Pocos detenidos y
tortuosos procedimientos burocráticos mantienen en zozobra a los deudos de los
fallecidos. Jalisco, Guerrero, Michoacán, Morelos y Baja California, entre los
estados con más muertos enterrados por el crimen organizado. Número de
desaparecidos sigue sin actualizarse en la presente administración
Mientras miles de
familias siguen su peregrinar en la búsqueda de sus parientes desaparecidos,
otros centenares ya lloran su localización: estaban muertos, putrefactos, en
las tumbas clandestinas que la delincuencia organizada –en complicidad con
agentes del estado– ha cavado a lo largo del territorio nacional.
Por lo menos unas
400 personas han sido exhumadas de un centenar de fosas descubiertas en lo que
va de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, del primero de
diciembre de 2012 a la fecha. Otro número indeterminado de seres humanos quedó
registrado simplemente como restos humanos, dentro de botes, latas o barriles.
La aparición de los
furtivos sepulcros ha horrorizado a propios y extraños y trascendido más allá
de las fronteras del país, dando cuenta los medios internacionales del
narcopanteón en el que se ha convertido a México, con cuerpos humanos
enterrados a flor de tierra, desde los cuarenta centímetros hasta muchos metros
de profundidad.
Paladas de tierra y
escombro. Ganado, aves e insectos, son mudos testigos de los infelices que
fueron sembrados para abonar pastizales o la maleza que en unos meses cubrió
los crímenes cometidos por delincuentes pertenecientes a cárteles de la droga,
grupos de narcomenudistas o elementos policiales coludidos con el hampa.
Estadísticas vagas
que no concretan certezas se han divulgado a través de los medios de
comunicación. Unas que abarcan una parte del sexenio de Calderón con el de Peña
Nieto. Otras que hablan de cuatro años a la fecha y unas más que quedaron
truncas en marzo del año pasado.
Las dependencias con
cifras mochas y en periodos que no permiten reunir todos los fragmentos para
tener números reales. La Procuraduría General de la República con unos datos,
el Ejército y la Marina con otros, y las entidades federativas con sus propias
estadísticas que no pueden revelar porque en unos casos intervinieron unas
autoridades y en otros casos otras.
Los propios órganos
del gobierno le echan más tierra al asunto y sepultan las posibilidades de
conocer la verdad. Simplemente de los números de personas desaparecidas cuando
inició la administración de Enrique Peña a la fecha no hemos podido avanzar. Se
habló entonces de 26 mil personas desaparecidas. La cifra venía de tiempos de
Felipe Calderón y su guerra contra el narcotráfico.
Hoy en día, a pesar
de la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la
Procuraduría General de la República, que cumplirá un año el próximo 27 de
mayo, nada se ha solucionado y el descontento de madres, esposas e hijos de los
miles de desaparecidos va en aumento. A quienes se les ha localizado, están
muertos y en vez de un cuerpo, a la familia se le regresan pedazos.
Pareciera que más
que descubrir y detener a los asesinos, a sus protectores y prevenir que no
sigan desapareciendo personas, la única responsabilidad del estado fuera
comprobar la identidad de los fallecidos y hacer la entrega certera a las
familias dolientes a través de los burocratizados sistemas implementados.
La justificación de
jefes policiales es la de que por tratarse de crímenes de delincuencia
organizada no solo entierran los cadáveres sino que utilizan distintos métodos
para tratar de desaparecerlos, lo que dificulta sus labores de investigación.
Por si fuera poco,
los métodos para extraer los cuerpos han valido severas críticas a nivel
internacional, pues ha sido notoria la utilización de maquinaria pesada como en
el caso de las fosas clandestinas de La Barca, Jalisco, donde a finales de 2013
se localizaron cuerpos y restos humanos de por lo menos 76 personas.
Personal ministerial
y pericial sin los instrumentos adecuados han acabado de mutilar seres humanos
durante la exhumación destruyendo evidencias e incumpliendo con protocolos que
existen al respecto a nivel mundial e incluso nacional, lo que en algún momento
procesal podría favorecer a aquellos delincuentes que fuesen juzgados por los
homicidios o por participar en los ilícitos enterramientos.
Decenas de familias
que ya han acudido ante las autoridades federales o en los estados para
identificar los restos de sus seres queridos están a la espera de las pruebas
periciales de rigor y que se realizan a través de los protocolos de necropsia,
la obtención de perfiles genéticos, dictámenes de odontología, antropología
forense, criminalística de campo, necrodactilia, fotografía y video, entre
otros.
En tanto, la
Procuraduría General de la República y fiscalías estatales reiteran sus
llamados para que las personas con familiares que se encuentren en calidad de
desaparecidos o desconozcan su paradero, denuncien los hechos y acudan ante esa
autoridad, con la finalidad de recabar muestras de ADN y realizar pruebas comparativas
e identificar a las víctimas.
LOS OFENDIDOS DEBEN DE APORTAR ANTE LAS FISCALÍAS:
* Documentos con huellas dactilares, como
pueden ser cartilla del Servicio Militar Nacional, credencial de elector, acta
de matrimonio o alguna otra.
