Nueve días
después, aún no hay rastro de los 12 desaparecidos en la Zona Rosa. El Gobierno
capitalino reacciona con más policía, mientras se proyecta la sombra de la
tragedia ocurrida hace cinco años en la administración de Ebrard
La PGJDF
anunció que hoy que dará información sobre los desaparecidos
Las
desapariciones han abierto una brecha en el antiguo Palacio del Ayuntamiento
ICELA LAGUNAS
Aún no aparece el
cadáver de ninguno, pero el supuesto “levantón” de los 12 jóvenes, en su
mayoría de Tepito, el pasado fin de semana en un antro de la Zona Rosa, ha
desatado una crisis interna en la administración de Miguel Ángel Mancera
Espinosa.
El episodio que ha
puesto en jaque al jefe de gobierno capitalino tiene como ingredientes
fundamentales el pleito por el mercado de las drogas y la ilegalidad de
establecimientos mercantiles que sirven de caldo de cultivo al comercio de
estupefacientes.
La historia, como ya
se ha documentado en la investigación en poder de la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal (PGJDF), tiene como hilo conductor el crimen de
Horacio Vite Ángel por parte de miembros del grupo “La Unión”, que intentaron
evitar que el primero vendiera droga en el interior del bar Black de La
Condesa.
Dicho crimen traería
como consecuencia, según la indagatoria de la Procuraduría capitalina, una
venganza que se habría traducido en el levantón de los jóvenes que acudieron al
After Heaven de la Zona Rosa.
Después del bar
Black, el episodio continuó en este antro, donde los investigadores intentan
dar con el paradero de los hermanos Mario y Fermín Mosquino, quienes serían
copropietarios junto a Ernesto Espinosa Lobo del establecimiento mercantil que
operaba en la calle Lancaster, Zona Rosa, delegación Cuauhtémoc.
Ninguno de los tres
hombres ha sido localizado para declarar ante el Ministerio Público local en
torno a lo que ocurrió la noche del sábado 24 y primeras horas del domingo 25
de mayo, fecha en que los familiares reportaron la desaparición y cerraron las
calles aledañas a Tepito.
Los hermanos Mario y
Fermín Mosquino son, en realidad, los verdaderos operadores del After Heaven,
mientras que Ernesto Espinosa es el rostro conocido de las operaciones al
frente de las autoridades.
Al último se le
conoce en el ambiente nocturno y de discotecas con el apodo de “El Dash”. Ni él
ni su hermano han sido localizados.
Esta pareja de
empresarios que pocas veces eran reconocidos por la clientela del lugar se
apoyaba en un hombre de toda su confianza que se encargaba de reclutar a los
elementos de seguridad del establecimiento, a quien comúnmente se le conocía
como “El Diablo”. Igual que sus patrones, “El Diablo” no ha sido ubicado por
las autoridades para que rinda su testimonio ante el Ministerio Público.
LA VIDA LOCA DE JERZY
Ante la falta de
estos testimonios que darían contundencia al relato que dio en un primer
momento un testigo de los hechos que hoy también está ilocalizable, la
Procuraduría capitalina sigue la pista a través de un grupo de establecimientos
nocturnos donde eran clientes asiduos los jóvenes reportados como
desaparecidos.
En ese tenor se
busca información en “The Valium Club”, que se localiza en Vizcaínas 18,
colonia Centro, delegación Cuauhtémoc, a una calle del antiguo Cine Teresa.
También en Vissage DJ Club, que opera en Valladolid, colonia Roma, en la misma
demarcación.
Así como en The
Night Beats, que funciona en la calle de Excelsior número 5, colonia
Industrial, en la delegación Gustavo A. Madero.
En todos estos
lugares, según la indagatoria, era común la presencia del grupo de amigos de
Jerzy Ortiz Ponce, de 16 años, hijo de Jorge Ortiz Reyes, alias “El Tanque”,
delincuente conocido en Tepito por el comercio de drogas y que actualmente
purga condena en un penal en el estado de Tamaulipas.
El menor de edad se
ha colocado en el centro de esta historia de drogas y crímenes que ubica a los
integrantes del grupo delictivo “La Unión” como los presuntos responsables no
solo de la desaparición de los 12 jóvenes del After Heaven, sino de otros
crímenes y balaceras ocurridas en pleno corazón de la Zona Rosa.
En su página de
Facebook, el hijo de “El Tanque” manifiesta actividad justo el pasado 25 de
mayo, cuando colocó como perfil una imagen en la que aparecen los protagonistas
de la serie colombiana “El Cártel de los Sapos”, que alude a la disputa entre
los cárteles de la droga.
“Hagamos oración
para que regresen con bien”, escribió una de las personas que aparecen entre
sus contactos sobre la foto de un Jerzy sonriente, hoy es blanco de las
sospechas que lo señalan como narcomenudista.
Ahí, en medio de
otras imágenes que hacen alusión a la marihuana y otras series ambientas en el
mundo del narcotráfico, el menor exhibe algunas fotografías de su vida personal
en la que declara su profundo gusto por la vida nocturna.
Hoy la familia de
Jerzy, su madre Leticia Ponce y su tía Eugenia, encabezan el reclamo a las
autoridades del gobierno capitalino para que los jóvenes aparezcan, pero sobre
todo, para que regresen con vida.
En corto, las
autoridades que se han sentado a dialogar con ellos les han pedido una especie
de tregua para frenar las manifestaciones y protestas públicas.
RESCATE DE LA ZONA ROSA
Mientras, el GDF
gana tiempo. Desde la Secretaría de Gobierno que encabeza Héctor Serrano se
lanzó la estrategia para “rescatar” la Zona Rosa.
Una especie de
operativo interinstitucional para evitar que ese punto turístico de la Ciudad
de México continúe en manos, como hasta ahora al menos en cuanto a la vida
nocturna, por el grupo “La Unión”.
A los familiares de los
desaparecidos poco les importa el lanzamiento de esa acción de gobierno que
involucra fundamentalmente a la Secretaría de Seguridad Pública local,
Procuraduría General de Justicia del DF, Instituto de Verificación
Administrativa, Protección Civil y hasta Obras.
Lo que realmente
esperan son noticias de sus familiares. Que aparezcan ya y que aparezcan vivos.
Demasiada presión para un gobierno joven que, a seis meses de ocupar el poder,
al parecer no sabe por dónde empezar. “Marcelo te ordenaba qué hacer, el
doctor, aunque tiene olfato, apenas está aprendiendo”, resume un funcionario
que ha visto como jefe a Ebrard Casaubón y ahora a Mancera, a la hora de
resolver una crisis.
Y de no
encontrarlos, otra vez la tragedia en un antro hace tambalear a otro jefe de
gobierno, como ocurrió con Marcelo Ebrard hace cinco años tras un operativo
fallido el 20 de junio de 2009 en una
discoteca de la capital que se saldó con 11 muertos. ¿Se avecina el News Divine
de Mancera?
(REPORTE
ÍNDIGO/ ICELA LAGUNAS / Martes 4 de junio de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario