El
propósito de la indagatoria abierta por la Procuraduría General de la
República contra el corporativo Energy Group México, de los hermanos
Rodríguez Borgio y su socio Martín Díaz Álvarez –sobrino del
exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz–, es probar que los más de
11 mil millones de pesos que obtuvo ese grupo gasolinero de 2009 a
febrero último provienen del robo de hidrocarburos a Pemex. Y aun cuando
las autoridades mantienen congelados esos fondos, a través de sus
abogados los empresarios, poseedores también del 15% de las acciones de
Oceanografía, piden desbloquearlos para continuar con sus sucios
negocios. (Este texto se publicó originalmente en la edición 1956 de la revista Proceso del 27 de abril del año en curso).
El
fraude más reciente de Oceanografía –detectado y denunciado en febrero
pasado por el grupo financiero estadunidense Citigroup, cabeza de sector
de Banamex-México– dio pie a delitos nuevos: operaciones con recursos
de procedencia ilícita, delincuencia organizada, robo y evasión fiscal
que implican a dos personajes: Martín Díaz Álvarez y los hermanos
Rodríguez Borgio.
Ambos poseen 15% de las acciones de Oceanografía
bajo la razón social Energy Group México SAPI de C.V., e incluyen a las
empresas Gasolineras Grupo Mexicano (GGM), Grupo Gasolinero México,
Inmobiliaria GGM, Súper Servicios Gas Zam, Gasolinera del Bajío, Grupo
Gasolinero Metropolitano, Operadora Kamerum, Grupo Queroil y
Distribuidora de Combustible GGM,
Ese entramado de firmas remitió a
la autoridad judicial a investigar sobre la ordeña de ductos por parte
del crimen organizado, cuyos miembros venden el producto a ese grupo
energético.
Y aunque la compra ilegal de hidrocarburos por parte
de GGM se realizó en 2012, en diciembre de 2013, cuando ya tenía bajo
investigación a Oceanografía y sus socios, Pemex pidió a la Unidad de
Inteligencia Financiera que indagara los movimientos bancarios de las
decenas de cuentas en las que Díaz Álvarez viene participando desde
2005.
Luego del acta circunstanciada que abrió en 2013
(PGR/SIEDO/AC/UEIORPIFAM/74/2013), la Procuraduría General de la
República consolidó la averiguación previa UEIORPIFAM/AP/065/2014 contra
GGM. El propósito es probar que los miles de millones de pesos que
obtuvo el grupo gasolinero en los últimos años provienen del robo de
hidrocarburo a Pemex.
Según los documentos obtenidos por Proceso,
de 2009 a febrero de 2014 (cuando la PGR abrió la averiguación previa),
la mancuerna Rodríguez Borgio-Díaz Álvarez obtuvo 11 mil 218 millones
455 mil 137 pesos por las ventas en las más de 60 estaciones de
servicios de gasolina que tienen en el país.
Un “holding” para lavar
Aunque
Energy Group México –que posee 15% de las acciones de Oceanografía,
fundada por la familia Amado Yáñez en los sesenta– aglutina a por lo
menos nueve razones sociales distintas, el material consultado por la
reportera sólo contempla a cinco empresas y presenta el tipo de
hidrocarburos que adquirieron y el dinero que obtuvieron por su venta
entre 2009 y febrero de 2014.
Bajo el título Volumen y valor de
ventas internas a las estaciones de servicio, los reportes incluyen a
Gasolineras Grupo Mexicano, Operadora Kamerun, Súper Servicio Gas Zam,
Grupo de Gasolineros de México y Grupo Gasolinero Metropolitano. Según
los documentos, cada empresa cuenta con la clave de estación de servicio
registrada ante Pemex Refinación, los metros cúbicos de gasolina Magna,
Premium y diésel vendidos, así como el importe obtenido.
A lo
largo de cada año dichas estaciones de servicio tuvieron diversos
llenados o sus depósitos fueron cargados. En total, las cinco compañías
sumaron 91 cargas de hidrocarburo por año. Sin embargo, los papeles no
especifican la cantidad de gasolina o diésel adquirida y pagada a Pemex
de manera legal ni cuánta fue comprada a grupos de delincuencia
organizada que participaban en la ordeña de ductos de la paraestatal.
Lo
que sí detallan es que en 2009 el grupo gasolinero de Rodríguez Borgio
y Díaz Álvarez tuvo 334 mil 630 metros cúbicos del hidrocarburo en sus
estaciones de servicio y obtuvieron mil 895 millones 808 mil 146 pesos
con 29 centavos por su comercialización.
Para 2010, las ventas de
GGM o Energy Group México aumentaron a 2 mil 121 millones 630 mil 454
pesos, aunque el registro de los metros cúbicos fue menor: 329 mil 204
metros cúbicos.
