Hambre, pobreza e indignación por el abandono oficial a la pesca
Muchos trabajadores del mar que realmente viven de la pesca, y muchos
vividores de la pesca y de los pescadores, pensaron que la riqueza del
mar era infinita y que nunca se terminaría.
Por eso incurrieron en excesos tan grandes que han acabado con varias
especies y puesto en peligro a otras económicamente tan redituables
como el camarón.
Pescadores por décadas navegaron en el mar del despilfarro desatado
por la abundancia, y muchos otros, funcionarios de dependencias
relacionadas con la pesca y abusivos dirigentes cooperativistas, lo
hicieron impune y descaradamente en un océano de corrupción.
Todos ellos se equivocaron y ahora tienen muchos problemas para
subsistir: los que trabajan porque ya las capturas son muy escasas,
funcionarios ahora tendrán que conformarse con los pellizcos que puedan
darle a los presupuestos para el funcionamiento de sus dependencias, y
los dirigentes pesqueros porque al no haber pesca no hay de dónde quitar
el dinero a los pescadores.
Pero le buscan, ahora arrebatándole a quienes verdaderamente lo
necesitan, el escaso apoyo que les es canalizado vía programas
gubernamentales para que enfrenten la crisis.
Los vivales dirigentes cooperativistas pesqueros creyeron que los
trabajadores del mar siempre tendrían producción tan grande que les
llenarían sus bolsillos y ambiciones.
También los funcionarios de dependencias cuya obligación era
garantizar una explotación responsable de los recursos marinos, dinero
de por medio permitieron violación sistemática de vedas de todas las
especies, capturas de tamaños restringidos, uso de artes prohibidas,
pesca en áreas prohibidas y sobrexplotación irracional.
La crisis llegó y ahora en medio de la emergencia, sobreviven con capturas de especies que antes despreciaban.
Miseria y corrupción
Recorrer la zona costera del municipio de Guasave es toparse de
frente con la necesidad, el hambre, la pobreza y brotes de indignación
por el abandono oficial.
Subsistiendo prácticamente de la recolección de almeja y especies de
escama menores que hasta hace unos años los pescadores evitaban,
reclaman apoyos, pero se encuentran con negativas.
Muchas familias se han salido en busca de nuevas oportunidades, pero son muchas las que se aferran al mar.
No llegan ni despensas de apoyo, ni el programa Empleo Temporal, bajo el argumento de que es época de elecciones.
La situación es la misma en los campos pesqueros Cerro Cabezón, El
Huitussi, El Caracol, El Coloradito, 22-15, El Tortugo, La Pitahaya,
Boca del Río y El Perihuete, distribuidos a lo largo de los 50
kilómetros de costa del municipio de Guasave.
Juan Pedro Gutiérrez, un pescador ya jubilado del campo pesquero El
Huitussi, recuerda tiempos de abundancia, cuando “entregábamos lo que
podíamos a la cooperativa y todavía nos quedaba mucho camarón, que hasta
los techos de las casas coloradeaban cuando lo poníamos a secar para
que no se perdiera”.
Y si entonces los dirigentes robaban, pues ni se notaba, porque había
mucho, “pero ahora muchas veces no nos animamos ni a echar una poquita
de gasolina para salir al mar, porque lo más seguro es que nos la vamos a
acabar y no recuperaremos ni lo que gastamos”.
No es cuestión ni de vedas, porque cuando oficialmente se dio por
terminada la captura de camarón desde hacía tiempo, ya no salían.
Ya ni jaiba, y menos pensar en ir a altamar a la pesca de escama,
porque esas especies también escasean, además de que no se les permiten
las artes de pesca adecuadas para esa labor.
“Esto es pura crisis, hasta los de las tiendas, ya no venden, y tampoco fían, porque no hay con qué pagar”, afirma.
Para el presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del
Municipio de Guasave, Raúl Leal, la situación es grave y los apoyos
urgen.
Muchas familias de pescadores, tras la desastrosa zafra camaronera
pasada, en la que no tuvieron la captura de camarón suficiente ni para
pagar las deudas adquiridas para el avituallamiento, se ocuparon como
jornaleros agrícolas durante algún tiempo, pero ya la temporada acabó,
apunta el dirigente.
Depredadores
Jesús Leal Leyva, Chuy el Pescador, quien en 2003 fue apresado
tras liderar un movimiento ante la crisis de la pesca regional, como
presidente del Frente Estatal de Pescadores, afirma que no se ha puesto
la atención debida a la problemática de los trabajadores del mar.
Preso por más de un año por ese motivo, acusa a falsos dirigentes
pesqueros de explotar a sus propios compañeros y a funcionarios de
Gobierno de permitir toda clase de desmanes a cambio de dinero, que
generaron el deterioro de los cuerpos de agua y con ello sentenciaron a
varias especies casi a la extinción.
La voracidad, comenta, llevó a zonas como la bahía de Navachiste, una
de las más productivas y ricas en especies del norte de Sinaloa, a
convertirse en prácticamente un espacio muerto.
“La verdad es que ya hay problemas hasta en la captura para el
autoconsumo”, dice el líder natural del campo pesquero Cerro Cabezón.
La propuesta que viene haciendo desde hace años, de vedar cuando
menos por un año toda la bahía, y a cambio generar programas
alternativos de ingreso a los pescadores y sus familias de los campos
pesqueros de la zona, no ha sido atendida por ninguna instancia de
Gobierno.
Cadena rota
Emilio Valenzuela López, quien fue detenido junto con Chuy el Pescador hace una década, insiste ahora en que la corrupción sigue en el manejo de los programas gubernamentales de apoyo a la pesca.
El más reciente apoyo tras el fracaso de la temporada camaronera, de
10 mil pesos por panga, la mayor parte se quedó en manos de dirigentes,
que solo en algunos casos dieron migajas a sus representados.
A conveniencia, también se han hecho llegar apoyos de Gobierno para
proyectos de maricultura, que han quedado en manos de unos cuantos
líderes pesqueros, que se han quedado con todo y ni empleos generaron.
Ante esto se han venido registrando algunas manifestaciones de
pescadores en el Ayuntamiento de Guasave, a las que ha acudido incluso
el presidente de la Comisión de Pesca del Congreso del estado, Javier
Corvera, quien ha denunciado a funcionarios como Juan Guerra Ochoa y
Cuauhtémoc Castro Real como los responsables de actos de corrupción en
el reparto de apoyos a la pesca.
La exclusión de muchos auténticos pescadores de los apoyos del
programa Cadena ha sido motivada por cuestiones políticas, denunció
Valenzuela López.
El caso fue llevado al Congreso del Estado, donde por unanimidad se
aprobó un punto de acuerdo en el que se exhorta al gobernador Mario
López Valdez a destinar recursos para los pescadores excluidos.
Empleo temporal, despensas, becas, ayuda para equipos de pesca, son
algunos de los apoyos que el Gobierno anuncia para el sector, pero en
los hechos no todo eso llega a quienes verdaderamente lo necesitan.
(RIODOCE.COM.MX/ Enrique Gutiérrez/ junio 23, 2013)
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