* Historia clínica dental con odontogramas,
historia clínica dental, moldes, descripción de los trabajos realizados.
* Fotografías, estudios radiográficos,
antecedentes quirúrgicos.
* Señas particulares como tatuajes, cicatrices
o amputaciones.
* Historia clínica, prótesis.
* Muestras biológicas de familiares directos:
padres, hermanos, hijos para estudio de ADN.
Las fosas del sexenio
BAJA CALIFORNIA
Diciembre 2012 a
abril de 2013.- Localizan una serie de fosas en los terrenos donde vivió Santiago
Meza López “El Pozolero”, en La Gallera, ex ejido Maclovio Rojas, municipio de
Tijuana y donde disolvió cientos de cuerpos en sosa cáustica. Entre los restos
sepultados en las referidas tumbas se localizaron por lo menos mil 800 huesos,
20 prótesis y 15 tornillos quirúrgicos.
23 de noviembre de
2013.- En Tijuana son encontradas otras cuatro fosas clandestinas con restos de
cadáveres calcinados. No se estableció el número de víctimas.
13 de marzo de
2014.- En una cañada de la colonia Loma Dorada, en Tijuana, se localizó una
fosa clandestina en la que por lo menos se estima hay unos 30 cadáveres de
personas que desaparecieron entre los años de 2007 y 2009. Las tareas de
búsqueda continúan en el lugar.
BAJA CALIFORNIA SUR
10 de junio de
2013.- En un terreno de la colonia Tabachines de La Paz, municipio de La Paz,
fue localizada una fosa en la que había siete personas sin vida. Se trataba de
cinco varones y dos mujeres, que fueron victimados unos a balazos y otros a
golpes. Al ser detenido Simón Guillermo Hernández Peña “Simón” o “El
Sepulturero” se estableció que era una venganza entre narcomenudistas del grupo
llamado “La Oficina”. El sicario dijo que él los mató y sepultó solo, sin ayuda
de nadie más.
CHIHUAHUA
6 de junio de 2013.-
A dos kilómetros aproximadamente del panteón de Rosales fueron localizadas
cuatro tumbas falsas en las que había seis osamentas, por lo menos una de ellas
con el cabello largo, presumiblemente una mujer.
COAHUILA
30 de enero de
2014.- En la bodega de una ranchería ubicada en la zona de Cinco Manantiales,
municipio de Saltillo, se localizó una fosa en la que había vestigios de
personas que fueron asesinadas después de permanecer privadas de su libertad.
Además de deshechos biológicos había botones metálicos, hebillas de cintos,
ropa agujerada al parecer por proyectiles de arma de fuego. En los días siguientes se recuperaron unas
500 partes de restos humanos en predios de 10 municipios coahuilenses, aunque
no se especifica el número de personas victimadas.
ESTADO DE MÉXICO
22 de agosto de
2013.- En predio de Tlalmanalco se localiza una fosa clandestina con 12
cadáveres correspondientes a los jóvenes que el 26 de mayo del mismo año fueron
privados de su libertad en el bar Heaven, en la Ciudad de México.
GUERRERO
28 de marzo de
2013.- En un predio del municipio de Tepecoacuilco, cerca de la carretera
Iguala-Chilpancingo, entre las comunidades de Santa Teresa y Las Tunas, se
encontraron cuatro fosas con cuatro cuerpos. Eran tres hombres y una mujer.
14 de noviembre de
2013.- En cinco fosas ubicadas en una huerta del ejido El Cayaco, en Acapulco,
fueron exhumados los cuerpos de siete personas, todas del sexo masculino, con
una evolución cadavérica aproximada de tres días. Seis de los finados estaban
atados de las manos.
9 de febrero de
2013.- En un terreno del municipio de Taxco, entre las comunidades de
Mezcaltepec y Puente Campuzano se localizaron dos fosas con 12 cuerpos de
manera inicial. Al continuar la búsqueda, al 18 de marzo, el saldo es de 32
cadáveres rescatados.
6 de marzo de 2014.-
En cuatro fosas localizadas en la zona conocida como “La Antena”, en el Valle
del Ocotito, se hallaron 10 cadáveres.
JALISCO
10 de abril de
2013.- En una fosa clandestina ubicada en un predio cercano al rancho El
Martín, sobre la carretera Guadalajara-Tala, a la altura del puente Las
Tortugas, se localizaron tres cadáveres. Las víctimas fueron privadas de la
libertad en enero por un comando armado en Zapopan.
Mayo de 2013.- En las
inmediaciones del rancho Las Palmas, el cual se encuentra a tres kilómetros del
Fraccionamiento Arvento, Tlajomulco de Zúñiga. Fosa clandestina con los restos
de tres personas.
30 de junio de
2013.- En el rancho La Estancia, municipio de Ejutla, se reportó el hallazgo de
una fosa clandestina con los cuerpos sin vida de siete personas, cuatro de
ellas calcinadas.