De acuerdo con el mismo reporte, en 2011 las cinco
empresas almacenaron 314 mil 967 metros cúbicos entre gasolina Magna,
Premium y diésel y obtuvieron 2 mil 264 millones 322 mil 437 pesos. Poco
más de 100 mil pesos adicionales, a pesar de tener menos producto.
Al
año siguiente, GGM registró menos almacenamiento del hidrocarburo –281
mil 998 metros cúbicos– y su ganancia fue de 2 mil 249 millones 268 mil
769 pesos. En 2013 las estaciones de servicio lograron acumular 259 mil
731 metros cúbicos, cuya venta le redituó 2 mil 326 millones 196 mil
876 pesos.
El último reporte de ventas de GGM de 2014 incluye sólo
el primer bimestre con un almacenamiento en las estaciones de servicio
de 38 mil 159 metros cúbicos y una ganancia de 361 millones 228 mil 455
pesos. La fecha de cierre de ventas coincide con el mes en que inició la
averiguación previa UEIORPIFAM/AP/065/2014 contra varias de las
empresas de los hermanos Rodríguez Borgio y Díaz Álvarez.
Los enredos sociales
Como
Martín Díaz Álvarez hizo con sus más de 15 empresas, según datos del
Registro Público de la Propiedad (Proceso 1950), sus socios –los
hermanos Rodríguez Borgio– crearon su holding, compuesto por las nueve
empresas arriba mencionadas que se aglutinaron en Energy Group México.
Los
hermanos Francisco Javier, Óscar y Luis Jesús Rodríguez Borgio crearon
el 14 de noviembre de 2000 Distribuidora de Combustibles GGM. El 28 de
mayo de 2007 apareció en escena su futuro socio: Martín Díaz Álvarez,
sobrino de Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda durante el sexenio
de Vicente Fox.
Ese año, Díaz Álvarez adquirió acciones de
Distribuidora de Combustibles GGM. Para 2009, el Centro de Servicios
Fiscales de Toluca “trabó embargo sobre bienes de la sociedad
denominada Distribuidora de Combustibles GGM”; así lo refiere el oficio
administrativo 203113025/3002/2009, fechado el 13 de agosto de ese año,
“por concepto de multa formal por no haber proporcionado por segunda
ocasión dentro del plazo los datos, informes, contabilidad y demás
elementos solicitados en oficios 203134000/1724/2009 y
203134000/1741/2009, ambos del 19 de febrero de 2009”.
La fecha de
solicitud de datos contables a Distribuidora de Combustibles GGM
coincide con el año en que arrancó el exitoso y millonario ascenso de
ventas del grupo.
De acuerdo con la última huella que hay de
Distribuidora de Combustibles GGM en el Registro Público de la Propiedad
–19 de diciembre de 2013–, la empresa nunca modificó su razón social,
pero se presume que su registro ante Pemex Refinación es el que se
establece como “Gasolineros Grupo Mexicano”.
Al igual que Martín
Díaz, quien creó diversas empresas, los Rodríguez Borgio abrieron las
suyas con nombres que durante un tiempo llevaron las iniciales GGM, lo
que crea confusiones sobre cuáles son las firmas en las que los hermanos
Rodríguez y Martín Díaz Álvarez participaron en Oceanografía, cuáles
están siendo investigadas por la PGR, e incluso a cuáles les bloquearon
sus cuentas bancarias al inicio de la indagatoria y hoy ya están
“embargadas”, según consta en diversos juzgados de distrito.
Gasolineros
Grupo Mexicano (GGM) tuvo su crecimiento exponencial en 2008 y un año
antes el sobrino de Gil Díaz se había sumado como accionista. Pero
adquirió fama pública en 2012, luego de que la delegación de PGR en
Querétaro localizó una toma clandestina de hidrocarburos ubicada en las
inmediaciones de la carretera estatal 411.1, en el entronque con la
carretera Coroneo-Huimilpan, y del aseguramiento del inmueble localizado
en el kilómetro 15+100, en la comunidad de Los Bordos; todo en
Querétaro.
En ambos lugares se encontraron vehículos que tenían
adaptados tanques con hidrocarburo, por lo que se inició la averiguación
previa AP/PGR/QRO/QRO-IV/090/2012 por el delito de robo de
hidrocarburo, reportó la propia delegación de la PGR el 1 de marzo de
2012.
Según los datos oficiales de aquella época, se obtuvo del
juez séptimo federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e
Intervenciones de Comunicaciones la orden de cateo 20/2012 para el
domicilio ubicado en la colonia José María Arteaga.
