable. Alrededor de los montículos de excremento de ganado el
ambiente es más denso. Toneladas de deposiciones fecales han sido depositadas
en la parte sur de los corrales de engorda de la empresa Su Karne, al poniente
de Mexicali, hasta formar cerros de suciedad.
Son
cerca de seis hectáreas donde están aglutinadas toneladas de estiércol al aire
libre y a unos cuantos kilómetros de la mancha urbana de la creciente ciudad
capital.
Pero
las toneladas de heces de ganado no son el único factor contaminante.
En
la misma área y apenas separadas por unos cuantos metros, se ubican dos plantas
generadoras de energía eléctrica -Intergen y Sempra- que a diario emiten gases
nocivos para la salud, como Dióxido de Azufre y de Nitrógeno. Igual, a unos
metros de esa zona, la Comisión Estatal de Servicios Públicos construyó un
proyecto de lagunas de oxidación donde se trata el agua de desecho de la zona
poniente de Mexicali.
A
la grave situación de contaminación, se suma el hecho del crecimiento poblacional
en esa zona de la ciudad, con áreas urbanas anexas de la colonia Progreso y Los
Santorales, donde habitan cerca de 100 mil personas en colonias como Santo
Niño, Santa Isabel, San Carlos San José, El Sauce y colonias agrícolas.
“Es
un círculo de muerte”, asume Témoc Ávila, Maestro en Ciencias e ingeniero en
Electrónica, metido en la participación social en temas como la instalación de
la bomba de cobalto, los verificentros y ahora la evidente contaminación.
Su
tesis -a la que se suman otros activistas- es que este grave problema de
contaminación ha propiciado que el virus de la rickettsia no desaparezca, sino
que se ha fortalecido con el inminente peligro para los miles de pobladores de
esa popular área.
“Hay
días que no aguantamos la pestilencia, ¡qué bárbaro!, ahorita está calmado, a
lo mejor no están trabajando, pero llega la peste del hueso y llega la peste de
la mierda, ¡horrible!”, dice una señora que vive en la colonia Magaña, ubicada
en la periferia cercana a las toneladas del desecho de ganado.
“Últimamente
hasta la sangre la andaban regando en los caminos”, complementa, e informa cómo
los niños de la zona “a cada rato se enferman”, sea gripa, tos, ronchas. “Yo
tengo cáncer...”, asume la mujer, quien siempre ha vivido ahí y cuenta cómo su
cuñada falleció hace un año, del mismo padecimiento.
ZONA DE MUERTE
“Tenemos
que aceptar que es de gran impacto en salud pública lo que está sucediendo
ahí”, argumenta Témoc Ávila, para agregar: “Ya llevamos 15 muertos,
probablemente 16”, en cuanto al brote de rickettsia que no ha sido contenido en
Mexicali.
Asegura
el activista que la garrapata -vector de la rickettsia- no es un bicho que se
dé en los climas desérticos, sino que se propaga en las zonas tropicales, de
ahí la necesidad de la explicación científica de la proliferación de
garrapatas. “¿Estamos creando ahí una microrregión tropical que sea el medio
idóneo para que la garrapata viva ahí?”, pregunta Ávila y, desde su punto de
vista, la respuesta es afirmativa.
Menciona
elementos que existen en la zona, como las lagunas de tratamiento de la CESPM,
que abarcan 169 hectáreas; lagunas que para Témoc, son “de las heces fecales
que tenemos en Mexicali”, que se depositan y asientan, todo al aire libre.
Aparte
las 130 mil cabezas de ganado que se encuentran en los corrales de la empresa
Su Karne, de acuerdo a datos especializados, cada bovino defeca de 10 a 15
veces al día entre 20 a 45 kilos de excreta. A manera de ejemplo, calcula que
diariamente se podrían llenar medio millón de balones de futbol con gas metano.
El
tercer elemento tiene que ver con la humedad y la alta temperatura; aparte del
calor desértico natural, está el provocado por las dos plantas generadoras de
energía eléctrica (Intergen y Sempra), que entre ambas producen más de 13 mil
135 millones de BTU (unidades térmicas, una tonelada de refrigeración son 12 mil).