22 de agosto de
2013.- Los cadáveres de una mujer y sus dos hijos menores de edad fueron
exhumados de una fosa clandestina en un terreno de la delegación de San Gaspar,
en Tonalá. Estaban desaparecidos desde el día 19.
7 de noviembre de
2013.- Inició la localización de una veintena de fosas clandestinas y al menos
76 cadáveres o restos de los mismos en un predio ubicado en los márgenes del
Río Lerma, en el municipio de La Barca, Jalisco, limítrofe con los municipios
de Briseñas y Vista Hermosa, Michoacán. Los crímenes fueron atribuidos al
Cártel Jalisco Nueva Generación y más de veinte policías michoacanos fueron
detenidos por estar coludidos con el crimen organizado.
26 de diciembre de
2013.- En el predio La Cumbre, ubicado sobre la brecha al poblado de Palo
Gordo, en Zapopan, se descubrieron una serie de fosas con los cadáveres de 17
personas. Las autoridades detuvieron a cuatro presuntos homicidas vinculados
con el narcomenudeo en la zona metropolitana de Guadalajara.
20 de febrero de
2014.- En un terreno de La Calera, a la altura del kilómetro 3 de la carretera
Guadalajara-Chapala, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, se localizaron 19
cadáveres en una fosa clandestina. El detenido Jerónimo Ibarra Alcaraz,
presunto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación condujo a las autoridades
hasta el sitio. Le fueron incautados 155 kilos de marihuana, 39 kilos de
anfetaminas, un arma calibre nueve milímetros y equipo táctico.
2 de marzo de 2014.-
En el cerro conocido como “El Gato”, entre los municipios de Tonalá y
Tlaquepaque, se localizó tres fosas con los cuerpos de seis personas
asesinadas.
MICHOACÁN
4 de mayo de 2013.-
Encuentran los cuerpos de tres hombres y tres mujeres en una fosa clandestina
ubicada en el predio “El Chupadero”, en el rancho Parangüitiro, en el municipio
de Tingambato. Estaban atados de los pies y tenían vendados los ojos con cinta
canela. A los hombres les amputaron las manos y la mujer solo tenía una mano
cercenada. Un mes de evolución cadavérica.
13 de diciembre de
2013.- En un lote baldío de Apatzingán se descubrieron tres cadáveres inhumados
de manera clandestina en una fosa.
5 de febrero de
2014.- En el rancho Tres Coronas, en el municipio de Tingüindín, entre Zamora y
Los Reyes, una denuncia anónima alertó a la policía de que en el lugar había
fosas clandestinas. Se habló de la existencia de al menos 20 cadáveres.
5 de marzo de 2014.-
En una fosa clandestina del poblado de El Alcalde, municipio de Apatzingán, las
autoridades locales encontraron 13 cadáveres. Se trata de seis varones adultos,
cinco mujeres y dos menores de edad.
MORELOS
9 de diciembre de
2013.- Exhuman 23 osamentas de tres fosas clandestinas ubicadas en dos casas y
un terreno de los municipios de Emiliano Zapata, Xochitepec y Amacuzac.
6 DE FEBRERO DE 2014
En el paraje
Cajigal, en la comunidad de Huajintlán, municipio de Amacuzac, las autoridades
ubicaron dos fosas con los cuerpos de tres personas asesinadas.
25 de febrero de
2014.- En un terreno del Cerro del Venado, municipio de Zacatepec, fue
localizada una fosa con tres cadáveres, uno de ellos correspondía a una mujer
embarazada.
SINALOA
8 de noviembre de
2013.- En el monte, cerca del poblado de Tecomate de la Noria, en la sierra de
Mazatlán, se localizaron tres cadáveres putrefactos en una fosa.
5 de marzo de 2014.-
En la comunidad de El Playón, municipio de Angostura, se localizaron dos fosas
que contenían en su interior tres cuerpos sin vida del sexo masculino.
SONORA
18 de noviembre de
2013.- En el poblado de Navomora, en Navojoa, se localizó una fosa con los
cadáveres de ocho personas, dos de ellas del sexo femenino. Los cuerpos tenían
una descomposición aproximada de año y medio.
TAMAULIPAS
9 de abril de 2013.-
Tras la detención de 10 sujetos dedicados al narcotráfico, las autoridades
dieron con el paradero de dos fosas clandestinas en las que había restos
humanos. No se informó del número de personas que pudiera tratarse.
31 DE ENERO DE 2014
En el ejido de
Bonfil, municipio de Gómez Farías, una zona de difícil acceso, se localizó una
fosa clandestina con al menos 30 cuerpos y diez barriles con restos humanos.
Soldados descubrieron el lugar que en años anteriores sirvió de refugio de Los
Zetas.
VERACRUZ
20 de diciembre de
2013.- En la playa La Cava, en la zona pesquera de Alvarado, se localizó una
tumba clandestina bajo la arena. Fueron exhumados siete cadáveres, tres de
ellos de mujeres.
(SEMANARIO
ZETA/ LUIS CARLOS SÁINZ MARTÍNEZ/ MARZO
31, 2014 12:00 PM)
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