domingo, 16 de febrero de 2014

'SALVÉ MI VIDA PORQUE ME AVENTÉ ENTRE LA GENTE'






Chihuahua– “Si no me echo un clavado entre la gente, quizás hubiera perdido la vida”, recuerda el señor Octavio Díaz Romero, de 50 años, cuando dos llantas de la troca monstruo “Big Show” le pasaron por encima de su espalda durante la tragedia del 5 de octubre de 2013 del Aero Show, donde murieron nueve personas y que dejó más de 90 heridos.

Tras haber estado al borde de la muerte en varias ocasiones mientras recibía atención médica en el hospital CIMA debido a las lesiones que sufrió, señala que su vida ha cambiado.

Comenta que tras el accidente resultó con 11 costillas rotas, se le perforó el hígado y sufrió el estallamiento de un pulmón, entre otras lesiones graves. El señor Díaz Romero trabaja para una empresa italiana que vende sistemas de almacenamiento y actualmente tiene una incapacidad a raíz del suceso.

Al ser entrevistado ayer dentro de las instalaciones de la Fiscalía Zona Centro, donde acudió junto con un grupo de personas, también víctimas, a ser notificado por actuarios federales del Juzgado Tercero de Distrito, Octavio Díaz recuerda aquellos duros momentos en que su familia se salvó de milagro, porque segundos antes del atropello, le avisaron que iban al sanitario su esposa e hijas, por lo que no estuvieron atrás de la zona de vallas donde se registraron los hechos.

Próximo a recibir otra cirugía en sus piernas, refiere que tiene interés de que las autoridades les adelanten un poco de indemnización, por todo lo que han perdido.

“Fue algo muy duro para mi familia, ellos no sabían cómo tratarme cuando me veían hospitalizado, las circunstancias fueron durísimas porque como unas cuatro o cinco veces estuve al borde de la muerte y después de salir del hospital, mi familia era quien padecía porque yo estaba sedado, yo realmente me sentía tranquilo, realmente no sufrí de dolores, nunca me desmayé, como que no me pegó el dolor ahí, no sé por qué no me dolía, pero pues resultó que me estalló el pulmón, se me quebraron 11 costillas, el esternón se me fracturó, el hígado se perforó, el hueso humero se quebró y el fémur también, entonces eran muchas problemas los que tenía”.

Apoyándose de un andador para poder trasladarse, continuó su relato. “Gracias a Dios que cuando yo vi la troca venir, yo me aventé; me eché un clavado entre la gente y al echarme el clavado haz de cuenta que la troca pasó por mi espalda y las dos llantas por mi pierna, eso fue lo que pasó y ya la recuperación ha sido muy lenta porque los huesos no están queriendo soldar, no sabemos por qué; el lunes me dicen si me vuelven a operar en el CIMA”.

“Antes del accidente me dedicaba a trabajar, yo trabajo para una compañía italiana; vendo sistemas de almacenamiento modernos, si no me hubiera aventado, no sé qué hubiera pasado, porque también muchos de los que atropelló la troca, si están vivos es gracias a Dios. Ese día iban conmigo mi esposa y mis hijas y gracias a Dios me pidieron chanza de ir al baño, y en ese momento se suscitó el accidente, se salvaron gracias a Dios”, finalizó.

(HERIBERTO BARRIENTOS MÁRQUEZ/ EL DIARIO | 2014-02-15 | 22:09)

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