“Ahí se
aseguró diversa documentación contable, tres computados, tres radios de
comunicación, una bolsa con mil 525 cartuchos útiles de distintos
calibres, así como 28 muestras de una sustancia, al parecer
hidrocarburo, con la finalidad de llevar a cabo los diversos análisis
clínicos a fin de determinar su procedencia”, informaron en Querétaro
los medios locales.
El Diario de Querétaro reportó que “gracias al
trabajo de investigación realizado por la institución de la PGR, se
logró establecer que dicha empresa podría estar relacionada con la venta
y distribución de hidrocarburos de procedencia ilícita”.
Una
fotografía en la cual se observa a dos personas revisando “una toma de
gasolina” acompañó la nota; al fondo se ven tanques con el logotipo GGM y
un pie con la leyenda: “En el local asegurado encontraron una toma
clandestina de combustible”.
El logo de GGM en el lugar asegurado en 2012 es el mismo que Gasolineras Grupo Mexicano tiene en su portal de internet.
El
12 de marzo pasado ante el Juzgado Octavo de Distrito en Amparo Penal,
Gasolineras Grupo Mexicano solicitó un amparo contra la “Orden de
inmovilizar y/o bloquear diversas cuentas bancarias; y el acuerdo
06/03/2014 dictado en la indagatoria a través del cual se ordena el
aseguramiento precautorio de dichas cuentas bancarias”; es decir, la
UEIORPIFAM/AP/065/2014.
Dos días después, el 14 de marzo, según
consta en el expediente, se suspendió “toda comunicación con la
autoridad responsable señalada como Jefe del Sistema de Administración
Tributaria”, y el 19 del mismo mes se requirió a GGM si quería ampliar
la demanda “respecto de diversa autoridad responsable: Agente del
Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en Investigación
de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación o
Alteración de Moneda y Director General Adjunto de Atención a
Requerimientos Especiales de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores,
respecto del acto: acuerdo de 06/03/2014 dictado en la indagatoria a
través del cual se ordena el aseguramiento precautorio de diversas
cuentas bancarias”.
El 26 de marzo GGM amplió su declaración. Sin
embargo, el Juzgado Octavo le negó al día siguiente la “suspensión
definitiva” y programó para el próximo 29 de abril la audiencia
constitucional. El objetivo es que las cuentas millonarias de GGM dejen
de estar aseguradas y los Rodríguez Borgio y Martín Díaz Álvarez puedan
disponer de dichos recursos.
En el mismo juzgado está la solicitud
de amparo de Inmobiliaria GGM por el aseguramiento de sus cuentas
bancarias; además están bajo la misma averiguación previa por el delito
de “operaciones con recursos de procedencia ilícita” de GGM y bajo el
mismo estatus.
Grupo Gasolinero México –que es distinto a
Gasolineras Grupo Mexicano (GGM)– y Súper Servicios Gas Zam, a las
cuales la PGR ordenó primero congelar y luego embargar sus cuentas,
solicitaron un amparo en el Juzgado Décimo Tercero de Distrito. A las
dos firmas se les negó la “suspensión definitiva” el 25 y el 19 de
marzo, respectivamente, por lo que tendrán su audiencia constitucional
el próximo 21 de mayo.
Existe además Gasolinera del Bajío, la cual
solicitó mediante su apoderado legal, César Octavio Betanzos Zamudio
–quien representa también a las empresas arriba mencionadas–, el amparo
para que se desbloquearan y posteriormente “aseguraran” sus cuentas. El
amparo se promovió ante el Juzgado Quinto de Distrito, que el 14 de
marzo le negó la suspensión provisional y el 13 de mayo tiene la
“audiencia incidental”.
Si las suspensiones provisionales y
definitivas son negadas, es probable que se rechace la audiencia
constitucional para evitar ir “al fondo del asunto”. Es factible también
que las cuentas millonarias –11 mil millones de pesos obtenidos a lo
largo de cinco años– continúen “aseguradas” por la PGR, la cual debe
seguir recabando pruebas para fortalecer su averiguación previa
UEIORPIFAM/AP/065/2014.
Las empresas citadas podrían estar
ancladas en el holding llamado hoy Energy Group México, propiedad de los
hermanos Rodríguez Borgio y Martín Díaz Álvarez, dueño de 15 % de las
acciones de Oceanografía.
De acuerdo con el Registro Público de la
Propiedad, GGM Energy –creado el 19 de febrero de 2010 por los hermanos
Rodríguez Borgio– incluyó como accionista el 20 de mayo de 2011 a
Martín Díaz Álvarez; 15 días antes cambió de denominación social, para
vender gasolinas y “adquirir, arrendar, equipar, dotar de tripulación,
mantener en estado de navegabilidad, operar, poseer, enajenar, hipotecar
y explorar embarcaciones, buques y artefactos navales”, al igual que
Oceanografía.
/11 de junio de 2014)
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