Para
Ávila, estas dos plantas -cuya energía
generada va hacia Estados Unidos- producen más del doble de kilowatts que en
Cerro Prieto. “Ya los mexicalenses conocemos los estragos de Cerro Prieto, pues
acá tenemos más del doble”.
Los
efectos de la contaminación se perciben en poblaciones de Caléxico y de
Mexicali.
“Con
esos tres elementos estamos generando una microrregión tropical, hay un lago,
hay animales y hay altas temperaturas. En esa región se está produciendo la
bacteria de la garrapata”, aventura el maestro en Ciencias, a lo que la suma el
regado en el suelo con sangre disuelta en agua.
Retoma
publicaciones científicas donde se asienta que la garrapata activa su ataque
con Óxido Nítrico, elemento químico que es producido en la zona de las plantas
eléctricas. “Todo eso da una garrapata bien nutrida con una reproducción
extraordinaria, para multiplicarse por millones, además de una bacteria de
rickettsia activada con el Ácido Nítrico. No vamos a poder parar eso”, advierte
Ávila.
En
el caso del estiércol, refiere que la FAO ha establecido que las reses generan
80 kilogramos de gas metano cada animal diariamente, calculando 450 litros, el
cual se diluye en el ambiente. “Es tres veces más venenoso que el Bióxido de
Carbono que le achacan a los autos”.
En
su opinión, los elementos contaminantes deben ser movidos de la zona y
trasladados al otro lado del cerro El Centinela. “No hay otra opción”,
considera Témoc Ávila, quien aporta otro dato: el 13 de enero de 2013 fue
publicada en el Periódico oficial del Estado, la Ley de la Procuraduría de
Protección al Ambiente, donde se crea y se establece la estructura atribuciones
y procedimientos correspondientes a la Procuraduría de Protección al Ambiente
de Baja California.
Esta
nueva instancia -aprobada por el Congreso- no ha sido concretada hasta la
fecha.
SE LES PUEDE CERRAR
Sobre
el tema, el secretario de Protección al Ambiente, Carlos Graizboard Ed, parece
confundido. De la Procuraduría creada por el Congreso, pero a la fecha
inexistente, refiere:
“En
octubre va a venir gente de PROFEPA de México para implementar todo esto...”.
Se
le pregunta el porqué del retraso en la implementación y calla por un momento.
“Es
que podemos operar con PROFEPA, por ejemplo, si hay asuntos que son
jurisdicción de PROFEPA, podemos actuar con ellos inmediatamente, tenemos sus
representantes aquí, trabajamos con el Gobierno Federal para lo que a ellos les
corresponde, y lo que nos interesa a nosotros continuamente. Yo estuve en
México y me dijeron que hasta octubre van a venir a ver eso…”.
Se
le plantea la contaminación en la zona Poniente de Mexicali -las lagunas de la
CESPM, las plantas eléctricas, las toneladas de estiércol-, y responde: “En
cuanto a los drenes, nosotros hicimos la limpieza y nos juntamos con CONAGUA
para hacer parques lineales. Todo lo que es el agua es CONAGUA”.
—
¿Y la contaminación de Su Karne?
“Eso
nos corresponde a nosotros. Estamos haciendo un programa de eliminación de las
tolvaneras donde está Su Karne. Lo de las lagunas de oxidación, eso es de
CESPM”.
—
¿Usted ha estado en la zona Poniente de los Santorales? ¿Qué opina de la
situación que allí viven?
“Opino
que ahí hay que pavimentar la gran plaza que está frente a la escuela, hay que
cubrirla, genera tolvaneras, y aparte el problema de las garrapatas ahí fue lo
más grave. No solo tenemos que ayudar a la limpieza con la basura, sino a esa zona
del sur, Usted ve cómo están los vientos, nos contamina con el sedimento que
tenemos en Mexicali”.
