México.- Las redes sociales no implican una transformación en las relaciones afectivas, mas sí un mayor riesgo, por lo que deben existir límites, consideró la directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), Claudia Sotelo Arias.
En un comunicado, destacó que siempre hubo amor a distancia como fue el
caso de las cartas, el telégrafo y el teléfono; sin embargo ahora se
utilizan las redes sociales y por ello hay que alertar a los
adolescentes sobre los riesgos de subir fotos y video ante una comunidad
grande como testigo.
Recordó que las relaciones de noviazgo antes se desarrollaban de manera epistolar, “las cartas iban y venían con versos, historias y relatos de amor entre los adolescentes. Después el teléfono jugó un papel fundamental: horas y horas de estar platicando y los recibos telefónicos eran la evidencia”.
Ahora, dijo, el amor casi no se escribe en las cartas ni se platica por teléfono ya que el medio son las redes sociales y a las palabras se le agregaron fotos y videos.
“La tecnología no es mala, al contrario, pero deben imponerse límites para evitar el peligro”, porque depende de cada caso y de la madurez de los jóvenes.
En ese sentido, destacó que las familias juegan un papel clave por lo que deben estar alertas ante posibles situaciones que los pongan en riesgo y evitar el impacto que puede tener el dar demasiada información en una comunidad abierta a todo tipo de personas e incluso desconocidos; por lo que la mesura y la responsabilidad son esenciales.
Por ello recomienda que el contacto de una persona con las redes sociales dependa de la madurez con que cuente; además de que los padres nunca deben entrar a la red social de sus hijos, ya que es intrusivo, genera resentimientos y magnifica las preocupaciones.
Asimismo, detalló, debe haber horarios y límites en el uso de los dispositivos con acceso a Internet; por ejemplo ni grandes ni chicos deben publicar contenido ni ver mails a la hora de las comidas.
“Los adultos no pueden ser indiferentes a la tecnología. Tienen que adentrarse en ella para poder asesorar a sus hijos en materia de uso y de seguridad de la red social”, mencionó.
La especialista explicó que los padres de familia deben estar siempre al pendiente, pero principalmente tener una comunicación efectiva con los hijos. “Si un joven se vuelve adicto o enfrenta situaciones de riesgo es responsabilidad de los padres de familia y es el resultado de una mala relación entre padres e hijos desde el punto de vista de la salud mental".
Recordó que las relaciones de noviazgo antes se desarrollaban de manera epistolar, “las cartas iban y venían con versos, historias y relatos de amor entre los adolescentes. Después el teléfono jugó un papel fundamental: horas y horas de estar platicando y los recibos telefónicos eran la evidencia”.
Ahora, dijo, el amor casi no se escribe en las cartas ni se platica por teléfono ya que el medio son las redes sociales y a las palabras se le agregaron fotos y videos.
“La tecnología no es mala, al contrario, pero deben imponerse límites para evitar el peligro”, porque depende de cada caso y de la madurez de los jóvenes.
En ese sentido, destacó que las familias juegan un papel clave por lo que deben estar alertas ante posibles situaciones que los pongan en riesgo y evitar el impacto que puede tener el dar demasiada información en una comunidad abierta a todo tipo de personas e incluso desconocidos; por lo que la mesura y la responsabilidad son esenciales.
Por ello recomienda que el contacto de una persona con las redes sociales dependa de la madurez con que cuente; además de que los padres nunca deben entrar a la red social de sus hijos, ya que es intrusivo, genera resentimientos y magnifica las preocupaciones.
Asimismo, detalló, debe haber horarios y límites en el uso de los dispositivos con acceso a Internet; por ejemplo ni grandes ni chicos deben publicar contenido ni ver mails a la hora de las comidas.
“Los adultos no pueden ser indiferentes a la tecnología. Tienen que adentrarse en ella para poder asesorar a sus hijos en materia de uso y de seguridad de la red social”, mencionó.
La especialista explicó que los padres de familia deben estar siempre al pendiente, pero principalmente tener una comunicación efectiva con los hijos. “Si un joven se vuelve adicto o enfrenta situaciones de riesgo es responsabilidad de los padres de familia y es el resultado de una mala relación entre padres e hijos desde el punto de vista de la salud mental".
(ZOCALO / Notimex /13/02/2014 - 11:50 AM)
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