EZEQUIEL FLORES CONTRERAS
IGUALA, Gro.
(apro).- Tres de los ocho activistas reportados como desaparecidos desde hace
cuatro días en Iguala, entre ellos el dirigente perredista Arturo Hernández
Cardona, fueron encontrados asesinados a tiros en los límites de la zona norte
y la región Centro se la entidad.
Las otras dos
víctimas fueron identificadas como Félix Rafael Bandera Román y Ángel Román
Ramírez, también militantes del partido del sol azteca y del recientemente
creado Frente de Unidad Popular (FUP).
Los tres presentaban
impacto de bala en diferentes partes del cuerpo, incluido el tiro de gracia.
En reacción al
hallazgo, decenas de integrantes del FUP, quienes habían anunciado una marcha
para exigir la presentación con vida de los desaparecidos, irrumpieron en la
sede del ayuntamiento de Iguala, donde destrozaron puertas y ventanas del
inmueble.
También pintaron
consignas en contra del alcalde perredista, José Luis Abarca Velásquez, a quien
responsabilizaron del triple crimen y tomaron el inmueble donde por la noche
fueron llevados los féretros de los activistas para ser velados por sus
familiares, en un hecho inusitado.
La acción de los
manifestantes provocó el cierre de establecimientos comerciales del centro de
la ciudad por algunas horas.
En respuesta, el
edil impugnado rechazó las imputaciones en su contra y exigió una investigación
imparcial de las autoridades ministeriales para que este crimen no quede impune
y se deslinde n responsabilidades.
En entrevista,
Abarca Velázquez condenó el triple homicidio, ofreció diálogo a los familiares
de las víctimas y dijo que no iba a separarse del cargo por presiones
políticas.
El alcalde
perredista recordó que un día antes de que desaparecieran los activistas, él
–junto con integrantes del cabildo y representantes del gobierno estatal–
habían accedido a etiquetar más de seis millones de pesos del ramo 33 para obra
pública propuesta por Arturo Hernández y los integrantes del FUP.
“Nosotros habíamos
cedido en todas las peticiones de los miembros del FUP y el gobierno estatal lo
sabe, por eso no encuentro lógica en las acusaciones que hacen en mi contra,
cuando los apoyamos en lo que estuvo a nuestro alcance”, expresó el alcalde.
Por su parte, David
Francisco Molina, dirigente estatal de la corriente perredista Izquierda
Democrática Nacional (IDN), otros tres de los ocho “levantados” habrían logrado
escapar a sus captores, entre ellos Héctor Anaya Delgado.
Por ello, sólo
restarían por aparecer Gregorio Dante Cervantes, Nicolás Mendoza Villa, Efraín
Amate Luna y Jaime Castrejón.
Del asesinato de sus
compañeros y el secuestro del resto, responsabilizó al alcalde de Iguala,
también de extracción perredista, José Luis Abarca Velázquez.
Por su parte, Bogart
Román, hijo de Ángel Román, exigió justicia y anunció que integrantes del FUP
permanecerán en el ayuntamiento hasta que las autoridades esclarezcan los
hechos.
Por la mañana se
reportó el hallazgo de tres hombres asesinados a golpes y con visibles huellas
de tortura en la carretera federal México-Acapulco, tramo Mezcala-Iguala, a la
altura del poblado colonia Valerio Trujano del municipio de Tepecuacuilco,
entre los municipios de Iguala y Eduardo Neri.
En el lugar, ubicado
a 30 minutos en automóvil de esta capital, fue dejado un narcomensaje debajo de
uno de los cadáveres, en el que se mencionan los grupos Los Rojos y Guerreros
Unidos:
“Esto me pasó por
chaquetero. Venga a recoger su basura. Atte. La Garra de Guerrero. Leonor Nava.
Los Rojos”.
Los Rojos es una
banda delictiva que tiene su bastión en la ciudad de Chilpancingo y opera en la
zona de la Sierra y varios municipios de la zona Centro y la Montaña de la
entidad.
Mientras que en
Iguala mantiene su hegemonía el grupo Guerreros Unidos que mantiene una brutal
disputa frente a sicarios de La Familia por el control de la zona norte, donde
los alcaldes de esta región han solicitado ayuda gubernamental porque
simplemente no pueden confrontar a la delincuencia.
Incluso, el
gobernador Ángel Aguirre afirmó que algunos alcaldes de esta zona están
involucrados con la delincuencia, y los exhortó a deslindarse de prácticas
criminales.
Los ocho activistas
fueron reportados como desaparecidos desde el jueves 30 de mayo en la ciudad de
Iguala, luego de realizar una protesta para demandar obras sociales al alcalde
José Luis Abarca, también del PRD.
La denuncia la hizo
la regidora perredista Sofía Mendoza Barrera, ahora viuda de Hernández Cardona,
así como el integrante del FUP Justino Ozores, quienes junto a familiares
exigieron la intervención de las autoridades para dar con el paradero de las
víctimas.
El jueves anterior,
integrantes del FUP encabezados por Hernández Cardona se manifestaron en
Iguala, lugar colapsado por la narcoviolencia, donde marcharon y tomaron la
caseta de peaje de la Autopista del Sol, en demanda de obras sociales y
fertilizante al alcalde perredista, así como una audiencia con el gobernador
Ángel Aguirre.
Durante la protesta,
los dirigentes sostuvieron un ríspido encuentro con el comisario de la Policía
Federal (PF) sector Caminos, Alberto Castillo.
Luego de ese
incidente ya no volvió a saberse nada de los activistas, hasta hoy que fueron
encontrados asesinados.
A la sede del
ayuntamiento, donde se realiza el velorio de los tres activistas, arribaron
dirigentes del magisterio disidente encabezados por Gonzalo Juárez Ocampo y
Minervino Morán Hernández, quienes se solidarizaron con los familiares de las
víctimas y se sumaron a la exigencia de justicia.
(PROCESO/ EZEQUIEL
FLORES CONTRERAS/ 3 DE JUNIO DE 2013)
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