—
¿Cree que debería cambiar la ubicación de los corrales de Su Karne, de las
plantas de electricidad, de las lagunas de la CESPM?
“Lo
que hay que hacer primero es mitigar,
eliminar la contaminación. Con Su Karne estamos trabajando eso con ellos, no se
necesita cambiar, se necesita evitar que el viento que entra en ellas, tiene
bacterias, hay ganado ahí, el estiércol está ahí. Ellos pueden poner árboles
como barreras o usar biodigestoras. Ellos están penalizados por nosotros para
exigirles que hagan los cambios necesarios para eliminar eso. Es una mezcla de
tolvaneras con bacterias”.
—
¿Hay un recurso contra ellos por parte de la Secretaría?
“A
ellos les tocaría arreglarlo, nosotros ya los sancionamos”.
—
¿Cómo los sancionaron?
“Los
hacemos que hagan, que actúen para que eliminen las tolvaneras. Se les puede
cerrar, multar. Nosotros tratamos de resolver el problema primero, evitar la
contaminación para que la gente no se afecte”.
En
el caso de Su Karne, Graizboard Ed indica que “hay un tiempo” en cuanto al
margen para que modifiquen, aunque insiste en que “ya se les castigó”,
reiterando que los responsables de la empresa ganadera “están colaborando”
SI COME, DEFECA
El
manejo de los desechos fecales que hacen de los corrales de Su Karne es el
correcto, el indicado, asegura por su parte el subdirector del Instituto de
Investigaciones en Ciencias Veterinarias de la UABC, Víctor Manuel González,
médico veterinario con Doctorado en Ciencias Pecuarias. Lo que le preocupa es
“las forma en que se aborda el tema de la contaminación con las excretas”.
“Es
un ente biológico, si come, defeca”, expone en relación al ganado bovino, el
cual produce dos tipos de desechos, los fluidos a través de la orina y las
heces fecales, a las que se refiere como excretas.
Explica
que en los rumiantes, la generación de volúmenes de excretas es cuantiosa, sin
embargo, el manejo de estos residuos orgánicos se concentra de forma tal para
evitar que se estén dispersando, y se concentran con la finalidad de que
reciban un proceso de fermentación térmica.
“La
misma en bonches, en lomas, conservan la humedad, sube la temperatura arriba de
los 60 grados y esta temperatura por más de dos horas aniquila cualquier
microorganismo ahí”, detalla en referencia al tratamiento térmico natural
conocido como compostaje. “Es una forma de dar tratamiento y un manejo especial
del excremento”, amplía el especialista.
En
cuanto al tiempo del tratamiento, normalmente se concede un periodo de 60, 80
días, y abunda que este desecho ya tratado, se ha estado utilizando en un
proceso de alimentación de lombrices o es usado como abono.
Incluso
a este procedimiento -interviene Tomas Rentería, director del IICV-, en otras
partes del país le añaden hasta cadáveres de animales, que crean temperaturas
más altas, pero dan alta calidad al compostaje. En la plática participa el
biólogo molecular Gerardo Medina, en cuya opinión, corresponde a la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) fiscalizar el destino
que se da a esos desechos, aunque los tres coinciden en desconocer si existe
una Norma Oficial Mexicana relativa al tema.
En
el caso de la localización de estos depósitos, el doctor González Vizcarra
comenta que estos lugares se construyen alejados de las zonas poblaciones, pero
ocurre que el crecimiento de los centros urbanos finalmente copa a estos
espacios de producción. “El crecimiento de la zona urbana se ha tragado
establos lecheros”, afirma el especialista, para luego mencionar dos establos
-Nutrimex y Jiménez- que estaban en la zona de Palaco y recientemente fueron
movidos al Valle.
El
caso es que las excretas, las heces fecales del ganado, pueden resultar un
recurso orgánico potencialmente utilizable, pero para los residentes de las
zonas aledañas, por el momento es más un elemento pestilente, contaminante,
incómodo y hasta riesgoso.
(SEMANARIO
ZETA/ Sergio Haro Cordero/ 04 de Agosto del 2014 a las 12:00:00)
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